Capítulo 1.

958 62 64
                                    

Al igual que todos los días, tan pronto como se escuchaba la campana que anunciaba la hora de descanso, los estudiantes salían al patio para almorzar y conversar con sus amigos. Cada grupo se encontraba dentro de su propio pequeño mundo y de una manera u otra se creaba la ilusión de que todo era perfecto.

Decir que había gente popular en aquella escuela sería una exageración, pero sí había algunos chicos más conocidos que otros. Bang Chan estaba entre ellos. No destacaba sólo gracias a su apariencia, misma que llamaba la atención por ser extranjero, sino que también su personalidad era difícil de ignorar. Era risueño, amable, optimista, paciente... En fin, una persona muy agradable.

Medía un poco más de un metro con setenta centímetros, su piel era pálida, su desordenado cabello café oscuro siempre encontraba la manera de verse bien y su encantadora mirada parecía susurrar "Acércate y háblame".

Sus mejores amigos eran Seo Chang Bin, Hwang Hyun Jin y Kim Seung Min.

El primero era el más bajo del grupo, pero de algún modo también era el más intimidante. Tenía cabello corto, lacio y negro, mismo color que compartía con sus ojos. Los demás solían verlo como un joven que era abierto únicamente con sus amigos cercanos, eran pocos los que se esforzaban por conocerlo mejor. Bien, a veces mostraba cierto carácter que funcionaba como repelente, pero no era una mala persona.

Hyun Jin era... interesante. Se sentía solo, pero prefería ocultarlo y dejar sus pensamientos como algo muy privado. Parecía auténticamente feliz cuando podía pasar ratos agradables en compañía de sus amigos y eso le bastaba. Era un poco más conocido que Chan, muchas chicas suspiraban por él y soñaban con pedirle una cita. Su piel se veía perfecta en todo momento, adornada por un pequeño, pero precioso lunar debajo de su ojo izquierdo; su oscuro cabello era digno de admirar cada vez que movía la cabeza y su sonrisa era simplemente contagiosa.

Sin embargo, en ningún grupo puede faltar el chico responsable, trabajador y algo tímido... Tal vez por esa razón Seung Min llegó a sus vidas cuando el segundo semestre dio inicio. Una mudanza lo había obligado a dejar atrás a varios amigos, a su antigua escuela e incluso a una novia, según un rumor. Creyó que comenzar desde cero no sería nada fácil, pero Chan se encargó de demostrarle lo equivocado que estaba. En cuestión de un par de días, ese chico de piel blanca, cabello castaño claro y hermosa sonrisa había encontrado muy buenos amigos.

Chang Bin caminaba junto a Chan, dirigiéndose hacia su lugar preferido para sentarse a comer, mientras le contaba una divertida anécdota que ansiaba soltar desde la primera clase.

—Entonces, mi papá regresó a casa con una barra de jabón. Se veía tan feliz y orgulloso por haber cumplido con un encargo, pero cuando mi mamá y yo empezamos a reír, él no pudo entender qué estaba pasando... Los tres terminamos riendo como locos cuando le dijimos que habíamos pedido jamón, ¡no jabón! —Soltó una carcajada.

El castaño rio también, llegando finalmente al sitio que tanto les gustaba: una banca cerca de la biblioteca. Era uno de los puntos menos ruidosos del patio y, gracias al amplio techo que le cubría por completo, siempre podían contar con una buena sombra para soportar los días calurosos o con un refugio en los días lluviosos. Además, el espacio era suficiente para cuatro o cinco personas.

—Tu papá es todo un caso —tomó asiento y suspiró, logrando tranquilizarse—. ¡Tienes que contárselo a Seung Min! Sabes cómo le gustan ese tipo de confusiones —fue lo último que dijo antes de abrir el recipiente en el cual llevaba pasta y un poco de ensalada.

—Lo haré —asintió—. Por cierto, ¿en dónde está? Hoy es viernes, se supone que tiene clase contigo antes del descanso.

