Decepción.

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...

-No, no. Estoy contigo, eso puede esperar.- Dijo Jordi nervioso, sabiendo que del otro lado del teléfono estaba su exnovia.

-¿Y si es una emergencia? Mejor contesta, en serio.- Mailén comprendía que Jordi era una persona importante, por lo que seguramente sería siempre muy solicitado por cuestiones laborales en su restaurant o la tv, además su familia estaba en España, y no le sorprendía que recibiera llamadas a cualquier hora.

-Que no, de verdad, créeme que no es importante.- Jordi no podía disimular su nerviosismo, y Mailén comenzó a sospechar.

-¿Quién es?- Preguntó Mailén, seria.

-Una conocida de España, pero jamás hablamos, seguro sólo quiere saludarme o no sé.

-¿Una conocida?- Mailén comenzó a sentirse incómoda por la situación, se notaba demasiado que Jordi le estaba ocultando algo.

-Sí amor, confía en mí.

El teléfono no dejaba de sonar y Mailén respondió.

-Jordi, cariño. ¡Cuánto tiempo!- Dijo Kenia emocionada.

-¿Quién habla?- Mailén estaba a punto de enfadarse.

-Soy Kenia, ¿se encuentra Jordi? Quedamos de hablar.

-¿Para qué lo busca?- Dijo Mailén, tratando de ocultar su enojo, su decepción y sus ganas de llorar.

-Bueno, eso se lo diré a él, ¿está o no?

Jordi le arrebató el teléfono de la mano y colgó.

Mailén no sabía qué pensar, Jordi le había dicho que no sabía por qué lo llamaba, pero Kenia le había dicho que ya lo tenían planeado, y si según él, no era importante ¿por qué le mentía?
Al no poder con tantas dudas, le quitó el teléfono y por accidente al oprimir su contacto, entró a los mensajes, donde vio claramente que Jordi había quedado en escribirle luego, además, no le agradaba para nada que Kenia lo llamara "cariño" o "guapo", y con las lágrimas a punto de salir, dijo a Jordi:

-¿Vas a decirme que es sólo una conocida?

-Mi amor...- Jordi no sabía qué decir, después de todo, era su exnovia y no podía decirle eso a Mailén.

-¿Por qué me mientes? ¿Tienes algo que ocultar con ella?- Dijo Mailén, levantando la voz.

-No, no es nada de lo que crees, amor.- Jordi trató de acercarse a Mailén, pero ella se alejó.

-Sólo dime la verdad.- Sentenció Mailén con la voz entrecortada y las lágrimas resbalando por sus mejillas.

-Es mi exnovia.- Dijo Jordi con la cabeza gacha. -Pero te juro que no he tenido contacto con ella desde hace 6 meses, tienes que confiar en mí.

Mailén sintió como se derrumbaban todas sus ilusiones con él, y viendo a Jordi con verdadera decepción dijo:

-¿Y hablaste con ella cuando no estabas conmigo? ¡Una semana, sólo estuvimos una semana separados y pasa esto! ¡¿Quién sabe cuántas veces más hablaste con ella?!

-Amor, porfavor...- Jordi desesperado trató de detener a Mailén, pero ella subió corriendo a la habitación y se encerró por dentro.

Jordi se sentía un idiota, aunque era verdad que ya no tenía nada con Kenia, tal vez debió haberle contado a Mailén todo desde el principio, pero no, trató de ocultarlo y eso hizo que ella se imaginara lo peor. Se la pasó sentado al lado de la puerta, esperando que Mailén le abriera, mientras por su cabeza pasaban cientos de posibles desenlaces, y en la mayoría de ellos la perdía a ella.

Por otro lado, estaba Mailén sentada en la cama, hacía tanto tiempo que no lloraba así, y es que a pesar de estar lejos de su familia, nunca la había pasado tan mal desde que llegó a la ciudad. Pensaba que Jordi había estado teniendo contacto con su exnovia aún cuando ya estaba con ella, y aunque eso era falso, Mailén no lo sabía y se creó tantas falsas realidades que sólo hacían que se le rompiera más el corazón.
De pronto, cayó en cuenta de que seguía en casa de Jordi y en ese momento lo que menos quería era verlo, así que llamó a su amiga para que pasara por ella.

De pronto salió Mailén de la habitación, Jordi se levantó en seguida del suelo y trató de hablar con ella, vio que llevaba su mochila, y sintió un miedo terrible al pensar que se iba y que quizás no volvería a querer saber de él, insistió todo lo que pudo, pero Mailén ni siquiera lo volteó a ver a la cara, los dos bajaron las escaleras, Mailén subió al auto de su amiga, a quien aún no le contaba qué había pasado exactamente.

-No, porfavor. ¡Espera!- Dijo Jordi casi suplicando a Abi para que no arrancara.

-Vámonos, porfavor.- Susurró Mailén a su amiga.

-Pero dime qué pasó, no puedes dejarlo así.- Le respondió Abi al ver a Jordi así de destrozado.

-Sólo vámonos.- Alcanzó a decir Mailén antes de que las lágrimas volvieran a brotar.

Al ver la situación, Abi sólo dirigió una mirada de compasión a Jordi y comenzó a conducir.

-No me hagas esto.- Dijo Jordi con la voz entrecortada, casi para sí mismo, pues ya nadie podía oírlo. Y comenzó a llorar, no sabía cuándo fue la última vez que lo había hecho, no recordaba nunca haber sentido tanto, pero Mailén había despertado en él un lado que ni siquiera conocía, y ahora la había perdido, había perdido a la mujer que amaba.

Jordi Cruz: más de una historia de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora