Capítulo 16

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  El día había llegado y para que negarlo, estaba muy nerviosa. Mientras me colocaba el comunicador y veía a mis compañeros alistarse mi mente no dejaba de repetirme que hoy enfrentaría una parte de mi pasado, una muy dolorosa. Era irónico que uno de los que me violaron fuera el padre de Paul y que por su culpa perdiera a mi bebé, su nieto. Si, el destino era una mierda.

—muy bien chicos, llegó el día —digo llamando la atención de todo mi equipo— ya todos saben el plan, hay que traer a ese bastardo aquí y hacerlo pagar —miro el rostro de cada uno memorizando sus rasgos— esten atentos y cuídense, espero verlos a todos cuando regresemos.

   Todos asiente y nos colocamos las capuchas, caminamos al estacionamiento subterráneo en donde nos esperan cuatro camionetas negras y me subo a una de ellas junto a Dayana y Tony. El trayecto a la casa de Rogers fue un poco largo, tuvimos que detenernos un kilómetro antes y de allí seguir a pie para no ser detectados.

—Lucrecia haz tu magia —digo por el comunicador cuando llegamos a la casa. Nos dividí en dos grupos uno era dirigido por Dayana y Tony, entrarían por atrás y el segundo era dirigido por mí, entrariamos por el frente.

listo... —esa fue la señal para entrar. A los dos guardias que vigilaban el frente los dejamos inconscientes y para asegurarnos de que no despertaran y pidieran refuerzos les inyectamos un sedante que los dejaría fuera de combate hasta mañana. Entramos a la casa y los recuerdos me bombardearon la mente, sin poder evitarlo ví a una Roxan de quince años sumamente feliz, recostada en el sofá, abrazada a su novio y viendo una película de  terror.

Roxan, Rogers está arriba durmiendo —escucho la voz de Tony a través del comunicador.

—muy bien, tu y Dayana se quedarán a vigilar —ordeno y subo con mi equipo al segundo piso. No tuve que revisar puerta por puerta para saber cuál era la habitación de Rogers y su esposa, recordaba cada rincón de esta casa a la perfección. Al abrir la puerta veo a Rogers y su esposa Sara dormir plácidamente, con sigilo entramos y me posiciono del lado en donde duerme el maldito mientras mi equipo rodea la cama y le doy dos golpes en la mejilla para despertarlo.

—¿que demo...? —dice abriendo los ojos pero se queda petrificado al vernos a su alrededor y a mi apuntandole.

—¿Rogers? —pregunta su esposa con los ojos cerrados y al abrirlos coloco mi dedo índice sobre mi capucha en donde están mis labios para indicarle que haga silencio mientras uno de mis hombres le apunta con un arma.

—¿quien demonios son ustedes? ¿que quieren? —pregunta con autoridad aunque sus ojos reflejan miedo.

—es hora de pagar Rogers Brown —digo y con el mango de mi arma golpeó su nunca dejándolo inconsciente.

—¡ROGERS! —su esposa al ver la escena suelta un grito de terror y le hago una seña al hombre que le apuntaba para que la duerma.

—es hora de irnos —todos asienten y dos de mis hombres cargan el cuerpo inconsciente de Rogers hasta la camioneta y nos dirigimos devuelta al cuartel.

—¿ahora cuales son tus órdenes? —pregunta Dayana y pienso un momento que hacer. Quiero hacerlo sufrir, quiero verlo llorar y quiero verlo morir pero para ello tengo que tener la cabeza fría y en estos momentos se que si vuelvo a acercarme a él me romperé.

—encarguense —miro por la ventana y suspiro— saquelen toda la información que puedan pero no lo maten, de eso me encargaré yo —ellos asienten y cuando llegamos al cuartel soy la primera en bajar de la camioneta e irme del lugar.

___***___

—como ya sabrán el baile es de máscaras, los que deseen ayudar en la decoración para el baile de graduación pueden ir entre las tres y cinco de la tarde al salón de fiestas —mientras como mi almuerzo veo a Miranda sobre una de las mesas de la cafetería hablándole a todos los estudiantes— el comité de baile estaría muy agradecido.

    Muchos de mis compañeros aplauden emocionados y cuando Miranda baja de la mesa casi todos se colocan a su alrededor para hablar con ella. El baile ya se había convertido en el único tema de conversación, los pasillos estaban llenos de afiches con frases como “tu noche especial junto al chico ideal” “un baile con el chico de tus sueños” o “la chica especial para ti en una noche inolvidable” y no olvidemos las elaboradas peticiones de los chicos para que una chica aceptará ir con ellos, iban desde trabajados carteles a globos y chocolates.

—ya tengo mi vestido —miro interrogante a Gio cuando se sienta enfrente de mi— ¡es perfecto!

—¿enserio? —pregunto con tono acusatorio— ¿en que tienda lo compraste? —ella sonríe nerviosa y lleva un mechón de su cabello detrás de su oreja.

—es...es una tienda nueva, no la conoces, tuve que mandarlo a hacer —bufo y sonrío dándole la razón.

—me tendrás que llevar algún día —le doy un bocado a mi almuerzo— ¿crees que tu diseñador quiera hacerme uno a mi también? —le pregunto con insinuación y ella entrecierra sus ojos con algo de molestia.

—¿que estas insinuando Roxan? —sus delicadas uñas repiquetean en la mesa.

—nada, solo pregunto —rio y tomo su mano— vamos, no te molestes conmigo, sólo bromeaba.

—a veces tus bromas no dan risa.

—a ti no, a mi si —rio otra vez— pero ya, mi madre me dijo que nuestro departamento en Londres está listo y podremos instalarnos después de vacaciones.

—eso es fantástico —expresa con emocion— ya quiero que visitemos el Bing bang.

—después del baile me gustaría que me acompañarás a un lugar —jamás creí pisar de nuevo el lugar en donde pase mi niñez pero antes de irme a otro país necesitaba respuestas— es importante, prométeme que irás conmigo por favor.

—claro que si Roxan, lo prometo —toma mi mano y suspiro. Cuando una de nosotras necesitaba el apoyo, ayuda y comprensión de la otra, aceptabamos sin importarnos de que se tratara, sin importarnos el tiempo o el lugar.

    Salimos de la cafetería y nos vamos a nuestras clases quedando en vernos en la tarde para ver películas en mi casa.

—buenas tardes alumnos —dice el profesor Ramírez y todos hacen silencio. un hombre bajo de cincuenta años, un poco regordete pero muy amable— se que están emocionados por el baile pero les pido que se concentren en mi clases por favor —todos asienten y el profesor comienza a escribir en la pizarra explicando un ejercicio.

    Estoy concentrada en la clases hasta que un avioncito de papel cae sobre mi mesa, en ala derecha tenía escrito “léeme”, aliso el papel y este en su interior tiene escrita un pregunta:

¿Quieres ir al baile conmigo?
Atte: Nick

   Levanto la mirada y busco al remitente de la nota. Nick me saluda y siento como mis mejillas se calientan sin poder evitarlo, bajo la mirada al papel y escribo en el mi respuesta para después lanzarselo devuelta. Él lo mira y sonríe, escribe algo en el y me lo vuelve a lanzar.

“¡Genial! Hablemos después de clases”

    oh por dios ¡¡Tienes una cita para el baile!! Escucho a mi conciencia celebrar y comienzo a creer que me estoy volviendo loca.

   Juego con mi lápiz mientras espero la hora de salida. Nick es uno de los chicos más guapos de la secundaria y que me invitara al baile me puso nerviosa, desde que entré aquí sólo intercambiamos algunas palabras pero nunca entablamos una conversación como tal.

—bueno chicos, nos vemos el próximo viernes —el profesor recoge sus cosas y sale del salón seguido de varios estudiantes.

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Propiedad de Marianny1428.
No al plagio, se creativo y escribe tu propio mundo.
XOXOXO.

Chica MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora