Ignacia.
-¿Vamos a hablar de esto o ignorarlo?- le pregunté al Matías mientras íbamos en la micro al hospital.
-Prefiero no hacerlo hoy todavía estoy pensando en todo lo que pasó.
-Cuando estés listo estoy aquí- él Matías no ha tenido muchas relaciones que digamos, se veía tan enganchado de la Cata y pasa esta wea.
-Lo sé, se que siempre estarás ahí para mí- digo haciendo cariño en el pelo.
Nos quedamos el resto del camino en silencio ninguno quería hablar sobre esto, y se que si empezábamos hacerlo íbamos a llorar.
Llegamos al hospital y nos bajamos, no tenía ánimos de nada pero no por eso debía dejar plantada a la Anto, con suerte un momento junto a ella y al Matías me iban a poder ayudar y hacerme olvidar de todo por un rato.
Subimos al ascensor y nos fuimos a la habitación de la Anto en silencio, antes de entrar vi como él Matías respiro profundamente en la puerta sabía que ahora iba a actuar que todo estaba bien y nada malo a paso para no preocuparla.
Y yo debía hacer lo mismo.
-Hola preciosa- la saludo él Matías entrando.
-Los estaba esperando- nos dijo dejando su celular de lado- a qué no adivinan que hice hoy.
-¿Que hiciste?- le pregunté sentandome al lado de ella.
-La Julieta me vino a buscar, y me llevo a dónde hacen las terapias habían muchos más niños me divertí- nos empezó a contar- y me ayudó a practicar a caminar con una máquina que había, y lo pude hacer hasta sin tener que afirmarme- nos contó muy emocionada moviendo las manos.
Por el problema en su corazón y que no bombeaba la sangre suficiente era más cansador para ella hacer algunas actividades como caminar por eso la silla de rueda, pero ahora con esto tal vez vuelva a caminar normalmente como antes.
-Me alegro mucho pequeña, si sigues así ya no vas a tener que necesitar la silla de ruedas- le dijo él Matías abrazándola.
Me gustaba tener y ver estos momentos junto a ellos, cuando paso lo del Mariano la Anto también fue un gran apoyo, aunque estuviera cansada ella se esforzaba en jugar conmigo y hacer cualquier cosa para sacarme una sonrisa.
-¿Paso algo?- me preguntó la Anto todavía en los brazos del Matías, me había quedado mirandolos un rato.
-No, nada todo bien ¿por qué?.
-Porque no entraste abrazándome y gritando como siempre, estás rara.
-Solo tuve un mal rato pero ya no importa- le dije dándole mi mejor sonrisa para no preocuparla.
-No me gusta verte triste no lo deberías estar, me gusta más cuando sonríes, cuando juegas conmigo, ya no estés triste ¿ya?, si quieres podemos ver una de las películas de princesas que tanto te gustan- me dijo tomando mis manos.
-Muchas gracias pequeña pero no hace falta, contigo así es suficiente- le dije abrazándola, y él Matías nos dió un abrazo a las dos él también estaba triste.
-Se me estaba olvidando, la Julieta dijo que nos tenía que decir algo, que cuando llegaran la buscarán- nos dijo cuando nos separamos.
-Yo la voy a buscar ¿ya? y la traigo para que nos diga- les dije mientras le levantaba y limpiaba las lágrimas que se me habían caído.
Salí y como no sabía dónde podía estar la Julieta preferí ir a preguntar a algún mesón pero no estar buscándola por todas partes.
Estaba dando la vuelta cuando choque con algo duro, como iba caminando igual rápido con el golpe me termine cayendo al piso de poto.
-Perdón perdón, no te vi lo siento- mientras me sobaba la frente levanté la vista para ver quién me pedía perdón- ¿estás bien?- me preguntó mientras se agachaba quedando a mi misma altura.
Era un mino alto, por eso choque con su pecho, con pelo y ojos café y sus facciones marcadas, era lindo nadie lo podía negar.
-Si estoy bien, solo fue un golpe tranquilo.
-Menos mal- me dijo parándose y ofreciendome su mano, la tomé y me ayudó a pararme.
-Igual deberías tener más cuidado, podrías botar a cualquier persona y hacerle daño.
-Fue sin querer pero tú tampoco ibas atenta- le iba a responder pero él justo hablo- y lo siento pero me debo ir ando apurado y de nuevo lo siento- dijo disculpándose y yéndose.
Que mino más raro, además seguía con dolor en mis pompis pero lo ignore para seguir buscando a la Julieta.
-Hola disculpe, ¿sabe dónde está la enfermera Julieta Romero?- le pregunté a la señora que estaba detrás del mostrador.
-Ah esta hora está en descanso la puede buscar en el comedor que tienen, sigue derecho y después a la izquierda la tercera puerta es.
Después de darle las gracias me puse a caminar por dónde me indico, por un momento pensé en no ir a molestarla ya qué estaba en su descanso pero ella misma había pedido que la buscaramos apenas llegáramos.
Así que llegue a dónde me había indicado la señora y golpee la puerta con mis nudillos esperando que alguien me abriera, por suerte lo hizo la Julieta.
-Ignacia, hola- me saludo con un beso en la mejilla.
-Hola, la Anto nos dijo que le habías pedido que nos dijera que te buscaramos.
-Ah si, ¿estás junto al Matías?- me preguntó saliendo y cerrando la puerta detrás de ella.
-Si, está en la habitación junto a la Anto esperando.
-Ya, les diré a ustedes para que él Matías le informe a sus padres- me dijo cuando empezamos a caminar, no estábamos muy lejos.
-¿Es algo malo?.
-Todo lo contrario, es una noticia muy buena pero que les voy a decir a los tres al mismo tiempo- me dijo cuando doblamos por donde había chocado antes.
-¿Ni una pista aunque sea?- le pregunté esperando que me dijera algo, si era impaciente.
-Nop, es sorpresa- me dijo ya estando afuera de la habitación de la Anto- hola de nuevo linda, y hola- saludo a los dos con un beso en la mejilla.
-¿Ahora sí nos dirás la noticia?- le pregunté sentandome de nuevo al lado de la Anto.
-Resulta que el doctor vio los exámenes de la Anto y no reflejan ningún problema con la operación sino puras mejoras ya está todo bien eso quiere decir que en unos días se podrá ir, volver al colegio y todo.
-¿Entonces voy a poder volver al colegio a jugar con mis amigos?- le pregunto la Anto emocionada, no era para menos por fin iba a tener que dejar los hospitales.
-Y a estudiar- le dijo él Matías.
-Si, podrás volver a hacer todo eso tú corazón ya está funcionando completamente y no sentirás el mismo cansancio que antes pero tampoco significa estar corriendo todo el rato hay que tomarlo con calma y no agitarse tanto.
-¿Ya saben cuándo le dan de alta?- le pregunté.
-El doctor está viendo entre al lunes o el martes, tal vez suena rápido pero la operación salió exitosa y no requiere más días de revisión constantemente, eso sí tendría que venir algunas veces para exámenes de rutina y monitorear que todo esté bien- nos informó y ví la carita de felicidad de la Anto y del Matías.
Por fin noticias buenas.
wow, 3k en votos muchas gracias por todo su apoyo<3
solo diré que este y el capítulo anterior
hablan cosas para futuros capítulos uwu
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𝓶𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓪́𝓷𝓮𝓸 [𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎]
Teen Fiction𝑠𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑤𝑒𝑏𝑒𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑖𝑔𝑢𝑎𝑙 𝑚𝑒 𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛𝑐ℎ𝑒 𝑑𝑒 𝑒𝑙 𝓬𝓱𝓲𝓵𝓮𝓷𝓼𝓲𝓼 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒆𝒈𝒊𝒅𝒐