Chica Mala

Capitulo 13

  Los rayos del sol se cuelan por las cortinas de la habitación de Gio y me alumbran en el rostro, con algo de pereza me doy media vuelta para seguir durmiendo pero ya no es lo mismo. Me levanto y arrastrando los pies camino hacia el baño, hago del uno y después de lavarme las manos cepillo mi cabello y limpio mis dientes. Al salir del baño veo que Gio duerme aún y niego, siempre se le pegan las sabanas, salgo de la habitación y bajo a la cocina, ahí encuentro a la señora Danika preparando el desayuno.

—¡Buenos días Roxan! —dice animada mientras corta fruta.

—buenos días —sonrío y me siento en uno de los taburetes.

—les preparé panqueques con miel y mantequilla, podrías llamar a Gio por favor —asiento y vuelvo a la habitación, ¡sorpresa!, Gio sigue dormida.

—Gio despierta —la zarandeo y ella se queja.

—dejame dormir un rato más Roxan.

—tu madre me pidió que te despertara —le digo quitándole las sabanas.

—¡esta bien! —golpea la cama con sus brazos— dile que ya bajo —asiento y vuelvo a la cocina, para cuando Gio baja ya yo he terminado mi desayunos y le escribo al señor Rogelio para que me venga a buscar.

—¿ya te vas? —pregunta Gio mientras come.

—si, tengo varias cosas que hacer pero más tarde te escribo para que cuadremos el día en que iremos a comprar los vestidos —ella asiente muy emocionada y me despido de ella y su mamá.

    Al llegar a casa subo a mi habitación y en la cama encuentro una nueve milímetros junto a un traje de cuero con capucha muy parecido al de un ninja y una nota escrita por mi padre.

Este es un regalo para que te defiendas y nadie fuera de tu equipo sepa tu identidad, usalo esta noche.

    Sonrío y guardo todo en mi armario, aun falta mucho para reunirme con los que serán mis compañeros de equipo así que decido ir al gimnasio a entrenar un poco. Me coloco un legins negro, una franelilla negra con verde y unos zapatos deportivos, bajo a la cocina para tomar una botella de agua y me dirijo al gimnasio, caliento un poco y voy a la cinta para correr mientras escucho música, hoy haría piernas.

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—¿instalaron los equipos? —le pregunto a Rogelio mientras conduce al almacén, me había entregado un sobre con el listado tachado de las computadoras, cámaras, micrófonos, chip, entre otras cosas que le había pedido para mi pequeño cuartel y de las cuales mi equipo dispondría.

—si señorita, el lugar ya esta equipado y me informan que sus compañeros ya han llegado —asiento y me vuelvo a colocar la capucha cuando llegamos al almacén. Para venir a este lugar tuve que salir de la casa por un túnel subterráneo que mis padres habían construido hace años como vía de escape por si algún enemigo intentaba atacarnos y de allí cambiar de vehículo para que nadie me descubriera.

    Llegamos al almacén y a simple vista parecía un lugar abandonado, pobre de quien lo creyera. Entramos y tras caminar hacia un ascensor aparentemente averiado Rogelio coloca su mano en un pequeño panel y este lo escanea para luego permitirle el acceso a un ascensor completamente funcional que solo desciende.

—esto no lo conseguiste de un día para otro —afirmo.

—no señorita, este almacén fue construido por el gobierno como una fachada hace varios años para una investigación importante —señala el almacén— las instalaciones se encuentra abajo y están en buenas condiciones —asiento y en ese momento las puertas se abren dejándome ver a varios chicos caminando de un lado a otro, algunos con ropa deportiva y otros con carpetas. Rogelio me lleva por un pasillo en donde me indica que están la sala de entrenamientos y la de juntas, a la última es a la que nos dirigimos.

    Entramos a la sala de juntas y dentro están los que serán mis compañero de equipo, Dayana y Lucrecia jugaban ajedrez mientras Tony las observaba sentado enfrente de ellas.

—buenas noches —digo para llamar su atención y me siento en una de las sillas, Rogelio se sienta a mi derecha.

—¿quien eres? —me pregunta Tony y las dos chicas me observan curiosas.

—soy Roxan Monrou y si ustedes aceptan formarán parte de mi equipo de ahora en adelante —digo con seriedad. En este tipo de situaciones, si quieres que te respeten hay que ser serios y directos.

—¿y si no aceptamos? —pregunta Dayana algo retadora.

—pues la puerta mide dos veinte —le digo mirándola a los ojos— caben de culo y de frente, ustedes deciden como salir —rogelio ríe por mi comentario al igual que Tony y Lucrecia pero sólo basta una mirada fría y calculadora de mi parte para que todos hagan silencio— estoy segura de que si aceptan nos llevaremos muy bien pero necesito saberlo ya.

—me agradas —dice Dayana dorprendiendome por completo, pensé que se negaría— estoy dentro —miro a los dos faltantes y estos asiente.

—nosotros también —respiro con más tranquilidad y le hago una seña a Rogelio para que les haga entrega de los sobres que preparé especialmente para ellos. Cada uno toma el suyo y observa su contenido detalladamente.

—los sobres que tienen en sus manos poseen la información de la misión que llevaremos acabo —ellos me miran atentos y actúan con profecionalismo— Lucrecia tu te encargadas de investigar quienes son los hombres de las fotos, necesito saberlo todo de ellos —ella asiente y ahora me dirijo hacia Tony— necesito que te encargue de la fuerza bruta, armas, equipos, personal, todo eso —él asiente y ahora le habló a Dayana— tu te encargadas de estudiar de pies a cabeza cualquier información que Lucrecia consiga para lograr que está misión sea exitosa —al haber terminado me coloco de píe— espero obtener buenos resultados en esta y en las futuras misiones —despidiendome salgo del lugar con Rogelio a mi lado.

—muy buen comienzo señorita, me recordó a sus padres —dice y sonrío con orgullo.

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Propiedad de Marianny1428.
No al plagio, se creativo y escribe tu propio mundo.
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