capítulo 6

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Por la noche Harry se aseguro de que sus compañeros de habitación durmieran; tomo su capa invisible y el mapa del merodeador; un movimiento de su amigo Ron hizo que se quedara en su lugar, Ron tenía la mala mania de hablar dormido.
 
Harry contivo el aliento, pero después de cerciorarse de que el pelirojo estaba simplemente soñando se dispuso a salir, pero primero debía dar un vistaso en el mapa y verificar que los corredores y pasillos de Hogwarts no estuvieran vigilados.
 
De pronto noto dos motitas de personas que estaban en el recorrido que generalmente hacia, uno de ellos era su amiga que al parecer estaba en la Sala Común; seguramente terminando algún deber y el otro era Snape que estaba en la habitación de su amante.
 
-Genial porque esos dos se empeñan en hacerme sufrir un rato-  se dijo a si mismo Harry, No podía salir de esa habitaion con la capa invisible pues sabia que Hermion lo notaria y Snape; bueno no podía llegar asi nada más, aun que supiera que Harry era pareja de Draco, no creyo que por el hecho de que estuviera enterado el profesor, eso le permitiera que le diera la libertad de quedarse con el rubio en su habitación.
 
 Harry miro el puntito que tenia el nombre de Draco Malfoy y que se movia de un lado al otro, se imagino al rubio igual de impaciene que él mirando el reloj y haciendo caso omiso a su padrino. Eso le dio algo de gracia y esperaba que Snape no se percatara de su actitud y dedujera que el chico lo estaba esperando.
 
Harry espero paciente, noto como la motita con el nombre de Snape se salía de la alcoba de  su novio - Genial ahora solo Hermione y listo- pero al volver a mirar el lugar donde estaban las salas de Slytherin, se percato de que Snape seguía allí solo había salido de la habitación y ahora estaba con Zabine.
 
Algo hastiado Harry tomo la capa invisible se la coloco bajo el brazo y se puso a caminar hacia los baños; no iba a esperan a que todo el mundo se fuera para bajar y recorrer todos los corredores y escaleras; asi que pensó en la Sala de los Menesteres, el lugar en el cual Draco habia dejado el armario que lo transportaría a su gemelo, que se encontraba en su habitación.
 
 Sabia que habían quedado en no usarlo pues Snape era conciente de su existencia y además podía detectar el uso de este, pero bueno igual y como no estaba en su despacho no lo notaria.
 
Harry pidió a sala de los menesteres que lo llevara al lugar de objetos perdidos y una puerta al fondo de los baños que parecía que iba a dar fuera de la torre apareció. Harry abrió la puerta y vio la cantidad de cosas que los alumnos habían terminando escondiendo en ese lugar. Busco el armario y frente a el estuvo meditando un rato hasta que finalmente decidió entrar.
 
Draco que estaba acostado en su amplia cama, lanzando una Snich y atrapándola de manera distraída con la puerta semi abierta esperando que su padrino se fuera o bien que un chico invisible llegara; se sobresalto al escuchar unos golpes en un armario muy cerca de la puerta.
 
Snape also una ceja y miro al rubio quien se paro de golpe y le sonrio a su padrino tratando de ocultar su recacion, pero fue demasiado tarde Snape se adentro a su alcoba y abrió nuevamente el armario; una Snich paso sumbando y aleteaba como loca por todos lados.
 
-Padrino, en verdad crerias que desobedecería tus ordenes, James de no usar este armario- dijo lo mas inocente que  pudo Draco, -Solo a veces me manda mensajes es todo- dijo el rubo al ver la cara de molestia de su padrino al no creerle ni una palabra.
 
-Draco deja de jugar de una vez, que se de la capa invisible y estoy seguro de que eso te ayudo mucho a dejar a Potter en el estado en que se encuentra ahora; asi que quiero que controlen sus juveniles hormonas antes de que terminen como conejos llenando a Hogwart de herederos aun inlegitimos de sus nobles familias; a demás temo que el Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas  decía considerarlos catalogar  bajo la Subdivisión de Plagas- Draco miro de mala manera a su padrino después de lo que había dicho, y atrapo la Snich.
 
Trato de pasar por alto lo que acababa de decir su tutor. Snape resignado salió de la habitación cerrando el armario y dándole un vistaso antes de cerrar de golpe la puerta de la habitación del chico.
 
Una vez que Draco estuvo solo en su alcoba coloco la snich en su boca mientras decía -estoy solo es seguro- la snich se abrio por la mitad dejando que el rubio sacara un papel que tenia la caligrafia de Harry en ella y deci lo siguiente:
 
Perdón si te meti en problemas, era para distraerlo. Le pediré a la casa de los menesteres que me lleve a la cocina y le pediré a Dobby que me translade a tu alcoba.  No tardare haz los hechizos rápido.
 
J.P
 
Draco sonrio y levanto su varita lanzando los hechizos protectores que siempre hacia cuando Harry se quedaba en su alcoba -definitivamente esa ratita de biblioteca que tiene James como amiga, le hace muy muy perspicas- pensó divertido el rubio cuando un sonido conocide de un 'crash' hacia que volteara y miraba esos picaros ojos color esmeralda.
 
-Gracias Dobby, que amable eres- dijo Harry cuando noto que el elfo no quería soltarle la mano y mirando de manera resentida a su antiguo amo.
 
-Voy a estar bien- dijo Harry sonriendo al elfo y reparando en la cara de su pareja que miraba con desprecio al elfo como él lo hacia. -en verdad, estare bien gracias- dijo cuando los ojos grandes y brillantes del elfo se volvieron a posar en los suyos y la diminuta boca de aquel ser iba a decir algo en contra de su plan de ir allí, callándolo e impidiendo discusiones como siempre pasaba cuando Dobby abria su voca y Draco comenzaba a agredirlo.
 
 El elfo suspiro cansino y se resigno, haciendo una inclinacion de cabeza - Como usted quiera Harry Potter, es un placer serle útil- y de nuevo en un ‘crash’ desapareció.
 
-Vaya al menos le encuentras una utilidad a ese elfo domestico - dijo consino Draco y Harry lo vio con reproche, el rubio chasqueo la lengua y con un susurro dijo  –disculpa- no quería que Harry se molestara y se marchara
 
A pesar de que Harry noto su falta de sinceridad, no le resto menos importancia que su chico tratara de no pelear, además el también deseaba quedarse, así que sin más se avalanzo hacia su melindroso Slytherin y lo beso apasionadamente.
 
Draco capturo a Harry con la precion de su cuerpo y el colchon de su cama, dispuesto a dar rienda suelta a su extasis por aquel Gryffindor como siempre lo hacia, su cuerpo lo apremiaba a darse prisa, pero su razón le decía que debía disfrutar de cada momento aquel chico finalmente era suyo para siempre no importaba nada más.
 
Harry se rendía a las caricias del rubio y disfrutaba del contacto de los labios del Slytherin en su cuello y de las cosquillas que hacia el sedoso cabello casi platino en sus mejillas, sus manos acariciaban la espalda del otro chico mientras este seguia bajando dejando que su piel expuesta.
 
En verdad ahora sentia el frio de las mazmorras, cuando Draco llego a su cadera el moreno gimio involuntario esperando las acciones de su amante, los ojos plata intercambiaron una mirada con los esmeralda y sin perder el contacto, los labios del Slyterin envolvieron los sentidos de Harry, Draco lamio el erecto miembro de el chico haciendo que este enrredara sus suaves dedos en su cabello para exigirle que lo tomara por completo, cosa que hizo enseguida.
 
Un gadeo y Harry cerro los ojos soltando un prolongado suspiro de placer reprimido, levanto las caderas y golpeo su pelvis conta la barbila del otro haciendo que este rosara con sus dientes la sensible piel.
 
 Harry pudo sentir el movimiento facial de Draco sabia que esta sonriendo complacido por su reación, no pudo evitar volver a buscar el contacto de esos platinos ojos de nuevo, que ahora brillaban con mayor intensidad.
 
 Draco estaba atento a la oscurecida mirada de Harry, sus ojos dilatados como un gato, su cuerpo contorsionado y esos labios brilantes entre abiertos por la falta de aire, era tan erotico, como era posible que no se diera cuenta de los sensual que era, de cómo con esa simple facion hacia que su corazón se acelerara y que su mente se perdiera por completo, sin apartar el contacto visual el rubio comenzoa a bajar y subir poco a poco.
 
-mmm…Lu....- Harry pasaba sus manos del cabello del chico a las sabanas, tratando de encontrar un punto de apoyo en esa loca pasión, en ese calor exobitante -no...no…má..s ..no …resistiré- dijo con la garaganta tan seca y ronca.
 
 El rubio se detuvo dándole tiempo para jalar aire a sus pulmones, cuando su vista le permitió recobrar las imágenes a pesar del palpitante esfuerzo en su cabeza y vientre, se quedeo mirando al rubio que se colocaba sobre su regaso sin apalastarlo rozando la punta de su palpitante miembro con los glutios aun cubiertos con sus pantalones, el chico estaba quitándose la camiseta y tomaba una de las manos de Harry y la colocaba en su blanco pecho.
 
El moreno sonrio al sentir el acelerado latido de ese corazón, que casi estaba igual de inquieto que el suyo. Por fin se percato de que ahora se encontraba completamente desnudo…debia admitirlo ese chico era rápido, casi siempre era asi, no se percataba de las hábiles manos de Draco al desnudarlo porque el rubio lo distraía con sus exóticas y seductivas caricias -por eso termine como termine, es que mi auto control no aplica con este Slyterin caprichoso -pensó Harry.
 
Cuando Draco se retiro todas las prendas se inclino levemente haciendo el glande de sus miebros rozando el de su amante. Harry se aferro a sus hombros; su cuerpo estaba tan sensible, creía que era aun mas sensible que nunca, hasta el jadiante aire que salía de la boca del rubio y chocaba en sus hombros le ponía la piel erizada de la sensación.
 
-Lu…..ahhh…- su voz sono tan suplicante que hasta el mismo se sorprendió, su amante lo estaba torturando con sus atenciones y sin embargo eso era lo que quería, el rubio seguia frotándose aun contra el tan calmado sin rozar el cuerpo del otro más de lo necesario.
 
-Dime, James ¿que quieres?- la voz del Slytherin era tan seca y ronca por su propia exitacion, pero igualmente demandante y erotica que hizo que los cabellos de la nuca de Harry se erizaran.
 
Al ver que su Gryffindor solo se humedecía los labios sin darle una respuesta, el rubio preciono su cuerpo hacia abajo rozando con la punta los testículos del chico y golpeando vigorosamente hacia arriba y hacia debajo de esa zona mientras con su dedo pulgar rozaba el glande rosado y vibrante de su adorado.
 
-Dime ¿Qué quieres que te haga James?- demando de nuevo el rubio haciendo precion, Harry apenas si podía contener el aire en sus pulmones, que creía que le era imposible hablar, sentía esa liviana sensación de estar llegando a el climax pero la mano de Draco obstruía el flugo de su pasión.
 
-Por ..favor…- Harry sentía jadeante su voz, estaba en el límite se retorsia y acercaba al cuerpo del rubio tentadoramente haciendo más urgente su necesidad, provocando temblores en el Slytherin que no sedia a pesar de su exitación.
 Harry lo miro a los ojos y paso su lengua por los labios del otro, - Amor.. por..favor…no…mas…juegos..te…necesito-. Moviendo sus piernas para acomodar a su amantre entre ellas Harry lebanto la cadera haciendo que el miembro de su pareja chocara con la entrada de su cuerpo invitando a invadirlo como cada noche desde su noviazgo, se podían dar el lujo de estar junto y reglamarlo como nadie más lo haría.
 
Draco no pudo más trajo saliva y comenzó a preparar a su Harry, primero un dedo después otro, mientras el chico gemia y se golpeaba contra su mano en movimientos lentos, haciendo mas insoportable para Draco su tarea, finalmente cuando sintió que ya estaba listo se acomodo, beso a Harry que le correspondió apasionadamente y entro lentamente, haciendo que se cortara la respiración de ambos provocando que separaran sus bocas para tragar el aire.
 
-más rápido- pidió el Gryffindor y el rubio no se hizo del rojar, pronto sus pieles comensaron a perlarse de las gotas de sudor, el calor de la habitación aumento tanto que se olvidaron del frio nocturno que llega a la Sala Comun de Slytein, acompasados y sin soltarse los besos y caricias se hacían mas desesperados, de pronto Harry cerro tan fuerte sus ojos gimio con fuerza
 
-Draco…- se retorció como un pez fuera del agua comprimiendo su interior y tirando del rubio, había tocado su próstata haciendo que el placer lo envolviera todo, perdió la vicion pero continuo gritando el nombre de su amante mientras este pegaba su cara al hueco entre su hombro y su cuello, mordiendo como un vampiro.
 
 Draco sigio saliendo y entrando procurando no perder aquel punto hasta que el cuerpo de el moreno colapso en un estremecimiento que lo envolvió también a él; el calor entre sus vientres marco su climax, Draco sintió otra vez aquel enlace de magia y disfruto del calor de el roce de la magia de Harry con la suyo, mientras su semilla quedaba en el cuerpo de su amado Gryffindor.
 
Despues de un rato de intensa pasión que sacio sus deseos de estar juntos, ambos se dieron una rápida ducha disfrutando aun del contacto de sus calidas pieles y finalmente se fueron a la cama que habían compartido, ya limpia y preparada para descanzar en los brazos del otro.
 
 No llevaban mucho de haberse rendido el sueño cuando un estruendo por todo el castillo alerto a Harry, tomo sus lentes y miro de manera rápida la hora, apenas eran la una de la madrugada, -¿quien puede armar semejante escándalo pasando por alto que mañana hay clases y las guardias nocturnas que hacían los profesores?- pensaba Harry tallando sus ojos, se sentía cansado, bosteso que más daba quien fuera, seguro que ya estaba siendo regañado por Snape.
 
 Pero en verdad era un escandalo, los ruidos parecían provenir de la parte más alta del castillo -quizás de una torre-  pensó intentaba ubicar el ruido, pero  al ver como el rubio que estaba acostado a su lado se hacia ovalito y se cubría las orejas con la almohada del moreno, no pudo evitar reir.
 
Harry miro la habitación en penumbras, había una pequeña lámpara, sintió el frió de las mazmorras, en verdad extrañaba la habitación que tenia con Draco, pero estaba en remodelación por capricho del rubio que se empeño en que era demasiado vieja y necesitaba una limpieza profunda, después de un ataque de alergia que sufrió el delicado Slytherin por la acumulación de polvo, además de que Harry sabia que quería darle un toque personal a aquel lugar en Hogwart.
 
A pesar de que la habitación del rubio era elegante, privada y amplia no se comparaba en nada a la que habían remodelado, además el hecho de que tenían que tener más precauciones al entrar a la Sala Común del príncipe de las Serpientes. Definitivamente extrañaba su escondite favorito, pero no quería estar en su Sala Común lejos de esos hermosos ojos platinos, y cabello dorado.
 
-Lu, devuelve esa almohada- Harry jalo la almohada dispuesto a recostarse de nuevo, mientras el rubio hacia ruidos de desaprobación, pero no habría los ojos, solo se dio la vuelta y lo abrazo de la cintura mientras se comenzaba a recostar.
 
-¿Por qué arman tanto revuelo?- pregunto Harry en voz alta, ya que los ruidos iban en aumento, pareciese que un montón de alumnos se habían despertado y caminaban o corrían a lo largo de todos los corredores; claro que al estar en las mazmorras el eco se hacia cada vez más claro… eso ¿o los que causaban el alborotó se estaban acercando?.
 
Draco simplemente acerco más al Gryffindor a su cuerpo y se arremolino aun sin abrir los ojos. -ya duerme- se quejo y le dio un breve beso en el cuello.
 
-Ya, ya, Slytherin flojo.- dijo Harry riendo un poquito por la acción del rubio.
 
-Es sólo que me preguntaba ¿quien seria…?-. No termino de formular su pregunta, ya que su respuesta le estaba tocando a la puerta, más bien ladrando a la puerta.
 
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Uno de los Slytherin de segundo año fue quien se despertó por que al parecer un perro estaba armando un escándalo en la entrada de la Sala Común; pero para sorpresa del pobre chico, cuando abrió para averiguar de donde venia el ruido, un gran perro negro lo salto de golpe y entro olfateando y armando revuelo por toda la sala, el animal se dirigía a los dormitorios de los alumnos de séptimo.
 
El pobre muchacho intento jalar al perro, pero fue arrastrado cuando este comenzó a correr, directo al dormitorio de uno de los prefectos; al parecer había encontrado lo que buscaba y estaba rascando la puerta de la habitación de Draco Malfoy.
 
Inmediatamente la Sala Común se vio repleta de curiosos, que miraban al chico que tiraba de las patas del animal, sin lograr persuadirlo.
 
Harry se levanto de golpe, Draco también se despertó finalmente y justo a tiempo para detener al ojiverdes que se dirigía rápidamente a abrir la puerta.
 
-¿Por qué me detienes sabe sque es…?-  el moreno se volteo muy molesto con el rubio, aún tratando de ir hacia la manija; pero sus palabras se quedaron sin salir.
 
-James recuerda que estas en la Sala Común de Slytherin, y para ser más exactos en mi habitación- dijo el rubio, su mirada mostraba cierto miedo que ni en su cara que ni en sus acciones se reflejaba.
 
  Esa típica pose de Malfoy; por qué se comportaba así, si tenia alguna inquietud o algún miedo podía decírselo, como cualquier chico normal, no como el adulto frió y calmado que siempre pretendía ser.
 
-Pero el que esta afuera…- dijo Harry con un tono de tristeza en su voz; y se vio interrumpido por tercera vez en menos de cinco minutos.
 
-Se quien es, pero no ayudara en nada a la conversación que vamos a tener con tu Padrino y su pareja, si sales ahora de mi habitación a la una de la mañana con sólo tu ropa interior y mi camiseta cubriéndote, ¿o si?- dijo Draco un poco más relajado al ver que Harry había detenido sus intentos por llegar a la puerta.
 
-Creo que tienes razón- dijo Harry finalmente y se miro para comprobar que efectivamente solamente traía esas dos prendas que acababa de hacer mención.
 
-Pero entonces, ¿que debemos hacer?- preguntaron las esmeralda al plata que se altero al estar bajo su influencia.
 
-Ya veremos mañana, además Snape vendrá en seguida- Draco abrazo al moreno y lo llevo de vuelta a la cama, pero a los dos se les había ido el sueño.
 
Lo que parecía haber durado una eternidad mientras habían estado hablando; en realidad habían sido unos minutos,  en los cuales un apenado Lupin, paso el lumbral de la Sala Común de los Slytherin seguido por una gran cantidad de Gryffindor, entre ellos Hermione y Ron, y unos cuantos Ravenclaw y Hufflepuff que se quedaron en la entrada, viendo como Lupin arrastraba a un perro negro que se movía como loco en los brazos del hombre lobo.
 
            Los maestros no tardaron en apareces y Snape fue quien llego primero. -¿Se puede saber que diablos pasa aquí?, ¿acaso hay una reunión o alguna secta que no conozca que se dedica a despertar a mis alumnos en plena madrugada?- La voz de Snape hizo el milagro que los otros profesores no creían posible realizar, en esos minutos los alumnos de las otras casas y los mismos Slytherin desaparecieron tan rápido como se habían juntado.
 
            Minerva, que se encontraba más cerca de Lupin y el perro, que no dejaba de ladrar y tirar mordidas al aire, se disponía a actuar cuando Snape volvió a intervenir.
 
            -Remius, será mejor que le pongas un bozal a ese saco de pulgas y me acompañes a mi despacho- fue todo lo que dijo y le dió la espalda al sonrojado Lupin, que estaba considerando en hacer lo que le había sugerido Serverus, en el momento en el que el perro comenzó a gruñir y mirar de manera amenazadora al profesor de pociones.
 
            -Remius, ¿que es lo que esta pasando?, ¿esta Dumblendore enterado de su llegada?- dijo de manera rápida la Profesora de Transfiguraciones mientras caminaba de manera agitada detrás del Ex profesor de D.A.D.A
 
            -Si Minerva, él esta enterado y si me disculpas, creo que seria prudente que fuera con Serverus, si me permites- dijo de la manera más educada que podía Remius con un perro en los brazos que forcejeaba para atacar al profesor que les llevaba unos pasos de diferencia.
 
            Tan pronto llegaron al despacho de Snape, este lanzo un hechizo silenciador y cerro la puerta, mirando desafiante al perro negro que ahora se encontraba en el suelo mostrando sus colmillos al lado de un muy despeinado y cansado Lupin.
 
            -No cabe duda que es una entrada digna de ti Black, no me sorprende en nada que tu transformaron sea tan vulgar como tu comportamiento- dijo Serverus, mientras el animago recuperaba su apariencia humana.
 
            -¡Tu maldita Serpiente mezquina!-  en el lugar del perro necgro había un hombre de cabello largo y atada en una coleta. Cuyos ojos platinados azules miraba con rabia a los ojos negros que le correspondían el sentir.
 
            -Sirius, debes controlarte- dijo Lupin tomando la mano de su amigo y pareja, quien lo volteo a mirar a los ojos, aun frustrado por la situación.
 
            -¿QUE ME CONTROLE?, ¡¿Q U E   M E  C O N T R O L E?!, ¿PERO REMIUS?, NO ME VENGAS CON ESTO SEGURO QUE TU TAMBIEN PUDISTE PERSIBIR EL AROMA DE HARRY EN LA HABITACION DE ESE HIJO DE MORTIFAJO, ¿Y TU ME PIDES ¿QUE ME CONTROLE?-
 
Los ojos de Sirius brillaban con el reflejo de la luz de la chimenea, haciéndolos parecer plata liquida, tan fría y calculadora digna de la familia Malfoy, pero a Remius esto no le provoco ni la más mínima impresión, después de todo, tenían cierto parentesco; aun que su Sirius era diferente a todos ellos, y por muy enfadado que estuviera, nunca le haría daño alguno a ninguna persona; bueno quizás a Snape pero eso era punto y aparte.
 
            -Si lo percibí, pero por eso mismo quiero que te calmes, estoy seguro que nos lo explicara, se prudente Sirius- la mano del Hombre Lobo acaricio la mano que aun sostenía del animago y este se calmo ante su toque.
 
            -Veo que aun eres un perro domesticable Black- soltó Snape con antipatía mientras se sentaba en uno se los sillones negros cerca de la chimenea.
 
            -Tu grandísimo bastardo, estoy seguro de que tienes algo que ver en esto- dijo Black, comenzando a exaltarse de nuevo, pero la mano de Remius apretó la suya y se quedo callado mirando con desprecio a su peor enemigo.
 
            -Lo lamento Serverus- fue ahora Remius quien hablaba y se sentaba en  el sillón frente al profesor de pociones, dejando a Black de pie, ya que este parecía renuente a siquiera tocar algo del recinto que ocupaba Snape.
 
            -No era nuestra intención armar tanto escándalo, es solo que Harry nos escribió y bueno pues...- dijo el hombre castaño tratando de darse a entender.
   -No tienes porque justificar el comportamiento violento de este ex convicto- dijo secamente Snape, mientras se servia un poco de vino en una copa e invitaba de manera silenciosa una al hombre frente a él, ignorando patrióticamente la mirada fulminante que le mandaba Sirius.
 
            -No gracias- dijo Remius, mientras echaba un vistazo prudente a su pareja, que al parecer había optado por tratar de ignorar al otro; eso era ganancia.
 
            -Serverus, es obvio que tu sabes que es lo que sucede, ¿podrías por favor informarnos que pasa?- dijo Remius, mientras miraba de manera un poco más seria al profesor.
 
            Serverus se recargo cansado en el respaldo del sillón y froto su cien antes de responderle al Hombre Lobo -Lo que sucede Remius, es algo que sólo le corresponde decirles al Sr. Potter, pero creó que sería prudente que esperaran a que amaneciera-, dijo Snape mirando de manera audaz a Sirius;  a lo cual recibió una sonrisa torcida por parte del animago; pero lo volvió a pasar por alto.
 
 – Y de preferencia esperen también a que terminaran las clases, para asi estar en un lugar más apropiado para hacer nuevamente una de sus escenitas -dijo como no queriendo la cosa, a lo que.
 
            Black se movió y abrió la boca, pero la mirada de Remius lo hizo regresar a su posición inicial. Sirius solo apretó los dientes, que aun parecían colmillos. Remius regreso su atención al profesor, en verdad siempre era difícil estar entre esos dos.
 
-Serverus, sólo quiero advertirte una cosa, donde este asunto pase a mayores y no seamos enterados lo más rápido posible, el que se encargara de ti no será Sirius, sino yo, ¿de acuerdo?-. La mirada del gentil Lupin había cambiado un poco, y con el resplandor de la chimenea, a Snape le había parecido ver la mirada de un lobo y no la de un humano, lo cual le causo una descarga eléctrica en la espina dorsal, haciéndole recordar que el más peligroso no era Black, sino el mismo Remius.
 
            -Yo me encargare de que su reunión familiar no tenga más inconvenientes Remius, sólo te pido que esperes un poco- Snape, dijo todo esto en el mejor tono posible, después de la impresión y el torrente de recuerdos del Hombre Lobo en su juventud en la casa de los gritos.
 
            -Me parece bien, y ahora que nos entendemos, me parece que podemos retirarnos y esperar tu aviso para nuestra pequeña reunión con Harry- dijo Remius mientras se levantaba y veía a un muy sonriente Sirius esperándolo a la puesta del despacho.
 
            -Buenas noches Snivellus- dijo Black antes de volver a cerrar y dejar a Snape, en silencio de nuevo.
 
            -Definitivamente esta me la pagaras Draco Malfoy- dijo Snape enfadado mientras se servia un poco más de vino.
 
 

Nine dreadful... no, wonderful months por BlacktsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora