XIII
Listos ya para el golpe del siglo. Listos ya para un acto genial. Planeándolo todo, con mucho cuidado. Seré respetado, amado, alabado por el gran portento que soy. Y mis sueños al fin llegarán. ¡Listos ya!
-El Rey León
El filo de la espada casi corta su mejilla. De nuevo.Magnus levantó la espada de Marguerite "La Llave" con fuerza, tratando de recordar las lecciones que había tomado de niño. Pero las lecciones de un niño no eran muy útiles contra una bruja que tenía el rostro de su madre.
Y a eso debía agregar la marea de sensaciones que lo acompañaban.
Se distrajo y la espada casi le corta la cabeza. ¡Magnus amaba su cabeza!
-¡Oye!
-¡Concéntrate!-Le gritó Alexander claramente irritado.
Estaban en un prado, habían tomado la decisión de detenerse. Aún faltaban unas horas para el atardecer y debían descansar antes de su enfrentamiento.
Bueno si podía llamar descanso a la intensa práctica de espada que Alexander decidió darle esa mañana.
-Es inútil-bajó la espada-. Tú deberías hacerlo.
Alexander enarcó las cejas. -Sabes tan bien como yo que solo tú puedes. Yo no le haría daño-Alexander suspiró y se acercó a él-. Sé que solo buscas retrasar lo inevitable.
Magnus explotó.-¿No lo ves? ¡Estoy practicando para asesinar a mi madre! ¡Mierda! ¿Escuchas lo que digo?
Escucharse decir esas palabras solo le recordaban lo absurdo de la situación en la que se encontraba. Hasta hace unos días era un simple chico que lo único que deseaba era sobrevivir a la Universidad. Y ahora era un heredero, ¿y qué heredaba? Una guerra a la que solo el podía poner fin.
Esas cosas solo pasan en los cuentos de hadas.
Sonrió con su propio comentario antes de ver al rey. Estaba desquitando su desesperación con Alexander, y no era justo. Su sonrisa desapareció. Esto era serio.
-Mira, yo lo siento. Es solo que nada de esto debía pasar, yo no debería estar aquí.
-Pero lo estás. Magnus, y está bien tener miedo. Sé lo asustado que estás en este momento, pero no es tu madre. La Primera Reina está esperándote en la brecha, la otra reina es tu enemiga. Tú dijiste una vez que hacemos lo que hay que hacer. Vamos, eres un héroe. Los héroes cargan con el peso del mundo orgullosos. ¿A caso no quieres que hagan una porno sobre ti?
Magnus soltó una carcajada liberando algo de presión. Lo miró agradecido, aún dudoso de cuál Alexander hablaba para él.
Hizo una nota mental de, si salía de este mundo, hablar más con el chico tímido de sus recuerdos.
Tragó al pensar que tendría que pasar sobre Cat primero. Oh, su Cat. Todos sus amigos estaban en casa, se preguntaba qué harían, si estarían bien,pero sobre todo, si lo extrañaban.
-Claro que quiero.-Contestó al fin, con una sonrisa tranquilizadora.
-Piensas en ellos, ¿no?
Magnus lo miró inquieto. No sabía que sus sentimientos fuesen tan evidentes.
Alexander sonrió de lado. -Magnus, yo también sé lo que es extrañar a alguien. No hay momento en el que no piense en mi familia.
Asintió. -¿Cómo lo soportas?
ESTÁS LEYENDO
Cuentos De Hadas Para Niños Grandes (Malec)
Fiksi PenggemarLa vida de Magnus era perfecta hasta que una noche perdió una parte de su luz. Una parte de él murió con ella. Pero no todo es pena y dolor, porque Magnus debe aprender a apoyarse en los sentimientos positivos para salir de un mundo que, aunque con...