Emilio
Aburrido. La palabra que define mi estado durante las últimas once horas. No recordaba que pasar el tiempo sentado en mi sofá con un café en la mano mientras escuchaba a Matías practicar en el piano o en la guitarra fuera tan aburrido.
Reviso mi teléfono y noto que Joaquín no se conectado desde anoche. ¡Bah, ni hablar con él puedo! Lo único que me reconforta es que lo veré en un par de horas en la plaza para entrar al cine. O al menos esa es la idea.
Boté mi celular y me recosté tratando de conciliar el sueño cerrando los ojos.
- Deberías entenderlo -dijo Joaquín quedando bastante cerca de mi rostro. -Sí yo fuera tu esposo, o tan siquiera tu novio te celaría igual.
Me acomodé en mi sillón mientras trataba de olvidar las dulces palabras que Joaquín me había dicho hace dos noches, y que habían quedado grabadas en mi memoria.
- Eres un hombre simplemente encantador; no sólo por tu forma de ser, aunque esa te da bastantes puntos. Pero me refiero a que cualquiera caería con tan sólo una de tus miradas. Estarían hechizados con tu aroma. Y querrían nunca separarse de tus labios.
Más palabras que sabía no podría olvidar en un buen rato.
¿Por qué Joaquín tenía que ser un príncipe? Encantador, amable, divertido... "Y con esposo, al igual que tú" me recordó mi consciencia, pero ciertamente, Joaquín tiene esposo y yo tengo esposo, lo que dijo aquella noche fue meramente cortesía.
*****
- ¿Entonces le pusiste el cuerno a Alejandro?
- Claro que no Talía, ¿no escuchaste nada de lo que dije? -habló Joaquín del otro lado del teléfono.
- Si, bastante bien y por eso lo digo: le pusiste el cuerno.
- Nada de eso, es sólo...
- Joaquín: dormiste con éste chico en la misma cama, le dijiste que era encantador y saldrás con él al cine en un rato, ¿eso no es ponerle el cuerno a Alejandro? -insistió.
- Somos sólo amigos. Si, dormimos juntos, pero nada más pasó. Le dije que era encantador, ¿y? Te digo que eres hermosa todo el tiempo y no por eso estoy enamorado de ti. Y el cine, salida de amigos, tú sales al cine con Sam todo el tiempo, y no por eso le pones el cuerno a Manuel con él.
- Tienes razón, pero no soy tu mejor amiga en vano y sé que la manera en que hablas del tal Emilio no es como amigos.
El sonido del teléfono indicaba una llamada entrante. -Debo colgar, es Ale.
- Hablando del rey de Roma -se burló la chica. -Llamaré en la noche para que me des todos los detalles de tu cita con Emilio.
- ¡No es una cita!
Unas risas se escucharon del otro lado de la línea. -Como digas. Adiós.
El castaño colgó y descolgó el teléfono con agilidad tomando la llamada. -Hey Ale, estaba pensando en ti...
- Si, si, Joaquín llegaré tarde a casa, así que no me esperes despierto -dijo tajante.
- ¿En serio? Oh, el trabajo debe estar consumiéndote.
- Así es -se escucharon unos cuchicheos. -Como sea, no me esperes. Adiós.
Y la línea se cortó.
Raro, pocas veces eran las que Alejandro llegaba tarde por trabajo, él nunca trabaja más que sus empleados.
Dejó el teléfono de la casa cargando y recogió su móvil. Una llamada perdida y dos mensajes de Emilio.
Hey, ¿cómo estás?
Ammm... ¿iremos al cine? Es decir, ¿sigue en pie?
Sonrió al instante en que terminó de leer.
¡Emilio! Me moriría sí no lo fuera, ya quiero verte :)
¿Te parece vernos en el café de la plaza como a las 5?
Tras enviar el texto pasó a otro chat y comenzó a redactar un mensaje.
¿Quieres conocer a Emilio? Te veo a las 4:30pm en el café de la plaza ;)
Por alguna razón le emocionaba la idea de que su mejor amiga conociera a su nuevo amigo, pero le emocionaba aún más verlo a él.
*****
- Emilio -susurró Matías moviendo con delicadeza al rizado. - Emilio...
El mencionado abrió de a poco los ojos espabilándose y enfocando a su esposo.
- ¿Qué, qué? ¿¡Está temblando!? -preguntó aún más alterado.
- No, nada de eso -lo calmó. - Me voy.
- ¿Qué?
- El ensayo, debo ir y bueno, regreso tarde. No me esperes.
- Creí que el ensayo sería el fin de semana.
- Lo, lo adelantamos, ya sabes cómo es Ricardo -argumentó.
Emilio no le dio más vueltas al asunto y asintió: besó sus labios y lo vio irse de la casa.
Suspiró pesadamente gracias al sueño y recogió su celular, abriendo con rapidez el mensaje de Joaquín; le parecía perfecto verse con él a las 5.
-Cinco... -miró su reloj- ¡Cinco con quince minutos, no puede ser!
Salió disparado a su cuarto, tomó una rápida ducha y se vistió, sin olvidar su fabuloso sentido de la moda y elegancia.
Llegó a la plaza casi una hora después de lo planeado, corrió hacia la cafetería y buscó con desesperación alguna señal de Joaquín, pero nada, probablemente pensó que no llegaría y se regresó a su casa.
Permaneció de pie tratando de decidir qué hacer, mientras que en una mesa lejana a la entrada una bella chica rubia miraba atenta.
- Mira a ese pobre chico -señaló discretamente la rubia. - Seguro lo dejaron plantado. Pobrecillo.
Joaquín se giró y sonrió plenamente al ver de quién se trataba.
- Es Emilio... -susurró. - ¡Hey, Emilio!
El ojimiel alzó la mano y comenzó a moverla de un lado al otro hasta que logró ser visto por el rizado.
Emilio se acercó hasta él y lo abrazó en un movimiento espontáneo para ambos.
Desde anoche no se había sentido tan cómodo: abrazar a Joaquín le hacía sentir como cuando era niño y se aferraba a Toby, su osito de felpa.
- Comenzaba a creer que no llegarías -habló el menor apenas se separaron.
- ¿Bromeas? Necesitaba en verdad verte...
ESTÁS LEYENDO
Somebody Loves You; Emiliaco (adaptación)
Fanfiction"Alguien te ama, y ese soy yo. Te lo prometo".