Jordi Cruz: más de una historia de amor.

La noticia.

Jordi se despidió cariñosamente de Mailén antes de salir del departamento, camino a su restaurant, ese día llegaría más tarde de lo común. En seguida, ella llamó a Abi, estaba ansiosa por contarle todo:

-No tienes idea de lo que acaba de pasar.- Dijo Mailén sin dar oportunidad a que Abi dijera nada.

-¿Y de dónde viene tanta emoción? Venga, cuéntame, ¿de qué me he perdido?

-¿Recuerdas que anoche salí a cenar con Aris?

-Sí, ¿se te ha declarado? Vamos, no seas así, dímelo todo ya.- Insistió Abi.

-No, nada de eso. Pero ni te imaginas a quién conocí, al mismísimo Jordi Cruz, y lo demás, no vas a creérmelo.

-¿Qué? Pero qué suerte amiga, ¿te has hecho al menos una foto con el?

-No, no hay foto. Pero permíteme presentarme: soy Mailén, novia de Jordi.

Abi no hizo más que gritar emocionada y hacer un montón de preguntas, le parecía increíble algo así, pero era real, y Mailén le contó todo con detalles. Fue tan grata la noticia, que se reunieron para tomar un café y hablarlo mejor.
Abi, citó a Aris, pues éste debería enterarse también.

Ya en el café:

-¡Ay! No lo había pensado, pero ya me imagino lo que sentirá Aris cuando sepa la noticia.- Dijo Abi desilusionada.

-Realmente no sé si decírselo aún, es que anoche se veía bastante molesto, además hemos hablado esta mañana y le dije que me quedé dormida, porque no le avisé cuando llegué a casa. Seguro que sigue enojado por eso, debió estar preocupado toda la noche pensando que Jordi me hizo algo.- Respondió Mailén, preocupada.

-Bueno, pero sí que te ha hecho algo eh.- Dijo Abi, molestando a su amiga.

-Jaja basta, que de verdad no sé cómo decirle.

-Vamos, obvio no vas a contarle que casi lo hacen anoche, pero es nuestro amigo y no se lo puedes ocultar, hay que decírselo aunque sea la peor noticia que pueda recibir.

-¿De qué noticia hablan?- Preguntó Aris al llegar.

Mailén quedó paralizada, no sabía qué hacer, se sentía tan mal por haber aprovechado su cena para meterse con otro, en serio se sentía culpable, pero no se arrepentía de nada, más bien no quería lastimar a su mejor amigo.
Tras darle muchas vueltas, le contó que había comenzado a salir con Jordi, Abi le hacía señas disimuladamente para que le dijera que ya eran novios, pero no lo hizo, después de todo, Aris no tenía porqué enterarse aún, o eso pensaba.

Por la tarde, Jordi llegó al departamento de Mailén con algo de ropa de repuesto (en caso de pasar la noche ahí), ella terminaba de bañarse y estaba en toalla aún, lo recibió con un beso y en seguida subió la temperatura en la habitación.
Comenzaron a desnudarse lentamente, mientras se fundían para ser de nuevo uno sólo, la noche anterior les había faltado algo y esta vez estaban dispuestos a hacerlo. Jordi, encima de Mailén en la cama, besaba cada parte de su cuerpo, mientras ella jugueteaba con su cabello y con la otra mano se abrazaba a su espalda.

De pronto, alguien tocó la puerta. Se quedaron quietos, esperando que quién quiera que fuese, se fuera lo antes posible, pero entonces sonó el teléfono de Mailén, era Aris, estaba afuera. Se medio-vistió apresuradamente y se asomó sin abrir por completo la puerta.

-Has olvidado tu cartera en el café.- Dijo Aris, extrañado de ver a Mailén tan nerviosa. -Pero me di cuenta antes de irme y ya no te alcancé, ahora que pasé por aquí pensé en dartela.

-Muchas gracias Aris, ni siquiera me había dado cuenta, nos vemos luego.- Dijo Mailén mientras cerraba la puerta, pero Aris la detuvo.

-¿Qué pasa? Estás muy extraña Mailén.

-¿De qué hablas? No pasa nada, es sólo que tengo cosas que hacer, y como dijiste que sólo venías de pasada...

Jordi los escuchaba hablando y sentía ciertos celos, después de todo, anoche los había visto tan unidos que llegó a pensar que eran novios, y no iba a permitir que nadie le quitara a su chica. Así que sólo con el pantalón puesto, salió con Mailén.

-¿Está todo bien por aquí?- Dijo Jordi mientras posaba las manos en la cintura de su novia.

-¿Tú?- Es lo único que pudo decir Aris antes de ver con enfado a Mailén, darse la vuelta e irse.

Jordi quedó satisfecho, había logrado su objetivo.

Después ambos entraron, pero Mailén no se sentía del todo bien, ¿y si perdía a su mejor amigo?