CAP. 14

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2 semanas.

2 semanas habían pasado desde que había abandonado a aquel chico desnudo en su apartamento.

2 semanas de haber perdido probablemente al amor de su vida, a quien le iba a dar extrema felicidad a su lado por toda la eternidad.

No, estaba exagerando.

Definitivamente estaba exagerando.

¿Verdad?

Rápidamente podría conseguir un reemplazo para el chico, es decir, es Jake Gyllenhaal, gran actor, muy atractivo, mejor persona...bueno quizá eso último no pero al menos si era atractivo.

Esas fueron sus auto motivaciones para seguir adelante y no pensar en el chico.

Había intentado estar con bastantes mujeres después de dejar a Tom, pero, no podía, no podía ni siquiera tener una erección digna para alguna chica, y es que, por más atractivas que fueran, no le causaban nada, no le despertaban deseo alguno, y es que al intentar tocarlas, se le venían recuerdos de aquel cuerpo atlético y joven, todas las facciones y curvas de Tom habían quedado perfectamente grabadas en su mente, y era en el único cuerpo en el que podía pensar.

Se daba asco, se repudiaba al intentar obtener sexo casual de aquellas chicas modelo, cuándo el solo quería una cosa, un británico con rulos castaños y la mejor sonrisa que una persona pudiera tener.

Las chicas quedaban decepcionadas al ver el desinterés y la indiferencia de Jake y se iban enfurecidas con este por solicitar sus "servicios" y al final no terminar cooperando aunque sea con una digna erección.

Y cuando cada una de estas se iba terminaba comprobando la misma teoría.

Pensaba en Tom, y automáticamente se formaba una sonrisa en su rostro, y claro, alguien se despertaba alegre también.

Definitivamente no había y ni quería olvidar a Tom, diablos, que le hizo ese británico para tenerlo a su merced, al mismísimo Jake Gyllenhaal, el actor codiciado pero no disponible para nadie, al menos no más de una noche.

Se había vuelto su necesidad, todos los días le pensaba, y recordaba lo bien que era estar a su lado, dormir a su lado, o sólo mirarse y sonreír sin razón alguna.

No había abierto las cortinas en días y su apartamento pasaba oscuro la mayor parte del tiempo, no había salido tampoco de este, así que literalmente había perdido la noción del tiempo, sólo sabía que estaba oscuro, y hasta ahí.

Volteaba a ver cada rincón de dicho apartamento, alumbrado por un pequeño rayo de sol que se colaba por entre una ventana, una parte que la cortina no lograba cubrir.

Y ahí podía verlo, ahí estaba, observaba a ambos preparando esa pizza el otro día, peleando con la masa sobrante, un recuerdo que dibujó otra sonrisa en su rostro pero que rápidamente fue sustituida por una mueca de dolor y lágrimas desbordándose de sus azulados y tristes ojos.

Y es que aún no se explicaba el porqué.

¿Por qué tenía que abandonarlo?

¿Qué lo detenía de ser feliz?

Acaso era, ¿miedo? Pero a qué.

¿Rechazo social? Por Dios...claramente no, a este punto Jake ya no se sentía dependiente de la opinión pública, el decidía con quien estar y con quien no.

¿Entonces? La pregunta divagaba en su mente sin poder encontrar una respuesta digna que pudiera resolver este enigma personal.

Probablemente sea la falta de amor que ha tenido a lo largo de su vida, jamás ha experimentado el amor verdadero, por eso no sabe como se ve o que es lo que se siente, y tiene miedo, miedo de echarlo todo a perder y que termine hundiéndose en una tremenda depresión.

Fuckboy - GyllenHollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora