Capitulo 03: ¿De que lado estoy?

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Sentir, sentir y sentir ¿Que hacía Frank Iero? ¡Sentir! Todo y a la vez nada, lo fuerte lo mandaba a reprimir, lo delicado lo pensaba dos veces y lo normal se quedaba en eso, en ser "normal". Camine sin zapatos y viendo alrededor las sonrisas en otros, la que quería para mi pero no me atrevía a conseguir. El camino traía consigo vidrios que se enterraban en mi piel pero yo seguía adelante con la ilusión de mi primer amor como motivo principal.

Así entre a la universidad, con un amigo de fantasía que se la pasaba en los labios de su fabulosa novia cuando nuestros horarios si nos daban la oportunidad de comer juntos. Creí que sería diferente por alguna puta razón pero no, otra vez me quedé acechando e imaginando un amor que no obtendría. Esa era la desventaja de estar en la misma escuela, en la misma falcutad y dormir bajo el mismo techo.

Después de una semana de haber iniciado las clases, los nuevos amigos de Gerard planearon una fiesta en una de las antiguas y olvidadas aulas de las instalaciones de la facultad.

—Estará asombroso chicos, habrá todo tipo de alcohol y mi papá me dió esto—dijo el de la amplia frente sacando su billetera y de ella una tarjeta color negra—Aprecien esto.

—¿Es una de esas sin limite?—preguntó Gerard y juro que casi se le caía el pelo de solo verla.

—Así es—la puso en la mesa—y es toda nuestra.

Todos los de la mesa saltaron de alegria mientras yo tomaba mi jugo de manzana con el minimo interés. Estabamos como nueve personas ahí, Gerard, Lindsey, el millonario de Brendon Urie, un tal Pete Wentz con su mejor amigo Patrick Stump, una chica pelirroja llamada Hayley, un tipo altísimo que le decían Dallon que estaba sentando al lado de uno que si me caía bien, creo que su nombre era Bob. Total, todos ellos eran como los importantes de ahí y claro, Gerard me coló entre ellos porque podía vivir ignorándome pero no respiraba sin mi muerta presencia.

—Invitaré a las chicas de la otra escuela.

—¿La publica? Dallon ni se te ocurra.

—Pero Bren, son las mejores que hay.

—¿Y nosotras que? ¿Estamos pintadas?

—Hayley bebé eres un amor y Lindsey tus piernas son bellísimas ¿Okay? Pero las chicas de la otra escuela parecen sacadas de Victoria's Secret.

—Idiota.—Dijeron Hayley y Lindsey al unísono.

—Digo la verdad ¿O no, Frank?

Los ocho pusieron los ojos sobre mi, y demonios, no sabia que decir, esas clases de preguntas me eran incómodas de responder.

—Ehhh...seguro, digo las tetas de Hayley son lindas.

Solté una penosa risita disgustando la conversación, Gerard de lejos desaprobaba mi comentario junto con los demás, pero al menos no me descubrieron. Hice como si se me hiciera tarde para ir a algún y me levanté con mi mochila en los hombros caminando apresurado.

—Jugando al hetero ¿eh?

Escuché al pasar por la entrada y me detuve para ver a un chico un poco más moreno que yo con un cigarrillo en la mano y un porte rudo similar al que yo usaba en aquellos años.

—¿Que dijiste?—respondí confundido.

—Ningún hombre heterosexual hubiera dicho tal burrada para una pregunta como esa—tiró su cigarrillo y lo pisó— era un simple si o no.

—Así que nos espiabas.

—¿Eso importa?

—Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas, lo sabias ¿no?

Nostalgico Partir De Mi |Frerard| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora