Capitulo 15

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—¿que averiguaste? —es lo primero que pregunto al entrar a la sala de reunión. En las pantallas hay varias fotos de Rogers tomadas en diferentes lugares y hay un plano de su casa, por alguna razón me parece conocida.

—Rogers Brown y Dereck Phillips son los nombre de los sujetos —en la pantalla aparecen dos fotos ampliadas de los susodichos. Me causaron náuseas e ira pero tuve que reunir toda fuerza para poder actuar neutral ante mi equipo— Rogers Brown es un empresario que viaja constantemente y visita a su familia una semana al mes, este es su historial de viaje —Lucrecia señala una larga lista de ciudades y países visitados por ese bastardo pero en mi cabeza no dejaba de repertice su apellido; Brown, Brown, Brown, ¿donde lo he oído antes? pienso con un amargo sabor en la boca— En el dos mil nueve fue acusado de violación pero los cargos fueron retirados. Tiene una esposa, Sara Brown y un hijo, Paul Brown —me tenso al escuchar ese nombre que creí olvidado. Su rostro aparece en la pantalla con una sonrisa plasmada en su rostro y junto a él aparece la que en un pasado fue mi mejor amiga.

  “Que pequeño es el mundo y que perra es la vida

  Así es mini yo, la vida es una mierda, me esforzaba por estar bien emocionalmente y Zas... Ella hace de las suyas tentando mi cordura.

—tenemos los planos de la casa de Rogers y Dayana ideó un plan para entrar —claro que conocía esa casa, cada rincón para ser precisa. Ahí fue en donde perdí mi virginidad, ahí pase varias tardes con Paul hablando, estudiando o simplemente viendo televisión— en el caso de Dereck, este se encuentra fuera del radar desde hace un año. No hay fotos, ni huellas, ni registros de viajes, nada.

—no es posible, debe tener algún contacto con el mundo —digo con frustración.

—creemos que podría aparecer cuando quitemos a su amigo del mapa —habla Tony y puede que tenga razón pero no me confiaré.

—entonces enfoquemonos en Rogers —apoyo mis manos en la mesa— a ver Dayana, cuéntame tu plan.

—la casa está ubicada en una hurbanizacion muy tranquila, es de dos pisos y es vigilada por cuatro guardias, aquí, aquí, aquí y aquí —señala la ubicación de cada escolta en el mapa— también hay varias cámara, Lucrecia las puede inutilizar el tiempo suficiente para entrar, capturar al bastardo y salir sin que nadie se de cuenta.

—revisé su agenda, en tres días se irá nuevamente de viaje —dice Lucrecia acomodando sus lentes— debemos actuar rápido.

—esta bien, lo haremos en dos días —señalo la pantalla— no se nos puede escapar.

—me tomé la libertad de escojer a quienes nos acompañaran esa noche y las armas, aquí está toda la información —interviene Tony dándome una carpeta, la abro y dentro están la fotos y nombres de los que participarán en esta misión.

—perfecto, ahora sólo hay que esperar —todos asiente y salimos de la sala. Estaba ansiosa, en dos días tendría a uno de los culpable de desgraciar mi vida y Dios sabe la de cuantas chicas más que hasta el día de hoy aún esperaba que su atacante pague por el daño que les hizo.

   Cuando llego a casa ya es de noche y me encuentro muy cansada física y mentalmente, ir de compras casi todo el día y después ir al cuartel consumió toda mi energía. Entró a la casa y todo está en silencio, miro la hora en mi celular y este marca las doce de la madrugada. Con razón. Subo las escaleras y voy a la habitación de mis padres, mi padre está dormido pero se notaba que estuvo esperando a que llegara hasta que el sueño le ganó, por el contrario mi madre se encontraba leyendo un libro mientras la pequeña lámpara iluminaba las páginas. Me acerco a ella y le doy un beso de buenas noches en la mejilla, ella me abraza y repito la misma acción con mi padre, el solo se remueve.

Chica MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora