Capitulo 24.

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Devorenlo!

Jess.

Mi cuerpo fue apretado y solté un quejido de frustración, ayer fue por el calor y el sudor, hoy porque me estaban asfixiando. Sentía la piel desnuda de Brian en mi espalda además de un bulto duro apretado en mis nalgas por lo que de inmediato mi mente se fue de viaje al mundo lujurioso en donde quería ser devorada de manera abrasadora. De todas mis maneras favoritas de despertarme, follar estaba entre las primeras.

Sabía que Brian estaba dormido por lo que tome ventaja de la situación y le acaricie la polla con mis glúteos provocando que me abrazara más fuerte. Me quería matar de asfixia, de seguro, pero continúe, quería seducirlo y logar mi cometido. Me gire en cuanto me soltó un poco para quedar frente a él. Una de mis manos bajo a su entrepierna para acariciarlo mientras mis labios se abrían paso entre los suyos. Sonreí de manera triunfante cuando me tomo el trasero y apretó sus caderas contra las mías.

-Brian! –Susurre- Brian tómame.

Ve como en su rostro se dibujó una sonrisa de satisfacción y esta vez fue el quien me beso. Yo tome ventaja y me posicione sobre el sin separar nuestros labios. Solté un suspiro de alivio cuando mis piernas no se quejaron con dolor o algún tirón. Comencé a mover mis caderas sobre su polla erecta, sentí mi humedad traspasar la tela de mis bragas y mojarme los muslos.

Diablos no entendía esta necesidad tan carnal de que me comiera entera, no podía pasar un día más sin tener sexo con alguno de ellos. Mi mente regreso al presente cuando el apretó con sus manos mis caderas con fuerza y soltó un gemido varonil, terrenal que me estremeció completa.

-Jess... Ehm? –Murmura adormilado hasta que salta en la cama para sentarse quedando cara a cara solo que ambos sentados. Oh oh, problemas- Dios mío pensé que era un sueño. –Hice una mueca ¿No podía despertarse cuando ya estuviera ensartada en el? -¿Qué ocurre? ¿Te duele quieres ir al hospital? Llamare a Thomas.

-No. Estoy bien, no me duele y no necesito ir al jodido hospital, es que me estabas apretando mucho cuando me desperté... –Le respondo mientras me siento en la cama. Y con cierta distancia de su cuerpo me percate que había dormido en toalla.- ¿A qué hora termino esa vídeo conferencia? No recuerdo sentirlos al acostarse.

-Muy tarde. –Volvió a acostarse junto a mí- Hablamos sobre la fusión de las empresas para un proyecto muy grande que no podremos llevar nosotros solos, claro que a ellos no les parecía conveniente por algunos factores pero al final logramos convencerlos. Era más de media noche cuando terminamos.

-¿Y entonces decidiste dormir desnudo? –Él se comenzó a reír.

-En serio estaba muy agotado, estuve sacando cuentas la mayor parte de esa videoconferencia, fue suerte no quedarme dormido en el baño. Pero si es algo que te molesta te pido disculpa, me iré a vestir.

-No por dios no me pidas disculpas estamos en tu casa y puedes hacer lo que quieras en ella.

El asintió con gesto divertido antes de lanzarme sobre la cama para ponerse sobre mí y besarme manteniendo mis manos estiradas sobre la almohada entrelazando nuestros dedos. Sus labios cálidos me robaron un par de suspiros, antes de que la puerta fuera abierta, Brian y yo no separamos para ver quien había llegado, Steffan se encontraba sonriendo hacia nuestra posición. Me lanzo un beso desde ahí antes de continuar su camino hasta la mesa que había cerca del balcón, se supone que era de dos sillas pero había un tercera que la verdad no había juego y era del comedor de afuera. Se entretuvo unos cuantos minutos allí acomodando los platos.

Brian me acaricio la mejilla logrando que mis ojos se concentraron en él. Sus ojos azul tormenta me analizaban con demora, paso la punta de su dedo índice por el valle de mi nariz, recorrió el contorno de mis labios y con mucha ternura beso mis ojos.

De ninguno o de los tres -WATTYS 2020-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora