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𝗟 𝗢 𝗨 𝗜 𝗦 𝗔

Esta cama no puede ser mas cómoda, en verdad no la estaba pasando tan mal aquí, el ambiente (sin Paulo) era más relajado ahora, podía disfrutar el recostarme en un amplio colchón y aunque fuera por unos segundos, olvidarme de todo, concentrarme en mi misma.

Mi cuerpo me dice que estoy a punto de quedar dormida. Hasta que algo me interrumpe.
Abro los ojos rápidamente, ¿es mi imaginación?

El sonido del timbre inunda la casa por segunda vez, me levanto un poco confundida. Sería un poco extraño que Paulo no tuviera las llaves de su propia casa.

Bajo las escaleras antes de que suene otra ves el timbre.

-Hombre, abre por favor- me detengo de inmediato al escuchar el interfón, ahora le dio por llamarme hombre, ¿enserio?

Apresuró mi paso y cuando por fin estoy en frente de la puerta, cambió mi cara a una no muy agradable para mostrar mi enojo. Lo malo fue que está cara no me duro mucho.

Bueno, por lo menos a este si lo conocía.
Al otro lado de la puerta estaba
Cristiano Ronaldo.
Mirándome con una cara de total confusión.

Conociéndome lo siguiente que pasaría sería que le cerrara la puerta en la cara. Pero no.

Estaba tan sorprendida que mi cuerpo no respondía, aunque tampoco el de el. Los dos nos quedamos viendo por segundos hasta que lentamente el dio un paso atrás mientras buscaba algo en las bolsas de sus pantalones.
Hasta ese momento mi cuerpo reaccionó.

-No, espera- le dije y se quedó quieto, aunque su cara era de susto total.

-¿Qui..quien eres?- me pregunto y puedo asegurar que hasta la vecina podía ver su nerviosismo.

Y cuando pensé que ya no se podía poner peor la cosa, llegó otro chico. Genial, ahora tendría que darle explicaciones a dos personas.

-Paulo sabe que estoy aquí, digamos qué pasó algo muy extraño que no se si pueda contarles- y es verdad, tal vez Paulo no quería que nadie se enterara- oh, y mi nombre es Louisa-les dije para terminar.

-No se que decir, ni si quiera se si lo que dices es verdad, no podrías sólo llamar a Paulo y dejarnos hablar con el- me dijo el otro chico.

-El no ha llegado- les digo.

-Pero si hace ya más de una hora que salió de entrenar- me dijo no muy convencido.

-Pues entonces pasen y espérenlo- tal vez así dejen de pensar que soy una ladrona.

-No pienso entrar, vamos, esperemos aquí afuera - dijo el otro chico sentándose en la banqueta. Vaya, si Paulo era difícil no me imagino que será de este chico.

Mi tolerancia estaba llegando al límite, si ellos no me quieren creer pues que no lo hagan. Total eran sus traseros los que se iban a enfriar sentados en el suelo frío. No aguante más y me di la vuelta cerrándoles la puerta.

Subí a mi habitación, no sin antes pasar a la cocina y hacerme un sándwich, no quería tener que toparme con Paulo de nuevo.

𝗗 𝗬 𝗕 𝗔 𝗟 𝗔

Regrese un poco cansado del centro comercial, había intentado comprar los libros de Louisa, aunque solo tome el primer libro que encontré en la sección: educación. El título era "cultura general" seguro le serviría de algo.

Entré al fraccionamiento en en qué vivía y a lo lejos pude ver a dos personas sentadas frente a mi casa.

Conforme me iba acercando me parecían más conocidas, cuanto me estacioné frente a ellos entendí que se trataba de Andrea y Cristian, en otra situación estaría feliz de tenerlos aquí, pero no esta donde tenía a una extraña viviendo en mi casa.

Baje del auto caminando hacia ellos. Se levantan para quedar frente a frente.

-Dime por favor que conoces a la chica y que no acabamos de ser torpemente engañados por una ladrona- dice Cristiano.

No puedo evitar sonreír -Si, la conozco-
Las caras de ambos parecen descansar.

-Que bueno campeón, ahora nos debes una explicación- Andrea sonríe.

-Entren- es lo único que digo antes de dejarlos pasar a mi casa.

En cuanto entramos los dos se acomodan en el sofá, los imito y me pongo cómodo, lo que venía sería cansado.

-¿Donde está Oriana?- Cristiano rompe el silencio.

-Mexico- contestó- pero no está ahí por gusto, ni ella ni Louisa- ellos inmediatamente saben quien es Louisa.

-Oh, ya seguramente apareció mágicamente en tu cama y de la noche a la mañana estaba durmiendo a tu lado- dice Andrea irónicamente y se ríe con Cristiano.

Me rio con ellos, por mas ilógico que suene, eso había pasado exactamente.

Me levanto y me pongo frente a ellos, cruzando los brazos.
-Pues si, exactamente eso pasó- le digo aun con una sonrisa y ambos dejan de reír.

Consideraba que la situación era lo más gracioso, hasta que vi sus caras.

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Holaaaaaaaa
Estoy muy feliz por las personas que han votado, en verdad muchas gracias, por ustedes sigo aquí :)
Muchas muchas muchas muchas muchas gracias
Los tqm. 😋

Transmigración / Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora