The psychologist [Valerio]

S e v e n

Misa

El brazo de mi padre, entrelazado con el mío, apretaba cada vez más, mientras murmuraba un "sonríe"
Claro, porque sonreír frente a la tumba de Marina era un buen gesto, nótese el sarcasmo. Pero aún así, tenía que hacerlo, a todas esas personas que se acercaban para saludar y soltar algún comentario como "¿Natalia? Por Dios, estás tan grande" como mi tía Petunia cada navidad.

—Me lástimas.- susurre cuando su agarre fue mayor- Suéltame.

Teodoro solo amplió su sonrisa, meneando su mano hacia los señores Montesinos, quienes me veían mal. El ojiazul mantenía su mentón alzado con superioridad, como si en lugar de mi cuerpo, cargara un trofeo del mejor padre, el padre que pudo controlar la rebeldía de su hija. Escuche los murmullos de Carla y Christian, este último mantenía su mirada en mi.

—Necesito hablar con Nat.- Varela sujeta mi brazo desocupado

—¿Se podría saber para qué?- Rosón cuestiona desconfiado- Ya va a comenzar la misa, no os la queréis perder.

—Cosas psicológicas.- rio levemente- Ya sabe, no queréis que el trauma de un asesinato me haga hablar de más.

Enarco mi ceja ante su valentía y el agarre del mayor desaparece, sin dejar su estupida sonrisa.
El moreno me estira unos metros, lejos de los oídos de todos.

—¿Ya tienes un plan?- habla por lo bajo, cruzando sus brazos- Porque, joder, si Carla se entera que te dije, me mata.- su voz sale rápida- Literalmente.

—Mi hermana no es asesina.- recalco escuchando al padre empezar- No es tan fácil.

—Ya, tal vez lo homicida se pega.-el enfado crece en él- Solo hazlo confesar.

—¿Crees que me lo va a decir así nada más?- rio sin gracia- Tu solo mantente al margen.

—¡Nat!- su boca se cierra ante la tercera voz- Necesitamos tú ayuda...Guzmán.

Christian se remueve incómodo cuando Polo estira su mano para mostrarnos su móvil, donde se reproduce la instastory de Nunier, claramente drogado.

—Coño, que se ha montado una fiestecita en el aniversario de la muerte de su hermana.- comenta Exposito con gracia- Las Encinas tiene cada loco.

—Y por eso tenemos a nuestra loquera.- sonríe de lado, Ander- ¿Vienes?

—Vale.

Pronuncio después de un suspiro.

[...]

Polo aparca su choche frente a la hermosa casa "de" Cayetana, el novio de mi hermana, quien había decidido acompañarnos, me extiende su mano para ayudarme a bajar de los asientos traseros.

—¡Mis amigos...y Christian!- exclama el rubio, abriendo la puerta- ¿Cómo están mis chicos? ¡Subid!

—¡Bombón!-Valerio asoma su cabeza, moviendo sus rizos- ¡Únete a la fiesta!

—¿Qué hacen aquí?- indaga Lu, viéndose confundida

—¡Mis colegas, hola!- grita Guzmán- ¿Qué pasa, guapos? Ya, ya, Christian también hay abrazo para ti.

Rio al ser alzada por sus brazos junto al nombrado.

—La misa, se la perderéis.- palmeo su hombro-¿Os divertís?

—No es una verdadera fiesta hasta que llega Natalia Rosón.- el chileno pasa su brazo por mis hombros, guiándome dentro de la mansión- Pasa, mi casa es tu casa.

—No es tuya.- respondo y mis ojos caen en la rubia- Cayetana.

Sus ojos me ven suplicantes y solo aprieto mis labios, asintiendo.