Tres años antesLa bomba de chicle explota y rápidamente vuelvo a masticar para volver hacer otra. Llevo mis lentes hasta el puente de mi nariz, viendo a las tres preadolescentes dormir sobre las tumbonas, sonrío abiertamente antes de sentarme y posar mi vista en los chavales jugando en la alberca.
—¿No se han cansado?- cuestiono caminando hasta la orilla, moviendo mis caderas- Van a quedar tan rojos como un camarón.
Los cuatro, tartamudean respuestas diferentes, tornando su rostro aún más colorado y vagando sus ojos por mi semidesnudo cuerpo.
—¿Quieres...jugar con nosotros?- articula Ander mostrando la pelota en sus manos- Los equipos serian desiguales pero esta bien.
—No, continúen ustedes.- mueve mis manos, pero ellos siguen en la misma posición- Solo que tengo mucha sed...
—¡Yo te traigo agua!- Polo empuja a Guzmán hacia abajo- ¿O quieres limonada?
—Eso es obvio, ella ama la limonada- exclama Nunier, regresando el empujón- ¿Cierto?
Era divertido verlos tan coladitos por mi, si decía salten, ellos lo hacían. Aunque eran cuatro años más pequeños, no estaban nada mal y otro beneficio era que Teodoro estaría tan molesto cuando se enterase de mi próxima movida, que la vena en su cuello explotaría.
—Pensaba mejor ir yo.- rio ligeramente- Pero Valerio podría guiarme, no quiero perderme.
El chileno asiente repetidamente moviendo su mojado cabello, sonríe abiertamente y sale de la piscina.
—Has venido muchas veces, sabes dónde está la cocina.- dice caminando frente a mi
—Ya, pero no quería venir solita.- hago un puchero exagerado- ¿No querías acompañarme?
—No, no, digo, si, obviamente quería acompañarte.- titubea abriendo si gran refrigerador-¿Qué quieres beber? Hay agua, limonada, té...hay naranjas, podría hacerte un jugo, si quieres.
—¿Sabes qué?-sus oscuros ojos me ven- Se me quito la sed, que raro.
—Oh, bueno, ¿Tienes hambre?- se recarga en la isla- Puedes comer lo que quieras...yo también estoy en el menú.
—Eso suena bien.- mis palabras parecen sorprenderlo.
Rio al ver como abre sus ojos a tope y su mano resbala, haciéndolo casi caer.
—¿Quieres mostrarme tu habitación?- sostengo su mano y parece aún ido, así que soy yo la que lo guía- Tu cama luce muy cómoda.
Exclamo antes de empujarlo sin fuerza, su cuerpo rebota contra su colchón y su expresión me hace querer reír. Relamo mis labios antes de gatear sobre él y besarlo.
Ahora
—¿Puedes creerlo?- suspiro viendo el reloj en la pared- Su madre lo regresó como si fuera mi padre el que tiene que hacerse cargo...¡o yo!
Ni un solo segundo después de que Lucrecia cruzara la puerta de madera oscura, había habido silencio en el lugar, parecía incluso que no respiraba.
—Siempre soy yo la que anda tras él, cuidándolo, como si de un bebé se tratase.- dice después de reír con sarcasmo- ¿Me merezco esto? No, claramente no.
Mira sus uñas antes de tamborilearlas en la madera de mi escritorio.
—Y ahora va estar sobre ti, como cuando éramos chicos.- levanto mis cejas y Lu hace una mueca- No me imagino lo fastidioso que es para ti, i mean, que un niñato, y no cualquiera, un niño como Valerio, esté todo el día intentando tener tu atención.
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The psychologist [Valerio]
FanfictionDonde Azucena, desesperada por la salud mental de sus estudiantes, contrata una psicóloga. -El uno de junio a eso de las nueve y media de la tarde del 2018. Entraste a la piscina del colegio. Allí estaba Marina. Explotaste. - La explosión destruye...