Cap 2: Problemas

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–Bip bip bip–. Sonó una alarma en aquella habitación.

Una mano que buscaba poner fin aquel ruido infernal, eran las 8 de la mañana. Entre tanto buscar por la comoda tiro un manotazo y tumbó el despertador, lo que ocasionó un ruido mayor. El sueño del chico había desaparecido, puso su mano en su cabellera blanca, miraba el techo de su habitación. Cuando una voz rompió la paz encerrada en aquellas paredes:

– Kyota está el desayuno, baja que tenemos visita–. Dijo Shiro que era la madre de Kyota.

– Si, en unos minutos bajo–. Dijo el chico dándose cuenta que aunque hubiera detenido el despertador su sábado iba hacer frustrado por su madre.

El chico tomó una ducha, recogió su cuarto se vistió y pensaba mientras recogía su almohada.

–Tengo un mal presentimiento, Sora no ha venido a molestar hoy, estoy seguro que ya son más de las 8:15 am, seguro debe estar tramando algo después del número que él y Ayase montaron el jueves–.
El chico suspiro mientras tiende la cama y abré la puerta de su cuarto, baja por las escaleras cuando suelta un bostezo. No se había acostado temprano ayer.

–¿Qué pasa?–. No dormiste bien anoche-. Dice la madre mientras termina de servir el desayuno.

– ¿Quién es la visita?–. Dijo el chico mientras se sentaba en la mesa.

– Ah, es unos amigos nuestros de cuando la escuela nos invitan a pasarnos unos días con ellos en la playa–. Dijo la madre mientras se acerca y mira la cara de su hijo casi dormida.

– ¿Vas a ir?–. Replicó la mujer mientras se sienta a desayunar.

– Paso, tengo planes–. Dijo el chico

–Tu amigo Sora me dijo que cada vez que te invita a algo siempre tienes planes, creo que deberías dejar de estudiar y socializar–. Dijo la madre preocupada.

– Sora, claro solo piensa en divertirse–. Añadió el chico.

– Bueno también me dijo que hiciste un comentario, que era, a sí que tenías una novia–. Dijo Shiro mientras se ponía el dedo debajo del labio.

– Ese Sora no sale vivo de está–. Murmuró el chico mientras rompe la tostada.

– ¿Qué dijiste?–. Expresó la madre que no había escuchado el comentario de su hijo.

–¿Qué si vas a llevar vino en la cesta?–. Dijo el chico evadiendo el anterior comentario.

– Si, es que nos vamos hoy por la tarde, sólo esperamos a que llegué tu papá–. Dijo la mujer contenta cómo una niña.

– A qué bien, bueno solo tengo que decir que vendrá una chica para hacer un trabajo escolar–. Dijo el chico mientras recoge sus traste y los coloca en el fregadero.

– Esa no será, tú novia verdad–. Dijo la mujer con voz pícara.

– No sólo es, una compañera de aula–. Dijo el chico mientras subía las escaleras.

– Otra cosa, avisame a las tres–. Dice el chico mientras asoma la cabeza.

Fue para su cuarto parecía un cadáver, miró su reloj a las 8:50 me da tiempo a seguir durmiendo. Se lanzó sobre su cama y quedó dormido como una piedra.
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– ¡¡¡Kyota!!!–. Gritó  la madre desde el otro lado de la puerta.

– Son las 3:10, llevo diez minutos llamándote–.Dijo la madre mientras siente un timbre.

– ¿Qué?. No me digas que ya llegó–. Dijo el chico mientras toma su toalla y va para el baño.

KuroHanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora