¡Estas son nuestras reglas de casados!

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La ceremonia tuvo una boda con pocos invitados pero llena de lujos. Ash y Eiji sonrieron en todo momento, parecían realmente recién casados.

—¡Que vivan los novios!— gritaron los invitados cuando ambos bailaron una pieza— ¡Beso, beso, beso!

Ash y Eiji se miraron con asco.

—Lo haremos rápido.
—Esta bien.

Se dieron un beso corto y sonrieron. Cuando la fiesta termino, se dirigieron a su nuevo hogar. Dino les había conseguido un departamento bastante lujoso, así que días antes había trasladado sus cosas.

Llegaron, se miraron el uno al otro molestos y apataron miradas haciendo pucheros.

—Buenas noches— dijeron ambos y cada uno se encerro en su habitación.

—Buenas noches— dijeron ambos y cada uno se encerro en su habitación

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Eiji desperto primero y decidió hacer el desayuno.

—Ya despertaste— Ash miro la cocina buscando comida en la sartén— Oye, ¿y el mio donde esta?
—¿Acaso soy tu sirvienta? Tienes manos, preparate un sándwich.
—Que genio.

Gruñó y se sirvio cereal para después sentarse en el comedor.

—Ya que estaremos viviendo juntos hay que poner algunas reglas.
—Me parece bien.

Ash tomo una hoja y comenzó a escribir, cuando la tuvo lista la mostro hacía Eiji.

"Reglas de la Farza

1. Cada uno tendra su habitación.
2. Ambos seguirán trabajando como de costumbre.
3. Una vez al mes deberán visitar a los padres del otro.
4. Queda prohibido hablar sobre la fazar a cualquier otra persona, sino, el contrato quedara anulado.
5. Solo habra afecto cuando se esté en público.
6. No se puede conciliar una relación amorosa con alguien hasta terminar el contrato.
7. La farza solo durará seis meses a partir de la fecha de casados."

—Si estás de acuerdo firmalo.
—Falto la más importante: Yo Ash prometo pagarle a Eiji la mitad restante en 6 meses.
—Esta bien… — tomó la hoja y lo escribió— listo, ¿estas feliz?
—Muy feliz.

Tomo el bolígrafo y firmó, Ash hizo lo mismo.

—Bueno, yo me voy— cogió sus malestas y salio a la puerta

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—Bueno, yo me voy— cogió sus malestas y salio a la puerta.
—¿Eh? ¿A donde vas?
—Dino nos regalo un viaje en crucero por 5 días.
—Yo también quiero ir, nunca me he subido a uno.
—¿No que no me soportas cariño?
—¡Lárgate, espero que se hunda el barco!— dijo molesto y se fue a su habitación.
—Volveré en 5 días, no salgas, pueden verte y sospechar.

Ash sonrió y salió de la casa.

Eiji se quedo en casa mirando el televisor, limpiando la sala, ordenando las cosas de su habitación, regando las plantas y finalmente se recosto a media sala.

—Estoy aburrido… yo nunca he ido en un crucero… debí insistir, no era necesario irnos juntos todo el viaje… aaaa que tonto fui.

Se recosto mirando el techo.

—¡Ha, lo tengo!

Entro en su habitación y busco en su celular eventos de varios días.

—Dijo que no saliera, pero puedo ir disfrazado jaja nadie lo notara. Ahora veamos… aquí hay conciertos, lluvia de estrellas, campamentos, grupos de Tai-chi… vaya, si que he desperdicio mi tiempo…

Su celular comenzó a sonar, una llamada de Ash.

—¿Y ahora que? Bueno, ¿que quieres?
—Oye, ni se te ocurra salir de la casa, recuerdalo.
—¿Yo? ¿Salir de casa? Soy un inocente chico sumiso japonés, no lo haría…
—Más te vale o me las pagarás.
—Si, si, adiós.

Miro su celular sonriendo y busco un evento de su interes.

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