Capítulo 16.

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El corazón de Seung Min latía con fuerza mientras su mirada se quedaba perdida en la de su amigo pelinegro. Ese segundo beso había sido tan diferente al primero, pero no sabía siquiera cómo empezar a describir por qué.

—¿Y bien? ¿Sentiste algo? —Hyun Jin cuestionó tras varios segundos de haberle regresado al más bajo su espacio personal.

—¿A qué te refieres con esa pregunta?

—Ah... Creo que ni yo mismo lo sé —admitió levemente avergonzado—. Mira, sólo quiero que me digas con toda honestidad qué tal estuvo, qué sentiste... ¿Entiendes?

—Fue raro.

—¿Cambió algo?

Se quedó callado durante varios segundos, como si tuviera miedo de que su respuesta fuera a provocar algo malo.

—Tal vez sí... Como el beso de aquella noche.

—No, eso es diferente, Minnie. Habíamos acordado que ese beso no cambiaría nada entre nosotros —expresó, aunque con cierta duda.

—Pero lo cambió todo —agregó el castaño, recordando la angustia que se había apoderado de él ante la sensación de que estaba perdiendo a su amigo. No deseaba volver a pasar por algo así.

Con un suspiro, Seung Min pensó que lo mejor era dejar las cosas tal y como estaban. Hyun Jin había querido besarlo una segunda vez y él se lo había concedido, eso era todo, así que ya podían seguir con sus vidas como los amigos que eran...

Al menos eso creía, convencido de que permitirse darle paso a un sentimiento más fuerte era arriesgado.

—De acuerdo —la voz del más alto lo sacó de sus pensamientos—, dejaré de fingir que soy un tonto y aceptaré que el primer beso sí nos hizo cambiar —suspiró—. Incluso tuve miedo de perderte como amigo.

—¿Ahora comprendes a qué me refiero?

—Sin embargo... —Interrumpió al castaño—. ¿No lo has pensado? Tal vez todo cambió en esa ocasión porque no sabíamos qué estaba pasando en nuestros corazones.

—¿Qué...? ¿Qué estás diciendo?

El tono en la piel del rostro de Seung Min bien podía compararse con el de un tomate. Sabía cuándo Hyun Jin bromeaba y cuándo hablaba en serio, por lo que no pudo evitar sentir una ola de nervios recorrerlo de la cabeza a los pies.

¿Qué demonios significaba "No sabíamos qué estaba pasando en nuestros corazones"? ¿Acaso Hyun Jin sentía algo profundo? ¡¿Acaso él estaba a unos instantes de escuchar una declaración de amor?!

—Seung Min...

—¿S-sí?

—Piénsalo, por favor —pidió Hyun Jin antes de dar media vuelta y seguir con el camino hacia la escuela.

—¿Eh? ¡Espera!

Seung Min tuvo que correr un poco para alcanzar al pelinegro, haciendo inconscientemente un puchero al escucharlo reír y decirle algo como que llegarían tarde a la primera clase si no se daban prisa.

De una manera u otra, a pesar de lo ocurrido, Hyun Jin estaba actuando como si nada. Su única petición para Seung Min había sido que pensara en sus palabras y buscara una respuesta dentro de su corazón.

Felix pasó toda la mañana tratando de descubrir por qué su novio parecía diferente al Chris de siempre, incluso los profesores le llamaron la atención por estar tan distraído.

Varias horas después, cuando por fin fue libre de salir a almorzar, el pelirrojo decidió aprovechar que el otro australiano y él habían sido los primeros en llegar al punto de reunión de siempre. Le pasó a Chan unos palillos y uno de los recipientes con trozos de carne de cerdo empanizada sobre una cama de arroz al vapor que había preparado.

—Gracias.

—¿Podrías decirme qué pasa? —La voz de Felix se escuchaba sorprendentemente suave, como si estuviera asustado o nervioso—. ¿Acaso estás enojado conmigo?

—Por supuesto que no. ¿Por qué piensas eso?

—¿Ya no quieres que cocine para ti? Sé que eres un chico muy independiente y tal vez ya te empieza a molestar que siempre quiera preparar el almuerzo para ambos. Si es así, puedo entenderlo y dejar de hacerlo.

—No es eso. Tu comida me encanta y en verdad te agradezco mucho que quieras cocinar para mí.

—Entonces, ¿por qué estás enojado?

—Felix, no estoy enojado —aseguró el castaño.

—Está bien. Si no es eso, entonces... ¿Qué sucede? —Insistió—. Si es por lo de ayer, puedes decirlo directamente —soltó un suspiro y agachó la mirada—. Te lo dije, ¿no? Nunca había estado así con otra persona, sé que mi falta de experiencia tal vez lo arruinó en algún momento y...

—¡Basta, Felix! —El mayor lo interrumpió—. En la mañana te dije que lo de ayer fue maravilloso, ¿por qué tienes que regresar a ese tema? —Dejó el recipiente con comida a un lado unos momentos y colocó una de sus manos encima de la mejilla del pecoso, haciendo que éste alzara la mirada—. Escúchame... No importa si fue tu primera vez o si no tenías experiencia, estuvimos juntos porque así lo deseamos, ¿no? —Esperó por una respuesta, pero el contrario ni siquiera se movió—. Contéstame, Lix.

—Sí —el pelirrojo asintió.

—Te quiero mucho y no me arrepiento de lo que pasó.

Chan cerró por completo la distancia entre sus rostros y besó los labios del menor, primero con delicadeza, poco después con más pasión, apartándose sólo para descender con más besos por el cuello ajeno. Los suspiros placenteros de Felix eran como música para sus oídos.

Tal vez habrían llegado más lejos si Chang Bin no hubiera llegado al lugar.

—Oye, Chan, se supone que debes comer la carne, no a quien la preparó —comentó entre risas, acercándose sin pena alguna a tomar los palillos y llevarse a la boca uno de los trozos de carne.

Felix se apartó inmediatamente de su novio, con las mejillas completamente rojas.

—¡Eso es mío! —Se quejó Chan.

—Sólo quería probar un poco —le devolvió los palillos y se sentó junto a él antes de sacar su propio almuerzo—. Te dejaré agarrar de mi comida también.

Chang Bin no parecía sentirse mal o avergonzado por haber interrumpido semejante momento entre su amigo y Felix.

—Eres increíble —bufó el mayor de los australianos.

—Lo sé —sonrió el más bajo, haciendo como que aquellas palabras en realidad eran un cumplido.

Chan volteó a ver a Felix y sonrió de lado. Era obvio que aún tenían una conversación pendiente, pero ésta tendría que esperar.

Continuará.

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Perdón por tardar en actualizar.

Apreciemos que Chang Bin ya no está tan impactado ante el hecho de que Chan tiene una relación con Felix.

¡Nos leemos en el próximo capítulo!

El día que lo cambió todo [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora