HOUSE OF M [wanda maximoff]

04

— Llegamos. —

  El hombre miraba la gran edificación frente a él, luego volteó hacia la chica que la acompañaba. Se veía en su mirada que estaba dudando de la decisión que tomó, tal vez aún había posibilidad de redactarse.

— ¿Me vas a decir ahora quién eres? —dijo Wanda antes que nada.

— Logan para ti, linda. —ella rodó los ojos— ¿Quieres entrar? —

— Yo creo que no, mejor me... —

— Ay, vamos. —la interrumpió— ¿Por qué aceptaste venir en primer lugar? —ni siquiera ella sabía la respuesta, por lo que solo se cruzó de brazos y se abrazó a sí misma— ¿Tiene que ver con tu grupito súper poderoso? ¿Eres una espía? —ella rió por lo absurdo del comentario.

— No se que es este lugar, eso me haría una mala "espía". —

— Eso se puede arreglar. —él camino hacia atrás y apuntó a una placa de mármol que se encontraba al lado de un pilar— Esta es la escuela Xavier para jóvenes talentos, o más bien mutantes. —

  A la vengadora se le iluminaron los orbes cafés que poseía.

— U-una escuela para jóvenes con... ¿poderes? —

— Si, mi amigo es un demente. —dijo mirando hacia arriba, contemplando la imponente mansión.

— ¿Me llamaste, Logan? —una voz se escuchó luego de que la puerta se abriera y de ella saliera un hombre en silla de ruedas. Se posicionó entre ambos.

— ¿Us-usted es... ? —

— Charles Xavier, un gusto señorita Maximoff. —le dijo amablemente.

— Un gusto para mi también... —pronunció con su acento sokoviano.

— Si no es mucha molestia, ¿qué la trae por aquí? —

— Am... —logró decir, pues unos pequeños nervios comenzaron a aparecerse en ella, el de garras lo notó.

— Yo la invité. —el telepata lo miró confundido— La encontré en la ciudad y creí que sería buena idea que conozca tu bonita guardería, ¿viste en las noticias que la relacionaron con nosotros? Qué estupidez. —

— Logan... —lo regañó el telepata.

— Es increíble. —habló la vengadora, a lo que el telepata le respondió al mostrar su rostro sorprendido— Un lugar donde jóvenes con poderes puedan aprender a utilizar sus poderes en vez de reprimirlos... deberían haber más lugares así. —

— Es por eso que cree esta escuela, no quería ver a mutantes siendo oprimidos —su tono de voz pasó a desilusión— o experimentando con ellos... no los dejaré. —le respondió el dueño del lugar.

— Son más de 400 niños de distintos lugares del mundo que se educan aquí, y esperamos que sean cada vez más. —continuó Logan, cosa que sorprendió a Charles.

— Esto... es increíble. —la chica no tenía palabras, su percepción estaba cambiando totalmente.

— ¿Quieres ver más? —

— ¿Qué? —lo miró sorprendida, no esperaba eso— Señor Xavier... —

— Dile profesor, lo adora. —musitó en tono de burla, el de la silla rodó los ojos.

— No se si sea buena idea, yo... —dijo nerviosa.

— ¿Cuál es el problema? Si es que te detiene ser parte del grupo Vengadores, que sepas que a mi no me genera problemas. —