Generación Cambiada.

Capítulo 5: Arrepentidos.

Cuando este llega al hospital, le marca al móvil de la enfermera y acuerdan verse en la recepción.

-Hola eres Steve Smith,- dijo la de batas blancas.

-Sí, el mimo- y sin demora le  preguntó:

¿Qué ocurre con mi amigo?

La de vestiduras blancas le responde:

-El joven German está muy delicado, se encuentra en un coma profundo. La sobredosis le provocó un derrame cerebral y está allí en el cuarto 332-H.-

Steve le pregunta si puede entrar en la habitación donde este estaba ubicado, a lo que accede la enfermera y este se queda la noche entera junto al encamado.

Al otro día, viendo Matt, que la cama de su huésped estaba intacta, va a donde su padre, que estaba orando en su cuarto y le dice:

-Pa' disculpa que te moleste, sé que no te gusta que te interrumpan cuando estás en comunión con Dios, pero esto es urgente-.

-No te preocupes hijo, nunca me interrumpes, pero ¿Qué ocurre?-

-Sucede que ayer nuestro invitado no vino a dormir, fui a su cuarto y la cama estaba arreglada y la de servicio no viene hoy. ¿Le habrá acontecido algo?

Cuando Luke ve el rostro de su amado hijo le responde:

-Tranquilo, Dios no permitirá que le acontezca algo, seguro fue al orfanato. Pero ahora mismo voy a marcarle-

Cuando el señor Stewart le llama tres veces a su móvil, empieza a preocuparse pero no deja que el temor se apodere de él, (pues sabía que el mismo pone lazo en el hombre) [Proverbios 29:25].

Luke llama a su hija que estaba en su habitación escribiendo en su Diario; y reunidos todos en la recámara del padre de familia, se arrodillan y en un mismo sentir, claman al Señor por el joven desaparecido.

No terminado ellos de orar, al ver Steve Smith que tenía tres llamadas perdidas de su anfitrión le llama y le da la ubicación exacta de dónde estaba y le dice que cuando llegara le iba a explicar.

En casa de Amalia:

-¿A que hora llegaste ayer?- Le dice la señora de Ever a su hija que estaba acostada en su cama.

-Llegue alrededor de las once y treinta. Le responde esta con un tono suave y apacible.

La madre se queda perpleja, al oir lo dulce de las palabras de ella, le pregunta:

-¿Te sientes bien? ¿Quieres que llama a un doctor?-

La joven con una sorisa en el rostro le responde:

No mamá, no necesito ningún médico, peron anda, ven y siéntate aquí junto a mi. ¡Quiero contarte como fue mi noche!

La señora de Ever, no entendía el por qué de esas palabras, porque nunca su hija le había permitido que ella se le acercara, tan siquiera a un metro de distancia  y se preguntaba que donde estaban esas expesiones llenas de odio, amargura y rencor.

Cuando Amalia le cuenta todo a su madre, esta no dejaba de maravillarse y entonces, en ese momento, la chica de cabello castaño aprovechó y perdonó a su mamá por el daño que le había ocasionado, diciendo que si Dios perdonaba sus pecados, quien era ella para no perdonar a su madre y que sabía que Jesús, también sentía un profundo amor por su progenitora a pesar de todo.