Capitulo 6

76 4 0
                                    

Dos años después...

   Eran las doce de la noche mientras me escabullía de la casa hacía el salón de entrenamientos para encontrarme con Logan, mi ruta era la de siempre, bajaba a la cocina y de allí salía por la puerta trasera, los arbustos me servían de camuflaje evitando que los escoltas me descubrieran. Cuando llego al salón las luces están apagadas como siempre pero el inconfundible aroma a lavanda de Logan me envuelve y gimo cuando me abraza por la espalda y sus manos se cuelan por mi camisa hasta mis senos.

—llegas tarde —susurra mordiendo el lóbulo de mi oreja— mí monita —dice mi apodo y gimo, hace tiempo dejó de molestarme y en estos momentos me excitaba.

—lo siento —digo dándome la vuelta para besarlo, él me corresponde pero luego me pone contra la pared dándole la espalda y me restriega su erección en mi pompa. Besa mi cuello y asciende a mi oreja, la cual lame. Terminamos desnudos en una cama improvisada y nos dejamos llevar por el deseo, solo era eso, no había amor. Nuestros encuentros sexuales comenzaron hace un año y este salón era nuestro lugar de encuentro, veníamos cada vez que podíamos y recordabamos nuestro trato: solo sexo y placer, nada de amor. Todo acabaría cuando uno de nosotros decidiera sentar cabeza pero mientras tanto en este lugar a oscura eramos amantes y fuera de el eramos muy buenos amigos, nos queríamos y daríamos la vida por el otro sin importar qué.

—¡Logan! —gimo sintiendo sus fuerte embestidas, no falta mucho para correrme y al ver su rostro se que el esta igual que yo— ¡AH! —grito cuando el tan esperado orgasmo llega.

—¡mierda! —gime él cuando mis paredes vaginales aprietan su pene, da un par de embestidas mas y se corre.

   Al terminar nos quedamos acostados mirando hacia el techo respirando entrecortadamente, una delgada sabana cubría nuestros cuerpos y el silencio nos envuelve.

—tengo que contarte algo —me dice colocándose de medio lado y apoyando su cabeza en una de sus manos.

—dime —me coloco boca abajo, mi espalda queda al descubierta y el coloca su otra mano ahí comenzando a acariciarme.

—empezaré la universidad en una semana —suelta y sonrió— pero estudiante fuera del país, me iré mañana —mi sonrisa muere.

—¿que? —pregunto molesta— ¿por que no me dijiste antes? ¿por que ahora? —si el se iba me quedaría sin mi amigo y cómplice, odiaba que me ocultaran las cosas y él más que nadie lo sabia.

—no sabia como decírtelo —se excusa y me levanto de la cama improvisada buscando mi ropa— Roxan, escúchame por favor.

—¿para que? —digo vistiéndome — me lo ocultaste y sabes como me encabrona que me oculten la verdad, se supone que somos amigos y nos decimos la verdad aunque duela —ya no era esa chica débil e inocente de hace dos años, mis manos estaban manchadas de sangre que le pertenecía a personas podridas y asquerosas que a mi parecer no merecían seguir viviendo, se que no soy quien para juzgar pero cuando a la AC llegaba alguien que había lastimado a un inocente de gravedad yo estaba ahí para darle el castigo que merecía.

—lo se monita —dice estando en frente de mí, solo tenía puesto el brasier y las bragas. Intento golpearlo pero el detiene mi brazo y lame mi cuello causando que gima— pero podemos escoger entre terminar la noche peleados o satisfechos —mete su mano en mi braga e introduce dos dedos en mi vagina— tu decides —miré su pene erecto y todo el enojo se fue a la mierda para ser sustituido por el placer.

Chica MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora