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—Vamos, Lulú. –murmuró, y se masajeó las sienes, cerrando momentáneamente los ojos.– Puedes hacerlo... Concéntrate. –se animó a sí mismo, y dando un profundo suspiro, respondió como pudo la pregunta número seis de su examen.

Era la hora.

Después de haber estudiado durante unas tres semanas del mes de agosto, y dar examen tras examen, aprobando todos ellos con notas altas, uno que otro con la nota justa, pero aprobando, al fin, y al cabo, estaba dando su final.

Ese examen definiría su futuro; entraría a la secundaria, al mismo grado que sus hermanos, ya que quinto grado estaba mucho más avanzado, y él terminó por aceptar el esforzarse para entrar a cuarto grado.

Si no lograba aprobar, definitivamente se pondría a llorar, porque se había esforzado mucho ese mes, quería hacer feliz a su alfa; quería hacer feliz a SeHun, hacerle sentirse orgulloso de él, y poder pasar más tiempo con él, aquello haciéndole sonreír al recordar todo lo sucedido desde su llegada, iniciando con su buena relación con los dueños de casa, y los amigos de estos.

Tras una semana de haber llegado, KyungSoo llegó al comedor cojeando notablemente, y con una marca en su cuello, pero no era una marca cualquiera, oh, no, estaba emparejado; él no sabía mucho sobre el tema, en realidad no sabía nada al respecto, y no había podido leer el libro que su suegro le había entregado porque, literalmente, no había tenido tiempo.

Park JungSoo, viejo amigo del ex líder de Exo, era el director de la escuela donde asistían BaekHyun, KyungSoo, y SeHun; la primera vez que se vieron, él estaba tan nervioso que no se despegó ni un segundo de Sr. Lù, viéndose tan adorable, que incluso cautivó el corazón del humano, Leeteuk, como pidió que le llamase, quien le dio una oportunidad, y tras un duro trabajo de semanas, con muchísima ayuda de su pareja, y "cuñados", pasó los primeros exámenes.

»—Vamos... Lo leíste un millón de veces, LuHan. –se reprochó a sí mismo, puesto que era cierto; había leído "Soy Leyenda." millones de veces, desde que estuvo encerrado, inclusive comenzó a leerla nuevamente cuando supo que le tomarían un examen de eso, pero una imagen no podía salir de su cabeza.

Ese día en particular, estaba estudiando en el comedor, mientras YiXing preparaba un almuerzo ligero, tan atento como estaba en su libro, tan centrado en la información que obtenía, se desconcentró al segundo en que un sudado SeHun pasó frente a él en dirección a la cocina; lo vio perfectamente desde donde estaba sentado.

SeHun le dio un casto beso en la mejilla a su madre antes de dirigirse al refrigerador, y tomar un botellón de jugo, tomando directamente de él, y recibiendo un regaño que le hizo rodar los ojos, terminando por servirse en un vaso el líquido, y claro, el alfa no llevaba camisa; traía el torso descubierto, y brillante debido al sudor, haciéndole consiente de más de un tatuaje.

Había visto el tatuaje en su brazo varias noches atrás, pero no llegó a preguntar sobre el tema; su espalda estaba libre de tatuajes, a excepción de unos números romanos en su hombro derecho, que iban desde el inicio del hombro, hasta casi llegar al inicio del cuello, también reconoció un perro fü, y le pareció algo muy tierno, además de que, creía, caracterizaba muy bien a quien sería su marido.

—Hola, cariño. –había dicho con ese tono grave que le hacía temblar, antes de depositar un suave beso en su frente, y sentarse en una silla junto a él.– ¿Cómo va eso? –cuestionó, dando un trago a su jugo de naranja mientras esperaba una respuesta.

—Lo he leído muchas veces, así que bien. –respondió encogiéndose de hombros, intentando ocultar como se sentía al verle sin camiseta, pero no pudiendo evitar el inclinarse un poco sobre él para poder apreciar mejor el tatuaje en su hombro.

Mi Omega III: Mi tierno omega «HunHan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora