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"Quizás, además de cobarde, también soy muy idiota"


Eunha caminaba rápidamente con los pasillos, rezando internamente por que el corredor en el que se encontraba el casillero de la menor se encontrara vacío. Había encontrado la manera de ganar tiempo y de hacer algo bonito con la última rosa. Bueno, siempre y cuando todo saliera de acuerdo al plan, claro.

Llegó a destino un minuto después, procurando asomarse antes de doblar la esquina para asegurarse de que todo estuviera despejado.

—¿Dejando otra nota? —la pregunta fue murmurada cerca de su oído, logrando que la pelinegra saltara del susto. Por un lado debido a la sorpresa y, por el otro, debido al hecho de que literalmente había sido atrapada con las mano en la masa.

Tardó unos segundos en calmar su agitado pulso, y se volvió para encontrar a Yerin sonriendo a su lado. Suspiró aliviada.

—Yennie, por favor —pidió, —no me des estos sustos nunca más. Mi corazón es muy débil para pasar por algo como eso otra vez. —La castaña rió en respuesta.

—Lo siento —se disculpó. —Pero a eso has venido, ¿no? —cuestionó, refiriéndose a la nota antes mencionada. Eunha asintió despacio enseñándole la cartulina azul cuidadosamente doblada que traía en su mano. —¿Sin rosa esta vez? —Cuestionó a lo que Eunha se limitó a asentir nuevamente. —¿Eso no es trampa?

—Sólo queda una última rosa, —explicó, —y no quería desperdiciarla en una nota explicándole a Eunbi por qué además de cobarde soy idiota —Yerin no pudo evitar reír ante el tono que había usado.

—Con que tienes un plan —afirmó, recibiendo un nuevo asentamiento en respuesta. —¡Me encanta! —Exclamó emocionada. —Ve —dijo inmediatamente después, empujándola levemente hacia el corredor vacío, —yo vigilo.

Eunha asintió por cuarta vez, ¿o acaso era quinta? Para posteriormente sonreírle a modo de agradecimiento a la mayor antes de correr rápidamente a colgar la nota. 

Roses [2EUNBI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora