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Donghyuck me acompaño hasta la puerta de la casa-mansión de los Lee, se giro para verme y me agarró de los hombros.

— Tres cositas, uno, te va a doler, dos, no hagas nada que no quieras y tres, no olvides decirle que eres virgen cuando esté poniéndose intenso —. Lo miré mal y se encogió de hombros —. Bueno, ve.

Me paré frente a la puerta, suspirando.

— Anda, a crecer, bu.

Antes de que pudiera decirle algo salió corriendo. Toqué el timbre y salió Ryujin, me sonrió y me dejo pasar.

— Hola —. Me guió hacia adentro —. ¿Quieres agua, jugo, gaseosa?, dejame llamar a Jeno.

Subió corriendo las escaleras y apareció Doyoung con una sonrisa —. Hola otra vez, Renjun.

— Hola hyung.

Me abrazó por los hombros y me llevo a la cocina.

— Renjun, cariño.

Yo amo a ésta señora, se los juro, cuando sea grande quiero ser como ella pero sin tantos hijos.

— Señora Lee.

Me extendió un trozo de pizza y me guiñó un ojo, Doyoung me sirvió un vaso de jugo de durazno y luego llegó Jaehyun.

— Ya me voy —. Me volteó a ver y lo salude con la mano —. Wow, Renjun, estás muy bonito.

— Gracias —. Me sonroje y Doyoung me pellizco los cachetes.

— Me alegra que Jeno y tú sean amigos de nuevo, siempre me caíste súper bien.

— Dejen de acosarlo —.Jeno entró a la cocina con Ryujin y Yeeun detrás — ¿Ya se van?

— Sí, sí.

¿Irse?, no, no se vayan.

— Les estoy dejando la cena hecha, volvemos mañana al medio día —. Habló la señora Lee.

— Sí mamá, ya.

— Bueno, nos vamos.

Doyoung, Yeeun, Ryujin y la mamá de Jeno caminaron hacia la puerta, Jaehyun se me paró al lado y se inclinó.

— Oye, Jeno me cuenta todo —. Lo miré confundido —. No hagas nada que no quieras.

Me ahogue con un trozo de pizza y Jeno me dio palmaditas en la espalda.

Cuando reaccioné estábamos completamente solos.

Cuando reaccioné estábamos completamente solos

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Bueno, todo iba relativamente normal. Estábamos comiendo mientras veíamos una película, con las luces apagadas y los dos bajo una manta.

Por un momento creí que me había puesto bragas, afeitado completo y echado perfume hasta donde no me pega el sol por nada.

Cliché | NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora