Kūdetā: Black Ops [ItaSaku]

Capítulo 11: Nieve

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Kūdetā: Black Ops

Capítulo 11: Nieve

―Sasuke, ¿Podríamos ir a visitar a Sakura-san? ― pidió Yuuki un domingo por la mañana, apenas una semana antes había regresado a casa y Sasuke se mantenía vigilando en todo momento que su esposa no fuera raptada de nuevo.

Para la pelinegra había sido exagerado que el concejo hubiera puesto un par de guardias fuera de la casa que debían seguirla a todo lugar que quisiera ir, pero Sasuke no estuvo en contra y decir otra cosa sería ir contra los ancianos.

―¿Te sientes mal? ―preguntó el hombre, sin entender porqué otra razón ella querría ver a la kunoichi.

―Me siento en perfectas condiciones. ―aseguró, alisando las arrugas inexistentes de su ropa en un intento de ocultar su nerviosismo.

―Hmnp... podemos ir por la tarde.

Yuuki sonrió, empezando a hablar sobre la comida que llevaría y las flores que le daría a Sakura cuando fueran a visitarla. Sasuke no entendió mucho de aquello, lo único que pudo hacer fue mandarle una de sus invocaciones a su ex compañera de equipo para avisarle.

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―¡Tienes que ayudarme, Sakura-chan! ―se quejó el ninja rubio, lloriqueando mientras devoraba su almuerzo.

―Te dije que esto pasaría.

―¡Tengo una gran idea! ―volvió a gritar el Uzumaki, era una suerte que en el lugar no estuviera tan lleno a esa hora, aunque pocos se atreverían a ir en contra del futuro Hokage. ―¿Por qué no te casas conmigo?

―¿Acaso estás loco?

―¿Porqué no? ―lloriqueó ante la negativa. ―Soy mejor prospecto que Itachi.

―Eres un idiota, eso es lo que eres.

―Hay mucha maldad en tu corazón, Sakua-chan.

―Además puedes casarte con la hija de Hiashi Hyuuga. Ella siempre ha estado interesada en ti, desde la academia ninja.

―¿Hinata-chan?

―¿Pues quien creías? ¿Hanabi? ¿Ya te estas volviendo un pederasta?

―Solo le llevo 3 años... ¿quieres que te recuerde cuantos años se llevan Itachi y tú? ―se burló el rubio. ―¿Sabes que hay países en los que es ilegal estar con alguien tan menor?

Sakura estaba a punto de darle un golpe en el brazo cuando un halcón llegó a posarse en la mesa, ambos conocían esa invocación, el ave los reconoció y les dio un corto saludo antes de dejar la nota que el Uchiha tenía para ella y salió volando de nuevo.

―¿Qué dice? ―preguntó Naruto antes de que la pelirosa siquiera abriera el papel.

―Yuuki-san desea verme.

―¿Por qué quiere verte?

―Estas muy enfadoso el día de hoy, Uzumaki. ―se quejó Sakura. ―Mejor ve a decirle a Hiashi que si te quieres casar con alguna de sus hijas, estoy seguro que no le molestará la noticia, aunque estará a favor de que sea Hinata.

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Sasuke y Yuuki llegaron al edificio donde vivía la pareja a las cinco en punto.

Sakura no sabía que esperar, habían limpiado el lugar para que se viera presentable, aun así, era extraño recibir a alguien.

―Buenas tardes, Yuuki-san. ―le saludó, esperando quitar la atmosfera incomoda que se formó en cuanto sonó el timbre. ―Sasuke.

―Perdón por interrumpir sin avisar con tiempo, Sakura-san.

―No te preocupes, pasen.

―Me alegra que ya te veas mejor, Yuuki-san. ―dijo Itachi, en una forma tan natural que fue imposible para los otros tres ninjas no sentir un poco de envidia ante lo político que podía ser el mayor.

―Gra-gracias, Itachi-san. Yo... quería venir para agradecerles personalmente lo que hicieron por mí.

―No necesitas agradecer nada, Yuuki-san. ―la interrumpió Sakura, sin evitar notar la belleza de la muchacha. ―Tu eres la esposa de Sasuke-kun, y eso también te convierte en alguien importante para mí. En familia.

―¿Porque Itachi-san y tu...?

―No deberías de arruinar las sorpresas, Yuuki-san, aún no se lo pido.

―¿Qué?

―¿Eeeh? ¿De verdad lo arruiné?

―Itachi, deja de bromear con eso.

―¿Y si no es una broma, Sa-ku-ra?

―¡Por kami! ¡Habrá una boda, Sasuke-kun! ―gritó alegre la Uchiha, con estrellas en los ojos.

Salir de complejo Uchiha, sin ninjas detrás de ella cuidado cada paso que daba era un alivio, además esa semana también había servido para unirse más con su esposo, lo que también le quitaba la sensación de condena a su matrimonio.

No podía pedir más, y tampoco lo buscaba cuando le pidió a Sasuke que la llevara con su ex compañera de equipo y hermano, de forma sincera solo quería agradecerles por haberla salvado.

Nunca había hablado con ellos antes de ese día, no podía negar los celos que sentía de la kunoichi, pero ahora que los veía juntos supo que no existía ese tipo de química entre ellos. Además, la forma en que Sakura e Itachi se veían era inconfundible.

―¿Te quieres casar conmigo, Sakura?

―Si...

―¡Se van a casar, Sasuke-kun! ―chilló feliz Yuuki, expresando toda la felicidad que los otros dos ninjas parecían poder decirse solo con palabras.

―Felicidades, Aniki.