Breaking the Rules +18

capítulo 04

El timbre anuncio el final de la clase

¡Por fin viernes!

Salí del salón junto a las chicas dirigiéndonos a nuestra habitación.

— Hoy nos vamos de fiesta —le avisé a ambas— Os váis alistando que en un par de horas nos vamos

— Está bien —dijo lo rubia—

— No hay problema —habló la pelirroja—

(...)

Le di un último retoque a mi maquillaje y salí de la habitación encontrándome con las chicas

— Estáis preciosas tías

— Gracias —habló las pelirroja con un ligero sonrojo—

— Ese vestido te queda genial —dijo la rubia—

— Gracias

(...)

Llegamos a la discoteca y nos fuimos directamente a la barra

— Vosotras que queréis chicas —hablé un poco alto por el volumen de la música—

— Soju —hablaron las dos al mismo tiempo—

— Un Gin-tonic y dos botellas de Soju —le pedí al barman—

— Enseguida hermosa —habló coqueto el barman— Aquí tienes —me estendió las bebidas junto a un papel con un número telefónico—

— ¿Me acaba de tirar los tejos? —pregunté sorprendida y ambas chicas asintieron—

— Vamos a una mesa —pidió la pelirroja—

Nos sentamos en la única mesa libre de todo el lugar tomando nuestras bebidas

(…)

Luego de cinco rondas seguidas de chupitos sentía como el alcohol tomaba el control de mi cuerpo

— Vamos a bailar chicas —les agarré del brazo llevándolas a la pista—

La música era muy fuerte, saltamos y bailamos al ritmo de ella. Me sobresalté al sentir un cuerpo pegado a mi espalda que movía sus caderas al ritmo de las mías, giré mi cabeza para ver de quién se trataba, era un chico alto con el cabello castaño, no podía ver bien su rostro por el alcohol y la escasa luz de el lugar. Movía mis caderas restregándome más contra al chico quién comenzaba a besar mi cuello. Me giró y atacó mis labios con fiereza pegando nuestros cuerpos.

— Vamos a mi casa, preciosa —susurró con voz ronca en mi oído—

— Vamos —encendí mi móvil y les envíe un mensaje a las chicas diciéndoles que me iría—

El chico agarró mi mano sacándome de la discoteca y subiéndonos a un taxi. Mientras el taxi avanzaba yo estaba sentada encima del chico besándonos mientras movía mis caderas restregándome contra su creciente erección.

— Eres una gatita traviesa —gruñó en mi oído dejando besos húmedos y mordidas en mi cuello—

Me agarró de la cintura aumentando la velocidad de mis movimientos de cadera.

— Llegamos —habló el taxista rompiendo nuestra burbuja de placer—

Bajamos del coche y el chico pagó al taxista. Entramos al edificio directo al ascensor, él volvió a besarme hasta que las puertas de este se abrieron. Abrió la puerta de su departamento la que cerró estampandome en ella, agarró mis glúteos alzandome para que me agarrara de su cintura. Me llevó a su habitación dejándome en su cama quitando toda mi ropa.

— Eres hermosa —besó mis pechos sacándome varios gemidos—

Retiro su camisa junto a sus pantalones dejando al la vista sus ajustados boxers haciendo que mi vista se posará en el notable bulto de éstos.

— Lista para gozar gatita —gruñó en mi oído—

— Más que lista —gemí sintiendo su miembro tocar mi feminidad—