En silencioNarrador omnisciente
Natalia sentía la desesperación correr por sus venas, una gota de sudor recorrió su frente mientras sus piernas caminaban con la velocidad que el montón de gente le permitía. Ella sabía de lo que su padre era capaz, lo había visto en primera fila y sentía que en su deber estaba poner a salvo a ese chaval.
—Christian.- su voz se alza, más sin embargo esta no llega a los oídos del nombrado- Joder, Christian.
Al salir, el frío viento remueve sus cabellos dorados y logrando que su espalda se estire al sentir el escalofrío y suspira con alivio al ver la elegante camisa que poseía Varela.
—Dios, tía, te dije que me esperaras.- los suaves dedos de Carla se enrollaron en el antebrazo de su hermana, deteniéndola- ¿Cuál es la prisa, joder?
El par de ojos verdes hicieron contacto, y eso fue suficiente para que la menor soltara el agarre. Desde que tenían uso de razón, las hermanas habían tenido esa conexión, se comunicaban sin hablar e incluso pareciese que una sintiera lo que la otra, aún sin ser gemelas, como lo dice el mito.
—Christian, espera.- el nombrado hizo caso omiso y siguió andando hasta su vehículo- Espera.
—Hey, hey, hey.- la mano de Nat se posa en su hombro- No creo que deberías irte en moto, parece que lloverá en cualquier momento.
—No lo hará.- dice extrañado, llevando sus ojos al cielo- Y no me detendrán.
—Hablemos, por favor.- pidió la adolescente
Al alejarse, Natalia aprovechó su distracción. Las personas estaban en sus asuntos, así que no vieron el momento en el que la psicóloga dejó caer su bolso junto a la llanta trasera de la bonita moto. Llevo su mano a su carísimo pendiente y con el afilado metal, agujeró apenas el neumático.
—Ya lo decidí.- se levanto con rapidez al escuchar la voz de su ex cuñado- Y nada me hará cambiar de opinión.
Con su ceño fruncido y su pecho agitado, se monta en el vehículo y al instante se inclina hacia atrás, maldice viendo el plástico blandearse.
—¡Coño, joder!- baja y no tarda en patear la rueda defectuosa- Me cago en dios.
—Parece que necesitas un aventon.- Natalia reprime una sonrisa de satisfacción mientras la rebelde adolescente en su interior sonríe con burla- ¿Te llevo?
El moreno refunfuña por lo bajo, caminando en dirección al hermoso jeep negro. La rubia menor sigue a su exnovio, mientras Natalia negocia con el vigilante para que cuidara la moto hasta el día siguiente.
—Primero llevaremos a Carla, ¿vale?- habla entrando a su vehículo
—¿Tengo opción?- cuestiona sarcástico desde los asientos traseros
—Claro que si, Christian.- responde en un murmuro, arrancando el auto- Es un país libre.
La risa del moreno sale sin gracia de su garganta, después de eso el camino hacia la mansión Rosón es en completo silencio.
—Os veo luego.- se despide la segunda hija de Teodoro- Con cuidado, me mandas un mensaje cuando llegues a tu departamento hermana.
—Descansa, te quiero.
La mirada de la veinteañera sigo a Carla hasta que su figura se perdió por la gran puerta, sonrió con cinismo al percatarse que el auto de su padre no se encontraba ahí.
—Bien, ¿quieres guiarme?- cuestiono hacia el chaval que, ahora, se encontraba de copiloto-¿Es por el centro o...
—Es por donde no debería pasar un auto tan guay.- interrumpió, sin verla- Es un barrio chungo, tomare un taxi.
—Vale, entonces tampoco debería ir un chaval de 17 solo a estas horas.-dice cambiando de dirección- Dormirás en mi departamento y mañana pasamos a tu casa antes de ir al insti.
El joven no reclamó, por un tiempo selló su boca viendo disimuladamente a la hermosa mujer junto a él, sus facciones eran preciosas, dignas de una marquesa, expresaban con claridad la sangre Rosón.
Christian Varela observó el gran parecido que tenían las hermanas, ambas portaban esos iris esmeralda, esos ojos mortales que te atrapaban hasta asfixiarte, que te dominaban hasta someterte y te absorbían hasta acabar contigo. Carla era la dulce chica que te manipulaba sin darte cuenta, te cegaba con su belleza y de la nada, pum, terminas siendo cómplice de asesinato, era como una sirena, hermosa pero te devoraba al acercarte.Y aún sin conocer a Natalia, sabía que era peor, o eso deducía por las historias infinitas que escuchó salir de los labios de los chavales pijos. Christian analizó el profundo verde de la rubia, y lo supo, Natalia Rosón Caleruega era el doble de peligrosa que su hermana menor, ella no ocultaba su malicia, Nat era consciente de su poder y desde el primer instante te hacía saber que estabas a su merced, sin escapatoria. Con su mirada coqueta, atrayéndote cuál iman y su sonrisa burlona, ganadora, pero parecía estar bajo la sabia conducta de una mujer recta.
—Pinchaste mi neumático.- soltó casi como pregunta- ¿No?
—¿Qué me delató?- dejó de ver el camino para posar sus ojos en el chaval, sonriendo como niña traviesa- ¿Me viste?
—¿Por qué?- indaga cruzando sus brazos- Ahora me debes uno.
—Tú me debes un pendiente, se arruinó.- exclama Nat señalando su oreja desnuda- ¿Por que Teodoro quiere tenerte vigilado y en silencio?
El pecho de Christian se oprimió y su boca se secó, de solo recordar esa noche que cambió su vida.
—Es irrespetuoso contestar con otra pregunta, reina.- hablo casi con gracia- ¿Siempre eres así de curiosa?
Él sabía que era inútil tratar de cambiar el rumbo de la conversación, estaba charlando con una experta en el lenguaje corporal.
—Y aún más cuando se trata de joder a Teodoro.- guiño su ojos y Christian sintió su sangre calentarse- Así que cuéntame, ¿cuál es el secreto que ocultas?
Justo cuando el auto paró frente a un edificio, elegante y costoso, lo miró con intensidad. Esa mirada que podría hacer que te orinaras en los pantalones pero al mismo tiempo lograba empalmarte de lo misteriosa e imponente que era, sexy y misteriosa.
El aire lleno sus pulmones y lo soltó de golpe, su instinto le decía que confiara en ella, lo dudo pero finalmente lo dijo.—Polo mató a Marina.
🖇🖇🖇🖇📚
Tan tan taaaaan, ¿les gustó como narro en tercera persona?
Esto es para que vean lo que otros personajes piensan de Nat y si, quiero que esta fic sea un triángulo amoroso jajajaja (como todas mis fics)Poco a poco van conociendo a Natalia Caleruega, ¿que opinan?
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The psychologist [Valerio]
FanfictionDonde Azucena, desesperada por la salud mental de sus estudiantes, contrata una psicóloga. -El uno de junio a eso de las nueve y media de la tarde del 2018. Entraste a la piscina del colegio. Allí estaba Marina. Explotaste. - La explosión destruye...