Mi Primer Amor | TaeKook

Capítulo 1

—Jimin no quiero! —decía el menor mientras era arrastrado por su amigo

—Jungkook, ¿Cuantos años tienes?

—16 —habló sin ganas

—¿Qué? Dilo más fuerte —Acercó su cabeza a Jungkook

—¡16! —gritó

—Auch, Jungkook cálmate, ¡mi odio!

—¿Porqué mierda te acercas?

—Oye, ten cuidado con tus palabras

—Jimin es una fiesta y todos son mayores de edad, todos hablan lisuras, ¿Por qué yo no puedo? Si lo hago nadie se dará cuenta que soy menor — sonrió

—Cállate y vamos

Caminaron hacia la puerta y el de seguridad los detuvo. Jimin le mostró su identificación y la de su amigo, las cuáles eran falsas con la esperanza que los dejen pasar.

—No pueden pasar —respondió el guardia de seguridad

—¿Qué? —Jimin abrió los ojos y miró su identificación —¡Debe haber un error soy mayor de edad!

—Usted tal vez pero su amigo no, ¿Enserio creen que soy estúpido?

—Bueno...

—¡Largo! —gritó tan fuerte que asustó a los dos muchachos

Jimin bufó, estaba muy enojado pero aún así se regresó por donde vino. El menor estaba más tranquilo, él por nada del mundo quería entrar a esa fiesta.

Llegando a la casa Jungkook se sentó cómodamente en él sofá de Park esperando que éste haga lo mismo pero simplemente se pasó de largo subiendo las escaleras que llevan a su cuarto. El menor frunció el ceño, se paró y siguió al rubio hasta alcanzarlo.

—Jiminnie no estés triste —hizo un puchero observando como el mencionado se tiraba en su cama

—Era tu cumpleaños Jungkook, quería que nos divirtieramos y conozcamos nuevas personas —se notaba su impotencia

—Bueno... tal vez si quieres podrías crear un grupo en WhatsApp con las personas que conoces y me agregas y así socializo, sabes que se me hace más fácil hablar detrás de un teléfono —rió

—Kook —se levantó de la cama de un salto —es la mejor idea que has tenido jamás —Jimin tomó rápidamente su celular —voy a crear un grupo

—¿Qué? —su sonrisa se le borró de la cara —Jimin no estaba hablando enserio

—Cállate, esto será divertido

—¡Mierda Jimin! Era una broma —trató de quitarle el teléfono al rubio pero fue en vano —¡Park, no lo hagas!

—Listo. —sonrió triunfante