Mi Omega III: Mi tierno omega «HunHan»

• 15 •

»—❁—«

—Vamos, Han... –pidió nuevamente el mayor, y él mordió levemente sus labios.

—No lo sé, Jackson... –dudó, y el mayor juntó sus manos frente a él, rogándole en silencio que aceptara.

Jackson había sido compañero suyo en la secundaria, y no se habían visto durante años, hasta que descubrió que uno de sus alumnos era hijo del mayor frente a él; LuHan había cumplido su cuarto mes de embarazo, y su vientre ya podía verse por sobre su ropa, y aunque no era un vientre muy grande, a decir verdad, podía apreciarse, y él lo amaba.

El mayor había sido fotógrafo desde que terminó la secundaria, siendo así como conoció a su esposo, y cómo terminó teniendo un niño adorable, y ahora, quería fotografiar a LuHan, que, si bien no era modelo ni nada por el estilo, siempre fue un chico hermoso, y tras todos los chismes que se dicen día a día en la televisión, cada vez querían saber más sobre "Han".

Con el pasar de los años, LuHan fue cambiando físicamente; su cuerpo se había desarrollado, y remarcado curvas que solo SeHun fue capaz de tocar, y disfrutar, y claro, eso no pasó desapercibido por las cámaras cuando todo inició.

LuHan no hablaba con nadie, de hecho, prácticamente no salía de la casa más de lo estrictamente necesario, y esa misma tarde había pasado por el hospital, para un nuevo chequeo; debía regular su salud, y contar todos los síntomas a Zico para que juntos pudieran encontrar una solución.

—Por favor... –pidió nuevamente.

Estaban en plena calle, y se habían encontrado de casualidad en la cafetería de Jennie, y Lisa, cuando el omega se pidió un chocolate caliente para llevar, y las mayores no demoraron en entregárselo en un vaso con múltiples, y adorables dibujos, tal, y como a él le gustaba, además de un panecillo como regalo; ya había terminado su panecillo, y su chocolate estaba a menos de la mitad, cuando se encontró a Jackson en medio de la calle, y llevaban conversando un buen rato, sin saber que eran seguidos por SeHun, quien se aseguraba que el omega estuviera bien, como siempre lo hacía.

—Está bien... –aceptó finalmente; de todas formas, solo serían unas fotografías, y por suerte ya había terminado su chocolate, ya que sufrió un fuerte destello de luz en la vista, haciéndole perder la fuerza de sus piernas, y se hubiera caído si Jackson no le hubiera sujetado con firmeza.

Había sufrido algunos problemas en la vista, llegando a ver borroso, o tener fuertes destellos de luz; era sensible a la luz, y sufría mareos cada tanto, terminando con el mismo resultado, él sujetándose con fuerza a lo primero que tuviera a su alcance, en el caso de que estuviera completamente solo, claro está.

La primera vez casi se cayó de cara al suelo, en el pasillo de su casa, y de no ser porque JongIn pasaba justo por allí, se hubiera pegado un fuerte golpe; el alfa le había tomado en brazos, y preocupado por su salud, le cargó en la patrulla, y le llevó al hospital, donde Zico les informó que eso sería común, y que lamentablemente, sucedería con frecuencia, pero que ante la aparición de nuevos problemas deberían de informarle.

—¿Hannie? –cuestionó SeHun, apareciendo junto al menor, ni bien le vio casi caerse sobre sus rodillas.

LuHan tenía sus ojos fuertemente cerrados, por lo que no era consciente del tono pálido de su rostro, y que SeHun estaba realmente preocupado, tomándole en brazos, y retirándole los rubios cabellos del rostro para verle mejor.

»—Abre los ojos, bebé. –pidió, y le hizo señas a Jackson para que les dejase solos, a lo que asintió, despidiéndose de LuHan; SeHun se encargaría de mantenerle a salvo, él cuidaría bien de LuHan.