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Para las y los nuevos, tengo un apartado llamado "Anuncios" ahí dejo pequeñas cositas, hoy, junto con este cap, dejé una nota. Ahora sí, disfruten.

De camino a casa había visto que en una zona verde que solía estar desocupada habían terminado de montar los juegos y demás cosas de la feria, cuando el taxi se detuvo frente a la casa el sol del medio día me quería cegar y a no ser por las gafas lo hubiese conseguido, pagué y tomé la caja de libros en mis manos, subida en mis tacones y con ese peso en mis manos rogaba al cielo que mi equilibrio bastara.

-¿Te ayudo? -voltee a mirarla, caminaba a mi lado.

-Ya no -puse la caja en la mesa del porche, me voltee y le sonreí, estaba en tenis y yo me veía más alta.

-¿Supiste que ya está la feria? -sonrió y asentí.

-Pensaba decirle a Zelena que me acompañara -pasé la llave por el picaporte y entramos, la casa estaba vacía, yo había trabajo en la mañana, papá estaba en el taller y mi hermana dando clases- ¿irás?

-Killian me dijo que fuéramos hoy, pero va un amigo de él y me dijo que consiguiera una amiga -esa vocecita dubitativa.

-¿Soy esa amiga? -abrí la refri y saqué un jugo de naranja.

-Solo si quieres serlo -puso dos vasos en el desayunador.

-Si hace mucho frío no será tan gracioso -la miré y rodó los ojos.

-¡Vamos!

-Veo que esto era más una obligación que una decisión -reí y empecé a caminar con mi vaso en mano hasta el sofá.

-Podría ser -arrastró sus palabras y reí.

-Tengo que estudiar, rindo examen el sábado -la miré y suspiró- puedo ir -sonrió pero la detuve antes de abrazarme- pero tienes que irte ya de aquí para poder estudiar -le sonreí.

-¡Me voy! -chilló y se empinó el vaso de jugo, me dio un abrazo y salió corriendo de la casa.

En el sofá se quedó pegada un poco de la brillantina de su habitual traje de baile; esa tarde me dediqué a leer y hacer notas, traía encima una alegría desmedida que se reducía a Emma y su incontrolable sonrisa, era una chica encantadora y llena de una chispa demasiado brillante, pasadas las cinco de la tarde me duché y me arreglé: leggins calientitos, abrigo de cuello alto, botas hasta la pantorrilla y un gorrito que sujetaba mi cabello, todo negro, menos mi gabardina blanca, bajé para tomar un té cuando la puerta se abrió y escuché la carcajada de papá junto a la de otro hombre, me voltee y ahí estaba: Hade.

-¡Hola, Regina! -me tendió la mano y se la tomé, estaba tan sonriente que tuve que sonreír.

-Hola, ¿venían juntos? -sonreí y él asintió.

-Papá me pidió que lo dejara en el trabajo, y bueno, pasamos por él -me dijo Zelena y asentí- ¿vas a salir?

-Sí, voy con Emma y Killian a la feria -la miré y asintió.

-¿Así que me quedo solo? -papá miró a Hade y él sonrió.

-O nos acompaña, Henry -¿Henry? ¿Ya estaban en confianza? Eleve mis cejas y Zelena me miró sonriente.

Zelena movió su mano llamándome y subí con ella, me tomó del brazo y sonreí, Hade y papá estaban sentados en un sofá charlando como los mejores amigos.

-Así que... Henry -susurré y ella se rió bajito.

-Tal vez a papá le cayó un poco, demasiado bien -me miró, sus mejillas se sonrosaron y la abracé.

GIROS -swanqueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora