—Percy —habló por fin Obito, sin verla. Había logrado quitarle parte del Hachibi y el Ichibi a Madara y ahora necesitaba darle el Kyūbi a Naruto—, cambia de lugar con Sakura y cura a Naruto.
La chica lo miró apenas una fracción de segundo antes de hacer lo que le decía y correr hacia el rubio, la pelirrosa la miró con desconfianza en un primer momento, miró a su sensei, Kakashi, quien asintió con la cabeza y a regañadientes se apartó de Naruto.
—Va a estar bien —le dijo Percy mientras ponía una mano encima del pecho de Naruto—, puedo hacer que su corazón siga latiendo.
Con la otra mano, cerraba la herida que Sakura le había hecho al rubio en un costado, estaba tan ocupada que cuando menos lo supo, ya estaba en la dimensión de Obito.
Percy siguió haciendo su trabajo, de vez en cuando dándole respiración boca a boca al rubio pues sabía que tenía que recibir oxígeno.
Al poco tiempo, Obito apareció frente a ella.
—Salvaré a Naruto —dijo él, mientras se acercaba a ellos dos, Percy únicamente asintió—, ¿no me vas a preguntar porque ahora voy contra Madara?
Percy sonrió detrás de las sombras que cubrían su rostro.
—Sabes que nunca cuestiono tus decisiones —le respondió ella—, y sabes que siempre cumpliré tus órdenes.
Obito asintió, mientras le pasaba los Bijūs a Naruto, ahora únicamente tenían que esperar.
Percy dejó de ejercer control sobre su sangre, su corazón latía por si solo.Naruto abrió los ojos y se puso de pie.
Obito no tardó mucho en mandarlo a la otra dimensión, donde todos se encontraban.—Te has esforzado demasiado —le dijo Percy a Obito mientras se acercaba a él y ponía una mano en su espalda.
Su respiración era agitada, Percy tenía razón.
Él en realidad no tenía la esperanza de seguir vivo mucho tiempo.
—Déjame ver tu rostro —le pidió Obito mientras se sentaba en el suelo, Percy obedeció sin rechistar y se quitó su capucha, él pasó una mano por su mejilla a forma de caricia—. Siempre logras robarme el aliento.
La chica se sonrojó, volviéndola incluso más linda a los ojos de él.
—Hace un rato me dijiste que tenías un nuevo sueño —le dijo Percy, la curiosidad brillando en sus ojos—, ¿qué es? Ya sabes que haré lo posible por cumplirlo.
Obito sonrió, recordando lo que era.
—Mi nuevo sueño es que seas feliz —le respondió, dejándola muda—, que vivas libremente y disfrutes tu vida. Antes has dicho que siempre cumplirás mis órdenes y esta es una de ellas, Percy. Tienes que prometérmelo. Aunque tengo otra —Obito le dio un beso en la frente y se separó de ella, mirándola seriamente—, tienes que destruir el Rinnegan mientras aún puedo contener a Zetsu y quiero que le ayudes a Naruto a terminar con todo esto.
—Te lo juro por el Río Estigio —dijo ella, refiriéndose a la primera promesa que Obito le había pedido.
Percy sabía que ese juramento funcionaba allí pero era lo primero que había venido a su mente para probarle a Obito que haría hasta lo imposible por cumplir esa orden, volvió a ponerse su capucha pero antes de que siquiera pudiera sacar un kunai de su mochila, Madara apareció y le lanzó uno de sus receptores negros.
Después, tanto Obito como Percy estarían bastante sorprendidos de la velocidad con la que él actuó cuando activó su Kamui y sacó a Percy de ahí.
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Lealtad.
FanfictionPerceia Jackson se ve de repente en un mundo de ninjas, donde ella en realidad no encaja, y no tiene a nadie a quien darle su lealtad pues las personas que quería y conocía ya no se acuerdan de ella. Entonces encuentra a Obito, un hombre que como el...