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𝗗 𝗬 𝗕 𝗔 𝗟 𝗔

Desperté al lado de Oriana, como siempre ella manteniendo una distancia prudente entre cada uno de los dos, no es que sea tan romántico como para dormir abrazados y despertar con ella en mi pecho, pero tampoco me molestaría que se dejara tan siquiera abrazar por mi, pero para evitar todo el <<Me da calor>> <<Aléjate de mi que me pongo mal>> <<No me gusta, podrías alejarte>>, mejor mantenía mi distancia, comenzaba a ser algo normal para mi.

Me levanto cuidadosamente para no despertarla y una vez de pie, me dirijo hacia el patio de mi casa y me acomodo en la pequeña sala situada al lado de la piscina, intentando recordar que tendría que hacer este día.

Estoy planeando mis horarios en mi cabeza, cuando un pequeño ruido que venía de la entrada al patio llama mi atención, me mirada se encuentra con Oriana recargada en la puerta, de brazos cruzados y mirándome con una cara que no expresaba ninguna emoción.

-¿Porqué te levantaste?- dijo, ¿enojada? su rostro era indescifrable.

-Tenía... tengo hambre, ¿te apetece pedir algo para desayunar?- dije con una sonrisa, intentando que cambiara su expresión.

-Pues si quieres, yo que más puedo hacer- dijo no muy contenta.

Me limite a no decir nada y mejor regreso a mi cómoda posición en el sofá.

La verdad es que cuando comencé a salir con Oriana estaba muy feliz, ella era muy coqueta conmigo y eso era algo que a mi me encantaba, pero esa faceta solo le duró unas cuantas semanas.

Comenzó con "mudarse" lentamente, cada que venía a visitarme tenía una razón para traer algún objeto suyo y dejarlo en mi casa.

Y la verdad es que eso no me molestaba, ella en verdad me gusta mucho, aunque si algo me molestaba de ella era que...

- ¿De dónde vas a ordenar la comida?- iba a responder pero me interrumpió de nuevo - Si estás planeando llevarme a algún lugar, más te vale que sea uno con clase, no pienso ir de nuevo a un lugar barato como el de el otro día.

Justamente de eso estaba hablando, me molesta que solo quiera ir a lugares caros y "con clase" como acostumbraba llamarlos, no soporto que sea tan prepotente, se comporta de una manera grosera, y eso para nada es agradable.

Para evitar todo ese problema, decido ordenar algo y que lo traigan a casa, así evitaba quejas, o si las había por lo menos no me humillaría en algún lugar.

Retomando el tema de nuestra relación, la verdad es que lo nuestro ya no es como antes. Lo nuestro pasó de ser algo lindo, a algo comercial.

¿La razón por la que sigo con ella?.

Ante el mundo éramos la pareja perfecta, no era extraño encontrarme con páginas de fans nuestros, y Oriana no se cansaba de mostrarle al mundo quien era su novio, su Instagram estaba lleno de fotos nuestras, tiempo después me di cuenta que esas fotos eran las que tenían más likes en todo su Instagram , tal vez por eso mínimo me obligaba a fotografiarnos una vez por semana, y eso la verdad que no me molestaba para nada.

Así por lo menos, frente a una cámara era como Oriana me quería, lástima que cuando la cámara se apagaba, su "amor" por mi hacía lo mismo.

𝗟 𝗢 𝗨 𝗜 𝗦 𝗔

Cuando mi alarma sonó por segunda vez avisándome que iba tarde fue cuando decidí que debería levantarme ya. No con muchas ganas me arregle para ir a la universidad, intentando no tardar mucho o perdería el bus.

El trayecto no era para nada cómodo, no tenia el suficiente dinero como para pagar un taxi, por lo que en mi mundo la opción más barata era la mejor.

Estoy cursando el quinto semestre de universidad, en un mes inicia el periodo de exámenes por lo que tendría que redoblar esfuerzos, estos exámenes definirían mi promedio.

Cuando llegue me dirigí a mi área, me encontré con una que otra persona en el camino, unas se detenían a saludarme por amabilidad y otras simplemente pasaban de mi.

Estaba acostumbrada a esto, no soy para nada sociable, actualmente mi único objetivo es terminar mi carrera y poder conseguir un empleo digno, para demostrarle a mi madre que la buena para nada no era yo.

El día paso normal, cada clase se tornaba más aburrida, conforme pasaba el día mis ganas de llegar a mi apartamento y dormir aumentaban.

Tome todas mis clases y en cuanto el timbre sonó me dirijo a la salida en donde me encuentro con Emilio, este chico nunca se rendirá, desde que lo conocí en mi clase de matemáticas no ha parado de pedirme una cita, incluso considere aceptar su propuesta, pero justo cuando le iba a decir que aceptaba lo encontré muy ocupado besándose con una chica castaña por lo que decidí mejor olvidarlo y sólo pasar de el, algún día tendría que aburrirse. Espero que ese día no esté muy lejos.

-Hola preciosa- dijo Emilio, pase de contestarle y solo seguí mi camino.

-Ey, ey, ¿Que pasa, estás molesta?- esta vez si respondí.

-No lo estoy, solo que no se que día vas a entender que quiero que me dejes en paz, por favor- dije esto último más tranquila.

-No creo que ese día esté muy cercano-hasta parece que sabe leer mi mente -Entonces, ¿quieres salir conmigo?- dijo, y vaya que este chico no se iba a rendir tan fácilmente, no se quien de nosotros dos sea más difícil.

-No- respondí con una sonrisa en mi rostro.
El me respondió esbozando una sonrisa aún más grande que la mía, se acercó peligrosamente a mi por lo que di un paso hacia atrás, causando un choque entre mi espalda y un casillero.

-Algún día, nena- dijo en mi oído para después continuar su camino, el mismo que debí ya haber tomado si no quería llegar tarde a casa.

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Holaaaaaaaaa, soy nueva escribiendo esa historia, espero que les guste muchísimo y den mucho apoyo, muchos votos y comentarios por favaaaaaar.
Quiero aclarar que no soy una escritora profesional y estoy esforzándome muchísimo por lograr tan siquiera pasar por escritora, les pido de su ayuda para que este proyecto siga, los tqm.

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Transmigración / Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora