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Eran las cinco de la tarde, estaba frente a la TV, viendo un dorama cuando el timbre sonó. ¿Quién viene a ésta hora, cuando solo estoy en ropa interior y una camisa enorme de Yukhei?

Cuando abrí la puerta vi a Donghyuck con cara de extreñido y en pánico, ni siquiera deje que entrara cuando ya había entrado. Lo vi ir hacia la cocina y beber agua.

- Eh, ¿hola?

- ¡Renjun necesito tu ayuda! -. Se arrojó en el sofá, cerré la puerta y me le acerqué -. Mark y yo vamos a cumplir dos años mañana y no sé que darle entonces estaba hablando con Wonyoung y dijo que hiciera cross dressing ¿viste los mensajes?, fue en el grupo, creímos que habías muerto -. Se levantó y empezó a caminar por la casa -. Ella dijo que no me podía acompañar, Chenle no quiso y tú eres mi ultima opción, ¿vamos a una sex shop y después a la tienda en la que compras faldas y crees que no sé?, por cierto, ¿qué haces con eso y por qué no nos dices?

Suspire, dejándome caer en el sofá, él se me lanzó encima y me besó la mejilla.

- Uno, ¿por qué le haces caso a Wonyoung?, dos, ¿una sex shop, yo en una sex shop? -. Se rió de mí -. Y tres, no lo sé, están guardadas y me gusta cómo se ve.

- ¿Sí me acompañas? -. Se alzó para verme -. Si no, te hago aegyo.

- Sí voy.

Sonrió y se levantó corriendo hacia mi habitación como si fuera su casa, suspire y me levante.

- ¡Hay bragas!

Dios me salve de hyuck.

Dios me salve de hyuck

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- Dios, qué pena.

Me cubrí la cara con las manos mientras hyuck caminaba por la sex shop como si fuera un lugar completamente normal para él.

- Un plug dorado -. Lo miró por unos segundos -. Me lo llevo.

Siguió caminando y me metí al pasillo menos vergonzoso de ese lugar, el de los choker.

Olvidenlo, ¿por qué son tan lindos?

- ¿Te gusta alguno? -. Me volteé a ver a la chica que me sonreía -. El negro se te vería bonito.

- No, no. . .

- Este llegó hoy.

Dejé de decir lo que estaba apunto de decir, era negro, fino y tenia una patita en medio en color dorado.

Que fetichero me saliste, Renjun.

- Puedes ponerle tu nombre.

Minutos después, salí con una pequeña bolsa y Donghyuck con tres bolsas medianas, no quiero saber qué tanto compró.

Entramos a la tienda de la que Donghyuck hablaba, era rosada y habían un montón de cosas bonitas que juro algún día conseguiré un sugar daddy para que me compre todo.

Cliché | NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora