Ignacia.
Seguía sin poder creer lo que había visto, él Matías me trató de calmar lo que más pudo pero seguía con esa rabia adentro.
Rabia porque había confiado en los dos, ciegamente había confiado, él Matías igual y los dos salimos lastimados, está vez no solo yo sino los dos y me daba el doble de rabia que lastimaron al Matías la persona más bacán que he conocido.
Ya había terminado el recreo y estaba en la sala tratando de poner atención en la profe y olvidarme de todo lo demás, pero los veía, cuando cruzaba miradas con ella veía su sonrisa burlona sin ningún rastro de arrepentimiento.
Y él Joaquín ahí, ignorando todo mirando a la pizarra como nunca lo ha hecho pasando de esta situación.
-¿En serio estás bien?- me preguntó la Almendra por quinta vez en lo que iba la clase, se notaba preocupada pero tampoco quería contarle mi problema a la primera persona que me preguntara.
-Si, tranquila- le dije viendo de nuevo a la pizarra.
-Se que no somos amigas, pero en serio estoy preocupada no te ves bien- me dijo poniendo su mano en mi hombro.
¿Alguna vez le ha pasado que una persona le preguntan cómo están y se ponen a llorar?, bueno eso fue lo que me pasó me empezaron a caer lágrimas sin que quisiera y no podía detenerlas.
-Igna ¿todo bien?- me volvió a preguntar y yo me di vuelta hacia ella- nono, ¿te molesto alguna de mis preguntas? si quieres puedo parar- me dijo media alarmada.
-No, no me molestaron tranquila- le dije mientras limpiaba mis mejillas, pero no podía parar.
-¿Entonces que pasa?- me preguntó bajo ya qué seguíamos en clases.
-No quiero hablar de eso.
-¿Porque están hablando?- preguntó la profe dándose vuelta- ¿paso algo?- nos preguntó acercándose a nuestro puesto.
-No no paso nada perdón por interrumpir- le dije sin dejar de llorar.
-Vaya al baño ¿ya? a ver si se puede calmar- me dijo dandome permiso para salir de clases- Almendra acompañela por las dudas- le dijo.
Nos levantamos y salimos de la sala, mira al suelo todo el rato no les iba a dar el gusto de verme llorando.
Con la Almendra caminamos hasta el año en silencio, ninguna quería o sabía establecer una conversación, entramos y me lave la cara tratando de calmarme, él Matías no estaba aquí para ayudarme así que tenía que intentarlo sola.
-¿Quieres hablar?- me preguntó la Almendra después de unos minutos en silencio el baño estaba vacío ya qué todos están en clases.
-Prefiero no hacerlo- le dije mientras me iba a las bancas que habían dentro del baño para sentarme.
-¿Sabes? yo no soy buena en estas cosas, nunca he consolado a alguien y no tengo ni la menor idea de cómo hacerlo pero si se que es malo guardarse las cosas y tratar de esconderlas, hay que tener a alguien que te pueda escuchar y aconsejar, y yo lo puedo hacer bueno la primera la segunda no sé si lo logré hacer muy bien.
-Me fui cinco días ¿sabes? por un tema realmente serio, cinco días, cinco donde no la pasé muy bonito que digamos cinco días y fue lo suficiente para que me cagaran- le empecé a contar, él Matías todavía no iba a estar aquí y no importa si se lo decía a alguien más, si en total todos se iban a terminar enterando.
-¿Él Joaquín?.
-Si y ¿sabí que es lo peor?- ella nego- lo hizo con la que era mi mejor amiga, con la que le ofrecí mi amistad del primer momento jamás había tenido una amiga tan simpática, chistosa y que me escuchará y ahora todo parece una mentira como si se hubiera burlado de mi todo el tiempo- empecé a soltar lágrimas de nuevo.
Más de lo que me dolía lo que había hecho él Joaquín, me dolía aún más lo de la Cata, era mi única amistad sin contar al Matías y se que yo jamás le haría algo así.
Si él Joaquín lo hubiera hecho con cualquier otra persona que yo no conociera o que no tuviéramos una amistad me dolería un poquito menos.
-No, no llores no sé que hacer.
-Siempre me pasa esta wea ¿sabes? ya me había pasado antes siempre me ven la cara de weona, siempre se burlan de mi ellos terminan felices de la vida mientras yo termino llorando como una weona, en serio algo anda mal conmigo.
-No creo que el problema seas tú, que lo hagas sufrido dos veces no dice nada de ti sino de ellos, hemos sido compañeras desde primero y jamás te he visto hacer algo malo siempre has estado ahí para los demás, no puedo decir nada malo de ti y la verdad no te mereces todo esto.
-¿En serio piensas eso?, porque hay días que pienso que soy una mierda de persona.
-Si fueses eso no estarías llorando aquí, te hubiera importado cero todo lo que pasó y seguirías con tu vida normalmente, además las personas así como tú piensas que eres no consiguen una amistad tan bonita como la que tú tienes.
-Parece que al final si sabes consolar a personas- le dije mirándola más calmada mientras el timbre sonaba indicando que se habían acabado las clases.
-No, solo te dije la verdad- me dijo levantándose- voy a ir a la sala ya qué ya está terminando la clase, le explicó a la profe y te traigo tu mochila ¿ya?- me preguntó y yo solo asenti, no quería ir de nuevo a la sala.
No pasaron ni dos minutos en que el baño se empezará a llenar, salí para esperar a la Almendra afuera.
-Toma, guarde tus cosas y la profe dijo que no había ningún problema- dijo llegando a mi lado pasando mi mochila.
-Muchas gracias, te pasaste.
-No es ningún problema y si tienes un problema sabes que estoy para escucharte.
-Igna tus compañeros me dijeron que estabas aquí- hablo él Matías llegando a dónde estábamos- ¿todo bien?.
-Si tranquilo, la Almendra ya me ayudó.
-Muchas gracias- le dijo él Matías a la Almendra la cual solo le sonrió- se que a veces es difícil de tratar- le pegue un codazo- ya ya, ya nos vamos tenemos cosas que hacer chao.
Nos despedimos con la mano y nos fuimos, la Anto nos esperaba.
la verdad jamás pensé que alguien le contará a
los chiquillos lo que pasó, como algunos de ustedes
comentaron, pensé que por lo menos merecían
verlo por si mismos u.uinicio el fanclub para amar a la
Almendra uwu
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𝓶𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓪́𝓷𝓮𝓸 [𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎]
Teen Fiction𝑠𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑤𝑒𝑏𝑒𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑖𝑔𝑢𝑎𝑙 𝑚𝑒 𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛𝑐ℎ𝑒 𝑑𝑒 𝑒𝑙 𝓬𝓱𝓲𝓵𝓮𝓷𝓼𝓲𝓼 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒆𝒈𝒊𝒅𝒐