KuroHana

Cap 3: Duda

Otra mañana vacía, me costó trabajo ayer convencer a la chica de que no la estaba rechazando. Todo gracias al intelectual de mi amigo Sora y claro a la mente maestra detrás de todo Ayase. Hoy tengo una cita en el estudio, de verdad no me interesaba mi carrera como modelo, solo lo hago para ganar algo de dinero. Además tengo otro pasatiempo que no es nada popular, pero me ayuda a salir del diario. Esta vez se levantó antes que sonará el despertador, lo desactivó, se baño y se preparó. Cuando su madre lo iba a llamar, ya el chico estaba bajando las escaleras.

– Buenos días, mamá–. Dijo sentándose en la mesa.

–Buenas–. Dijo la madre asustada al ver la actitud de su hijo.

– Mamá, mamá, puedo ir a la casa de Yui–. Dijo Sota el hermano pequeño de Kyota.

– Claro pero acuérdate que debes regresar temprano hoy–. Dijo la Madre mientras le acomodaba la camisa.

– Hola hermano–. Dijo Sota saltando sobre Kyota.

– Sota, ya hiciste los deberes–. Dijo Kyota abrazando al pequeño.

– Si, acuérdate que prometiste ayudarme con Mate–. Dijo el pequeño.

– Ok, pero procura pórtate bien–. Dijo Kyota poniéndose de pie.

– Ok–. Dijo Sota corriendo hacia la puerta.

La madre de Yui vino a buscar a Sota, nuestras familias siempre se han llevado bien.

– Pero, que no se lleven como Ayase y yo–.

Si no lo mencioné antes, Yui es la hermana pequeña de Ayase, la cuál se lleva muy bien con Sora. Entre tanto ajetreo había olvidado por completo la cita. El chico miro el reloj de la pared y quedó impactado...

– !!!Qué!!!!, Solo faltan 15 min–. Dijo el chico para salir corriendo también.

La madre quedo impactada todas las personas de la casa había salido corriendo, además se habían levantado solos. La mujer se preguntaba así misma.

– Habrá tenido efecto mi plan, bueno solo adelante todos los relojes de la casa 10 min–.

Entre todo el caos del tiempo ninguno se había dado cuenta, menos la abuela, que salía en ese mismo momento de la habitación. Su cuarto debería llamarse cuarto de relojes o quizás habitación de tiempo.

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El chico que iba los más rápido que podía sabe que una llegada tarde en esta carrera es fatal. Al ir acercándose al estudio sintió una voz.

–Kyota-sempai–.

El chico miro por todos lados y frente al edificio central había una chica con un vestido de flores y el cabello rubio.

–Por aquí, Kyota-sempai–. Añadió la chica mientras agitaba su mano.

El chico disminuyó la velocidad hasta llegar a la muchacha.

– Saeko, que tal todo–. Dijo mientras se quitaba el casco.

– Todo bien, se podía saber por qué el sempai iba tan rápido–. Dijo la chica intentando buscar una respuesta.

– Es que llegó tarde a una cita en el estudio–. Dijo Kyota que aún se encontraba apurado.

– No crees que te citaron muy temprano–. Dijo la Saeko mientras busca el móvil en el bolso.

– Es que ya casi son las 8:50 am–. Dijo el chico mirando hacia el estudio pero aún no había abierto.

– Ah, tu móvil está mal, son las 8:30 aún–. Dijo la chica mostrándole el móvil.