—Se quedó atrás... con Hyun Jin, creo.

—Le enviaré un mensaje.

Chang Bin sacó su teléfono celular del bolsillo posterior de su pantalón y se sentó junto a Chan.

—¿Podrías pedirle que me traiga un jugo de manzana si es que pasa por la cafetería, por favor? Dile que se lo pagaré después.

—Claro...

Escucharon pasos acercándose a ellos y ambos levantaron la mirada al mismo tiempo, pensando que se encontrarían con sus amigos... Pero no fue así. En su lugar estaba un estudiante que, al igual que Chan, venía de Australia.

Su nombre era Lee Felix. Recientemente había teñido su lacio cabello de una intensa tonalidad rojiza y había empezado a usar maquillaje para esconder las pecas que tenía por todo su rostro.

—Disculpa... —Habló en voz baja, casi como si tuviera miedo—. Chris... —Llamó al castaño por su nombre en inglés.

—¿Qué haces aquí? ¿Qué demonios quieres, rarito? —Chang Bin frunció el ceño.

—Oye, me busca a mí, no a ti —Chan defendió de inmediato al pelirrojo, volteando a ver a éste con una sonrisa cargada de amabilidad.

El pelinegro no dijo nada y prefirió concentrarse en el mensaje que le estaba escribiendo a Seung Min.

—Sólo quería devolverte tu cuaderno... —Murmuró Felix, extendiendo el objeto mencionado hacia el otro australiano e ignorando a Chang Bin—. Gracias.

—De nada. Me alegra ver que ya te sientes mejor y... Bueno, no estoy diciendo que espero que te enfermes con frecuencia, pero puedes tomar prestadas mis notas cada vez que las necesites.

Felix asintió y susurró otro agradecimiento, pero antes de que pudiera alejarse, el castaño lo detuvo sujetando su muñeca.

En ese mismo instante, Chang Bin se le quedó viendo a su amigo con una curiosa expresión facial que parecía querer decir "Si lo invitas a sentarse con nosotros, estás muerto para mí".

—¿Qué...? ¿Qué pasa? —Logró preguntar Felix a pesar de lo nervioso que se había puesto.

—Mañana habrá una reunión en mi casa y me gustaría que fueras —respondió Chan casualmente, sin borrar su sonrisa—. Será divertido.

—Lo pensaré...

Con esas palabras, el joven pecoso recuperó su libertad y pudo irse, con la mirada agachada, como siempre.

—Por favor dime que mis oídos me engañaron y que no acabas de invitar a Lee Felix a la reunión de mañana —bufó Chang Bin—. ¡No puedo creerlo! ¿Por qué lo hiciste?

—Contrólate, ¿quieres?

—¿Sabías que los rumores acerca de ese chico resultaron ser ciertos?

—¿Y qué? —Se encogió de hombros—. Estamos en el siglo veintiuno, por si no lo sabías —agregó, riendo un poco y dándole al contrario un suave golpe en el brazo—. No deberías tener la mente tan cerrada.

—Chan, es que es raro...

—Deja de molestarlo por su orientación sexual, ¿sí?

—Pero...

—Detente a pensar un momento. ¿Qué harías si un amigo tuyo fuera gay? ¿Lo tratarías como tratas a Felix?

—No... Yo no... —Suspiró—. Olvídalo.

Seung Min y Hyun Jin llegaron poco tiempo después, cargando con un par de bolsas llenas de comida que vendían en la cafetería, sacando primero el jugo de manzana que Chan había pedido. Se sentaron con sus amigos y comenzaron a hablar con emoción acerca de la reunión que se llevaría a cabo al día siguiente.

Continuará.

.............................

¡Hola!

Miren, es un fanfic HyunMin cuyo primer capítulo ni siquiera parece HyunMin, perdón. Ya verán cómo avanza el asunto...

Empezó a llover y me entró la inspiración para esto, qué cosas. Jajaja.

Espero que sea de su agrado. Nos leemos en el próximo capítulo.

El día que lo cambió todo [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora