𝓶𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓪́𝓷𝓮𝓸 [𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎]

𝒄 𝒖 𝒂 𝒓 𝒆 𝒏 𝒕 𝒂 𝒚 𝒕 𝒓 𝒆 𝒔

Ignacia.

-¿Llevan todo?- nos preguntó la tía Andrea entrando a nuestra habitación.

-Si, ya revise mi bolso y el de la Igna no nos falta nada- le respondió él Matías, si le había pedido que revisará mi bolso si me llevaba a olvidar de algo mi mamá me mataba.

-Ah ya, porque del hospital nos vamos a ir al tiro- nos dijo- ¿ya están listos para irnos?.

-Si solo tengo que dejar esto aquí y ya estamos- le respondí metiendo la ropa de cama en el closet, había que dejar ordenado.

-Ya, vamos que tu papá ya me está apurando- nos dijo y cada uno tomo su bolso, bueno él Matías tomo el suyo y él del tío Rodrigo para que la tía Andrea no tuviera que llevar todo.

-Muchas gracias por recibirnos- le agradeció la tía Andrea a su prima mientras la abrazaba.

-No es ningún problema y espero que la Antito este bien siempre serán recibidos aquí- nos dijo sonriendo.

Él Matías y yo nos despedimos con un abrazo de ella, si parece que todos en la familia del Matías son igual de simpáticos ella también me trataba como alguien más de la familia.

Metimos nuestros bolsos en el auto y nos despedimos por última vez de la dueña de casa de la mano, sus hijos no estaban ya qué tuvieron que ir al colegio.

Ya era miércoles, después de dos días en que la Anto estuvo con revisión todo el día nos habían informado que no había ningún indicio que la operación saliera mal todo iba bien hasta se había más animada y no cansada como siempre.

Y por temas de que los papás del Matías debían volver al trabajo ya qué se les estaban acabando los días libres y nosotros al liceo no perdieron la oportunidad para preguntar si ya nos podíamos ir y dijeron que si.

-¿La Julieta ya llegó?- le pregunto él Matías a su mamá mientras íbamos camino al hospital.

El doctor nos dijo que sería buena que alguien con conocimientos médicos acompañará a la Anto en el viaje aunque su corazón estuviera bien uno nunca sabe.

Así que no se nos ocurrió una mejor idea que llamar a la Julieta para preguntarle si ella podía, su primera paciente pequeña había sido la Anto y le tenía cariño, así que respondió que si que iba a pedir sus días libres y venir para ayudarnos.

-Si, tu papá me dijo que ya está en el hospital esperándonos- le respondió la tía Andrea.

La verdad igual tenía ganas de llegar a mi casita extrañaba a mi mamá que por temas de su trabajo no podíamos hablar todo el día por mensaje y extrañaba al Joaquín, él Matías también se veía con ganas de volver estos días a estado preocupado por qué la Cata no le responde los mensajes.

Yo también estaba preocupada pero él Joaquín me había dicho que nada malo físicamente le pasaba, iba al liceo y todo, así que la verdad no sabíamos porque no nos respondía a ninguno de nosotros pero alguna razón debía tener.

Llegamos al hospital y ya nos estaban esperando en el estacionamiento así que salimos para saludar y ordenar todo.

-Hola muchas gracias por venir- le agradeció la tía Andrea a la Julieta, era raro verla con ropa "normal" ya qué siempre la veía con su uniforme de trabajo.

-No es ningún problema, encantada lo hago- le dijo sonriendo.

Él Matías junto a su papá subieron a la Anto al auto mientras yo ayudaba a la tía Andrea a subir la silla y el bolso de la Anto al igual que cuando nos vinimos tuvimos arreglar todo para que cayera.