Como había pensado cuando estaba con Sasuke y los demás.
Se dio un baño, comió y se fue a dormir.O por lo menos lo intentó pues la enorme cama se sentía muy fría cuando no tenía compañía.
Dio vueltas por toda la cama, tratando de acomodarse para poder dormir pero era imposible, cuando estuvo a punto de darse por vencida, la puerta de la habitación se abrió y Obito entró.
—¿Aún no te duermes? —le preguntó mientras comenzaba a quitarse la capa de Akatsuki y la máscara.
—No podía dormir —respondió Percy, mirando el techo para darle algo de privacidad a Obito—, ¿cómo fue con Sasuke?
—Tendrá que tener los ojos vendados un tiempo, pero todo fue bien —respondió él.
Percy se quedó callada y al cabo de un tiempo sintió como la cama se hundía bajo el peso de Obito.
Suspiró y lo volteó a ver, él le regresó la mirada con su único ojo.Ella cerró los ojos y se acurrucó a su lado, ahora si que podría dormir.
—Iré por el Rinnegan a Amegakure —le dijo Obito mientras acariciaba su cabello con su mano izquierda.
—¿Vas a querer que te acompañé? —le preguntó Percy, con un tono somnoliento.
—No te preocupes, yo puedo manejarlo —le contestó él, sin dejar de acariciar su cabello.
Percy por fin se quedó dormida con la compañía de Obito, sus caricias en el cabello y el sonido de su respiración.
Ella no recordaba ningún momento en su vida en el que hubiera dependido tanto de alguien como para incluso no poder dormir hasta que esa persona la acompañara.
Perder a sus amigos y familia le había afectado muy seriamente, veía al pasado y ni siquiera reconocía a la persona que solía ser como ella misma, era una Perceia Jackson diferente de la que ahora estaba aferrándose a Obito como si fuera todo su mundo, porque así lo sentía ella.Obito no sabía que etiqueta ponerle a su relación con Percy, así como tampoco sabía que era lo que sentía por ella. Había estado varios años con su corazón cerrado y nunca se esperó que cuando reclutara a Percy para Akatsuki eso fuera a cambiar, pero la chica poco a poco se ganó su cariño y ahora allí estaban, ella ya estaba dormida mientras que él lo único que hacia era verla dormir.
Pasó su mano por su cabello otra vez, él era quien se lo había cortado así de corto.
Se removió en la cama hasta quedar frente a frente con Percy y se inclino sobre ella para después cerrar su ojo y disfrutar de la compañía que la chica le ofrecía.
Era curioso que el olor que desprendía la chica era parecido al olor del mar, a pesar de que hace tiempo que ella no tenía un pie en una playa.Obito antes solía tener pesadillas o sueños relacionados con Rin y su muerte, pero desde que dormía con ella, ya no soñaba nada. Le había traído algo de paz interior y era por eso que él tampoco podía dormir si ella no estaba presente.
Se quedó dormido después de un rato, con su brazo alrededor de la cintura de la azabache.
Percy estaba lo que le seguía de aburrida, mientras Obito se iba al campo de batalla, ella tenía que tener sus ojos puestos en Kabuto.
Ni siquiera sabía si era una misión verdadera pues únicamente le había dicho que "lo vigilara".Ni siquiera intervino cuando Itachi y Sasuke llegaron, dentro de su trabajo no estaba el cuidar a Obito, aparte de que no le gustaba estar cerca de los revividos por el Edo Tensei, ellos no tenían sangre y no los podía sentir, no podía controlarlos.
Cuando Itachi hizo que Kabuto deshiciera el Edo Tensei, tampoco salió de su escondite, únicamente miró a Kabuto quieto gracias al Izanami de Itachi.
Nadie la notó mientras se iban.
Percy suspiró, estaba harta de estar ahí.
Comenzó a pasear por el lugar, caminando de pared a pared, había controlado demasiado su THDA hace un rato, manteniéndose muy quieta pero de repente ya no pudo más.
Tenía ganas de correr, sentía una opresión en el pecho y un nudo en la garganta.Notó sus mejillas húmedas y subió sus manos a su rostro, estaba llorando.
¿Por qué estaba llorando?
Se mordió el interior de su mejilla, volteó a ver a Kabuto aún inmóvil y tragó saliva.
Tenía que ir con Obito, ya.
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Lealtad.
ФанфикPerceia Jackson se ve de repente en un mundo de ninjas, donde ella en realidad no encaja, y no tiene a nadie a quien darle su lealtad pues las personas que quería y conocía ya no se acuerdan de ella. Entonces encuentra a Obito, un hombre que como el...