5 No soy fan de las alturas...

196 22 2
                                    

-AHHHHHHH

¿Que narices había hecho? ¿En serio que había aceptado ir al parque de atracciones con William? Estaba loca. Bajamos de la montaña rusa.

-Tenías que verte gritando, parecías una niña de cinco años- dijo William a carcajadas- bueno, podrías pasar por una facilmente, enana.

-Gilipollas- dije haciéndole una mueca.

Ya era jueves y William había propuesto ir al parque de atracciones, y no es que sea una gran fan de las alturas... Pero él parecía estar pasándolo bomba.

-¿Quieres algodón de azúcar?- preguntó.

-¡Siii!

Fuimos a comprarlo y nos sentamos en un banco a comerlo.

-Bueno...¿y tú tienes hermanos?- me preguntó él.

-No, no tengo, ¿y tú?

-Tampoco. ¿Y que hacías sola en la biblioteca el día que te vi? ¿No andas con tus amigas?

Me empecé a separar de mis amigas, de todo el mundo desde que sé que quieren asesinarme. Mis amigas no saben nada. Insistían en estar conmigo pero al final después de mucho decirles que me dejasen lo hicieron. Ellas cren que es porque desde que perdí la pierna estoy muy mal y que necesito estar un tiempo sola.

-Emm... no... Me gusta leer.

-Lo noté cuando fui a tu casa. Tienes la estantería llena de libros.

-¿Te gusta leer?

-Nena, ¿en serio cres que alguien como yo lee?

Ya estaba otra vez con su egocéntrica mirada. Ahora que por fin estaba hablando como una persona normal...

-Pues al igual que te sabías toda la historia de Francia creí que igual me dabas una sorpresa.

-Lo de la historia de Francia me lo sé solo porque fue para el único examen que estudié en todo el curso. Lo hice por una apuesta. Y gané, saqué un 9 en el examen- dijo como si estuviese orgulloso.

-Pues podrías sacar muy buenas notas y no haber repetido cuatro cursos, ¿cuantos años tienes, 22?

-Exacto.

-Me llevas 4 años entonces...

-Sí, enana. ¿Vamos a la noria?

-Emmm...- no me apetecía ir, como ya os dije no soy fan de las alturas- no me apetece...

-Oh, la enana tiene miedo de subir- comenzó a hacerme burla.

Y como ya dije me gustan los retos. En cinco minutos estábamos en la cola de la noria y yo cagándome en todo.

-Nena... despiertaaa...- una voz me sacó de mis pensamientos. Era William. Ya era nuestro turno para subir.

Nos montamos en el asiento. Como había acabado ahí, por Dios...

La noria comenzó a subir lentamente, como si fueramos camino a una muerte lenta y dolorosa, moriría entre terrible sufrimiento (¿estoy siendo muy dramática?).

-Te noto nerviosa, nena- dijo con tono burlón.

-Vete a la mierda.

-¿Te imaginas que esto se parase cuando llegásemos arriba?- dijo intentado ponerme más nerviosa.

-¡Cállate!

Cada vez subía más y más, parecía que no paraba de subir nunca. Llegó arriba de todo.

-Que bonitas vistas, ¿no?- dijo William burlándose de mi, para variar (nótese el sarcasmo)

Un extraño ruido y el frenazo de la noria hizo que nos alarmásemos.

-¿Que acaba de pasar?- pregunté asustada.

-Lo sentimos, la noria se ha detenido, ha debido de estropearse. En una hora aproximadamente estará, no se alarmen- escuché decir al dueño de la noria.

Narra William

La piel de Elisabeth palideció. Parecía que le iba a dar algo, cuando miraba hacia abajo se le salían los ojos de las órbitas. Su pierna comenzó a temblar. Me estaba partiendo de risa.

-¡¿Una hora?! ¡¿Aquí arriba?! ¿¡Contigo?!- gritó ella como una poseída.

-Nena, relaja...

-¡¿Como quieres que me relaje?!

Volvió a mirar hacia abajo, y me miró. Volví a hundirme en su mirada de terror, oscura, profunda, con angustia. Me sonaba muchísimo esa mirada... Esos grandísimos ojos negros y oscuros, destacando sobre esa piel frágil y blanca como la nieve... Necesitaba dormir. Miré el reloj. Mierda, iba a llegar tarde. Eran las siete y media y teníamos para rato allí arriba. Me iba a matar...

-¡William, todo esto es por tu culpa!- gritó como una poseída.

-¿Por que?

-Tú propusiste venir al parque de atracciones.

Esa chica definitivamente me estaba poniendo de los nervios. Volvió a mirar hacia abajo y para asustarla empecé a moverme y el asiento empezó a tambalearse. Echó un chillido agudo y escondió su cabeza en mi pecho, como una niña de tres años.

-Nena, luego te quejas de que te llamo enana- dije burlándome de ella.

Levantó la cabeza y al ver que estaba apoyada en mi pecho se apartó rápido y su piel adoptó un color rojizo.

-Nena, que no muerdo, si tienes miedo puedes apoyarte.

Pareció meditar bastante tiempo, y no se le veía con ganas, pero el miedo pudo con ella y volvió a esconder la cabeza en mi pecho. Le acaricié su suave y ondulada melena negra que caía por sus hombros como una cascada. Que raro, no me dijo nada como: ni se te ocurra ponerme la mano encima, saca imbécil...

Narra Elisabeth

Dios... ¿pero que narices estaba haciendo? el miedo podía conmigo. Solo a mi, teniendo miedo a las alturas, se me ocurre ir a un parque de atracciones. Buena, Elisa, buena. La verdad es que no se estaba tan mal en el pecho de William... tal vez... no sea lo que aparenta... bueno, no sé... aún no lo conozco demasiado... pero bueno, lo conocería durante toda la semana. Lo único que sabía es que en ese momento quería bajar de ese chisme ya, y estaba oscureciendo y me empezaba a entrar el sueño...

Narra William

Elisabeth...Elisabeth...despiertaaaa... La enana se había quedado dormida, y ya habían arreglado la noria.

-¿Que...?- dijo entre bostezos abriendo los ojos de par en par.

-Ya han arreglado la noria.

Miró hacia abajo.

-Venga, levántate, vamos a salir- le dije.

Parecía que le costaba, con las muletas... Así que la cogí el el colo como si fuese un saco de patatas y salimos de allí, mientras ella daba patadas con su única pierna para que la bajase.

-Sabía salir yo sola- dijo una vez que la dejé en el suelo y le hice una mueca.

-Bueno, me tengo que ir, tengo prisa...

-Por favor, acompáñame a casa.

-¿No sabes el camino? ¿Por que siempre quieres que te acompañe?

Se quedó callada y volvió a pedirlo. Descubrí otra vez miedo en su mirada. No podía dejarla ir sola. Además, le faltaba una pierna... la acompañaría, total llegaría tarde de todos modos, ya eran las ocho y media...

-Vale, está bien.

*******************************

Holaaaa. Bueno espero que os haya gustado el capítulo. Pobre Elisabeth, con su miedo a las alturas, puajajajaja. ¿A donde llegaría tarde William? otra pregunta a las lista, jajajaja. Bueno, me gustaría recomendaros una fanfic de One Direction que hizo mi gran amiga @_kellyanido_, titulada Fireproof. Es su primer libro en wattpad y bueno, sobretodo recomendárselo a las directioners. Muchas gracias por leer, votad y comentad bitches, muajajaja, con todo mi lof os lo digo.

Egocéntrico ¿Me salvarás de la muerte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora