Capitulo 34

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-Cero no está, desapareció-

Los ojos de Diego mostraban una preocupación que nunca se había visto antes.

Klaus por otro lado se mostró despreocupado ante la situación, como siempre.

- seguramente ella está con Cinco o en algún lugar de la academia que no sabemos que existe o no lo sé y a quien le interesa? Igual vamos a morir - Klaus se encogió de hombros, se levantó del suelo resoplando, tomó una cuerda que nadie sabía de dónde había sacado y camino a la entrada de la sala.

A pesar de que Cero podía teletransportarse, era muy inteligente y podía estar en cualquier lado de la academia, Diego sentía algo raro dentro de él, él sentía y sabía que Cero no estaba ahí con ellos, ni siquiera cerca, lo cual era muy preocupante.

Suponía que era instinto de hermanos.

No solo porque el mundo entero estaba en riesgo, si no que a Diego le preocupaba su hermana, dónde podría estar, lo único que pudo pensar en ese momento fue en Cinco el sabría dónde estaba Cero, o por lo menos Diego tenía Fé en eso.

- entonces no te importa? dijiste que la querías y te importaba - Diego se dió vuelta para mirar a Klaus pero él le dió la espalda.

Escalón por escalón subía las escaleras sin ganas.

- la gente que amas y te importa viene y va, no son para siempre, solo queda resignarse y seguir con tu asquerosa y miserable vida - Klaus le contesto, casi ignorando a Diego y dándole la primera respuesta que le vino a la mente.

- ella si se preocuparía por ti Klaus, se nota que no sientes amor por nada y solo por tus drogas - Diego habló con seriedad, y veía a Klaus con frustración.

Entonces esa fue una gota que no debió caer y derramar el vaso, Klaus dió un pisotón, volteo a ver a Diego con rabia, y al igual que en su rostro su voz mostraba la misma emoción y energía negativa.

- amor?! Dime tú qué puedes decirme de amor ?! Tú no sabes lo que yo eh pasado, tu no conoces el infierno en el que vivo! y mi único consuelo son las drogas, para salir de este maldito y repugnante mundo en dónde vivimos-

Las palabras de Klaus fueron como puñetazos para Diego, estaba sorprendido por lo que había dicho y jamás lo hubiese imaginando.

Se quedó sin habla, solamente vio a su hermano con lágrimas en los ojos y las venas de su cuello hinchadas, darse la vuelta y subir rápidamente las escaleras.

Dió un suspiro y camino tras klaus quien ya había desaparecido entre los pasillos.

- ah...Cero dónde estás cuando más se te necesita-

Diego siguió hasta encontrar a Klaus en una habitación sola, sentado en una silla tratando de atarse a si mismo.

- necesitas ayuda? - preguntó Diego recargado en el marco de la entrada a la habitación, Klaus ni siquiera se tomó la molestia de mirarlo.


Diego miró hacia abajo y vio sus agujetas desamarradas, se agachó intentando amarrarlas pero con un brazo enyesado la tarea era toda una odisea.

- Podrías ayudarme, por favor - Diego se dió por vencido y suspiró, pensó muy bien lo que diría a continuación y con asco por fin pudo pronunciar dicha frase que le causaba tanta repulsión.

- Lamento lo que dije antes Klaus, solamente que me preocupa Cero  - Diego soltó sin más, luego miró a Klaus.

Klaus por su parte estaba viendo a Diego algo asustado y sorprendido por lo que había dicho, después de un momento volvió a hablar.

El diario de Cero.H ||TERMINADA|| (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora