Donde un detective policial, una recaudadora de deudas ilegal, un asesino por contrato, una ex militar mercenaria y un niño prodigio, forman un equipo para combatir los crímenes más violentos de la ciudad.
"Cariño no digas que quieres a un chico mal...
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Estaba observando al azulado cielo sobre mi, cuando alguien muy familiar se inclinó sobre mi. Su pálido rostro entró en mi campo de visión y su cabeza se inclinó a un lado. Sus negros ojos brillaron con una leve curiosidad y le comisura de sus labios se curvó en una apenas notable sonrisa. El estiró su mano hacia mi para ayudarme a levantarme del suelo, pero lo ignoré y me levante por mi misma. Limpie el polvo de mi brillante naranja mono, luego la sangre a un lado de mi boca con la parte de atrás de mi mano y comencé a alejarme.
-¿En serio Jin-Ah? Pensé que ya habíamos pasado esto.-Hyunjin dijo con clara diversión en su voz. Luego señaló a el grupo de convictos detrás nuestro y preguntó: -¿Así es como te entretienes por cierto? ¿Molestando gente que son claramente más grandes que tú y comenzando peleas de la nada?
-Ese hombre estaba teniendo una conversación demasiado alta cuando trataba de dormir ayer.-Solté en respuesta. No me importo que tan mezquina soné, era esa clase de persona que simplemente no olvidada simplemente y perdonaba los errores de otros.-Ahora vete y déjame sola.
-¿No te agrado?-Hyunjin protesto y continuo caminando a mi lado.
Ya eran dos semanas desde que habíamos vuelto a prision de resolver nuestro segundo caso y ya no veía la hora de salir otra vez. Estaba esperando que Jackson viniera por nosotros pronto, pero no había nada que pudiera hacer más que esperar. Los días se volvían lentos y más lentos otra vez y me encontraba mirando hacia la pared que rodeaba la prision mas seguido.
-No es que no me agradas.-Murmure, cruzando mis brazos en mi pecho y mire alrededor del patio de la prision. Había convictos parados alrededor en pequeños grupos y había guardias caminando ida y vuelta sin parar. Algunos hacían ejercicio, otros peleaban, hablaban y reían como si fuese otro día más. Un hombre alto y musculoso me había dado una golpiza, pero no me importaba porque al final el fue llevado a las celdas de confinamiento solitario, donde tendría que pasar la siguiente semana. -No confió en ti. Hay una diferencia.
-Eso es bueno, porque no deberías, pero eso no se significa que debas ignorarme.-Respondió y siguió sonriéndome.-Estoy aburrido.
-¿Tienes idea de que tan aburrida estuve estos últimos 6 años?-Solté, repentinamente molesta.
Aun así, Hyunjin pregunto algo que no esperaba. Sus oscuros ojos brillaron y su rostro se puso extraño.-Entonces por que... ¿Entonces por que no trataste de escaparte?
Contuve mi respiración por unos momentos y lo observé con una expresión seria en mi rostro. No pude evitar pero resoplar y negar con mi cabeza apenada. Todos al principio cuando venían a prision pensaban en eso eventualmente.
-Lo he estado pensando, pero no es tan simple. No podía decidir entre estar atrapada aquí, pudriéndome o pasar el resto de mi vida ocultándome. Luego Jackson apareció de la nada y finalmente tengo una chance.
