Siete.

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Después de que Sasuke supuestamente desapareciera por un jutsu del Tsuchikage, volteó hacia Karin y hacía ella.

—Ustedes son las siguientes —les dijo.

La mirada de Karin era de completo terror mientras que Percy únicamente sonrió, cosa que vió el Tsuchikage e hizo que frunciera el ceño.

—Lo siento, Tsuchikage-sama, pero no planeo morir pronto —dijo ella mientras sacaba su espada.

Los demás Kages llegaron al poco tiempo, a Percy casi se le borra la sonrisa, pero pensó que podría utilizar su poder sobre la sangre y controlarlos de esa manera.

—Preferiría que siguieran vivos un poco más —dijo una voz que ella conocía muy bien.

Obito había aparecido a su lado, puso una mano en su hombro y apretó un poco.

Percy bajó la cabeza y se puso detrás de él, como siempre solía hacer cuando estaba presente.

—Mi nombre es Madara Uchiha —se presentó Obito—. Hay algo que quiero explicarles, y cuando lo comprendan, les preguntaré otra cosa.

—¿Qué cosa? —preguntó el Raikage, con un tono airado.

—Sobre mi plan, el proyecto Tsuki no Me.

—Nada que planeé Akatsuki puede ser bueno —le dijo el Raikage—, ¿qué es lo que quieres?

Percy se sentó en una de las mesas mientras veía lo que ocurría, escuchando a Obito hablar sobre su plan. El sonido de su voz le gustaba, le hacía sentirse tranquila cuando hablaba de todo aquello, como si le estuvieran contando una historia para dormir.
Excepto que ella no dormía, ella lo que quería era hacer todo lo que estuviera en sus manos para ayudar a Obito.

Ella escuchaba felizmente su explicación sobre la existencia del Jūbi una y otra vez pues no había manera que se cansara de su voz.
Al terminar, los Kages decidieron no unirse a su plan.

—Nunca te entregaremos a Naruto Uzumaki —fue lo que dijo el Kazekage.

—¡Estoy de acuerdo con él! —dijo la Mizukage.

—¿Tú que dices, Raikage? —le preguntó el Tsuchikage.

—¡Por supuesto que no te entregaré a mi hermano menor! —le gritó A.

—Entonces los tomaremos a la fuerza —dijo Percy mientras se levantaba de su lugar.

—No tienen posibilidades de ganar —apoyó Obito.

—Nosotros no hemos abandonado la esperanza —le respondió el Kazekage.

Percy ya ni siquiera sabía el significado de esa palabra.

—Vale —dijo Obito—. Entonces, por la presente, les declaro la Cuarta Gran Guerra Ninja.

—¿La Cuarta Gran Guerra Ninja? ¡¿Estás loco?! —le preguntó el Tsuchikage.

—La próxima vez que nos veamos, será en el campo de batalla —dijo Obito mientras le ofrecía su mano a Percy y ella la tomaba con justo.

Y con eso, salieron de ahí. 




Percy se encontraba con Sasuke y Karin dentro de la dimensión de Obito.
Él se había ido hace un rato, dejándola sola con ellos por lo que no tenía nada que hacer, así que únicamente observó a la pelirroja curando a Sasuke.

Lealtad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora