●FINAL●

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~Leer, de preferencia, escuchando "Instead" de Black McGrath.~











-Bueno, yo nunca he logrado ver formas en las estrellas -susurré y se volteo a verme con sus ojos enormes y la boca abierta, me reí- ¿Qué?

-¿Cómo que no? -chilló y negué con la cabeza riendo- ¡Estás loca, Regina!

-Mamá tampoco podía, ni papá, ni Zelena, ni...

-Ya entendí, ¡nadie! -estaba exasperada y yo reía- cuando tenga un bebé -llevó las manos a su vientre y dejé de reír, ella volteo a ver el cielo estrellado y se acostó sobre la manta- le voy a enseñar a ver las formas.

-¿Quieres ser mamá? -susurré y ella me miró y sonrió.

-Sí, uno o dos, no lo sé -elevó sus hombros y suspiró- siempre quise tener un hermano o hermana.

-Es genial -me acosté a su lado y giré mi cabeza para mirarla.

-Sí, bueno, lo he visto en ustedes dos -me miró.

-Tus bebés serán lindos, con tus ojos verdes y el cabello rubio -pasé mi mano por su cabello y suspiró.

-Los tuyos también -susurró y sonreí.

-Bueno, habrá que ver si decido tener.

-¿No quieres? -abrió sus ojos y elevé mis hombros.

-Sí, pero no sé si vaya a ser una buena mamá -miré al cielo que dejaba ver las estrellas. Había dejado de llover unos días atrás y ahora solo hacía frío.

-No lo serás, podrías ser la mejor mamá que exista en el mundo -la miré y ella me miró.

-Sí, bueno, tú igual -sonreí.

-Tal vez podremos ser mamás juntas -soltó de repente, mi corazón se aceleró y le quité la mirada.

Nos llenó un silencio, esa frase que dejaba tantas posibilidades abiertas en una puerta evidentemente cerrada, era la noche antes del gran día. Habíamos puesto un par de sábanas en el balcón del cuarto de papá, ahí nos habíamos ido a acostar y de repente habíamos empezado a hablar de las estrellas que nos saludaban a lo lejos; Emma era de esas que forman leones y mil cosas más con ellas, yo nunca había aprendido a leerlas, esa noche dejamos esa conversación y ella empezó a enseñarme cómo unir formas, fue la primera vez que logré armar una, había sido un corazón y Emma estaba realmente eufórica por mi nuevo "logro".

La mañana siguiente ella se marchó muy temprano y Zelena y yo empezamos a bajar las maletas y cajas de mudanza, faltaban pocas cosas por guardar; Emma no sabía que casi todo se iba, subí a mi habitación pasaditas las diez de la mañana a ducharme y vestirme, vi mi vestido verde de mangas largas y que no sobrepasaba mis muslos con sus respectivas mallas y tacones, me lo puse todo y con eso, mi sombrero verde; crucé la calle con mi bolso de cosas para peinar y maquilla, al entrar en la casa de Emma habían mil y una flores que empezaban a subir al auto para llevarlas al salón, Mary y David rondaban por ahí acomodando todo, saludé y subí, la habitación estaba limpia y Emma estaba sentada en su cama en braguitas, sujetador, mallas y tacones, su cabello caía húmedo a su alrededor mientras revisaba su celular, me apoyé en el marco con los brazos cruzados y sonriendo.

-¿Cómo estás tan tranquila y tu familia tan... loca? -ella me volteo a ver de inmediato y sonrió.

-Estás preciosa -susurró y sonreí.

-Tú igual -le guiñé un ojo y cayó en cuenta de que estaba descubierta.

-No sabía que ibas a llegar rápido -se levantó y se puso su bata de baño.

GIROS -swanqueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora