Mi padre era el que había planeado todo mi asesinato, MI PADRE ERA EL QUE HABÍA PREPARADO TODO MI ASESINATO, MI PADRE ERA EL QUE HABÍA PREPARADO TODO MI ASESINATO. Y William le ayudaba. No, no podía ser, no ¡no! Mi mente no procesaba tanta información. "El chaval con el que habías pasado morreándote toda la tarde anterior intentaba matarte, Elisabeth", decía mi conciencia. Dios, puta conciencia, no se calla nunca. Ya hacía unos minutos que todo se había quedado en silencio, William parecía incluso más sorprendido que yo ¿esta chaval era retrasado o que?
-Elisabeth, y-yo no lo sabía- tartamudeó William.
-Ah, claro, entonces me querías matar y causaste el accidente que arruinó mi vida pero, bah, no lo sabías. Te odio, William Graham, te odio, ojalá nunca hubieses aparecido en mi vida, ni tú ni él- dije con odio y desprecio señalando a mi padre.
Narra William
"Te odio, William Graham, te odio", esas palabras de Elisa no paraban de resonar en mi cabeza como si fuese eco. Soy un gilipollas, incluso yo me odio a mi mismo ¿A quien se le ocurre meterse en semejante fregado y ni siquiera saber a quien vas a matar ni el nombre de tu jefe? Soy un puto gilipollas, me odio, quiero matarme. Amo a Elisa. Espera ¿que? "Que amas a Elisabeth, retrasado" dijo que conciencia. Amo a Elisabeth, amo a Elisabeth Collins. Es la primera vez que amo a una persona de verdad. Y soy tan gilipollas que probablemente la haya perdido para siempre.
Narra Elisabeth
No se puede confiar en nadie. Resulta que al final me quería matar mi propio padre y mi supuesto... no se exactamente qué éramos yo y William. Lo que me preguntaba era ¿por que?
-¿Por que?- pregunté al vacío.
-¿Por que qué?- dijo mi padre.
-Que por que me quieres matar, hijo de puta- le dije con mala hostia y este se rió.
-Mira, Elisabeth, por el sencillo hecho que toda mi vida he estado trabajando como un cabrón y que tú te niegues a trabajar en la empresa.
-¿Que? ¿Tú te drogas o algo? ¡¿Era por eso?!
-Tal vez sí, puede que me drogue y que lleve visitando a un psicólogo más de un año. Asi que probablemente soy un loco.
-Vale, pues mátame, que sea ya.
-Ni se te ocurra tocarla- dijo William.
-Graham, Graham, Graham... si lo prefieres te mato a ti antes y así no sufrirás viéndola morir.
Me cogieron dos hombres y me pusieron de pie. Mi "padre" se acercó a mi sacándose una pistola de dentro de la chaqueta. Bueno, adiós mundo, adiós mierda de vida, adiós todo. Mi padre colocó la pistola en mi frente.
-¿Unas últimas palabras?- preguntó mi padre burlón.
-Pues mira, sí, porque por lo menos necesito morir desahogada. "Papá" te odio. Eres un completo cabrón y ojalá que te pudras en la miseria y que se joda tu puta empresa cuando me muera, que mueras completamente solo y que no le pase nada a la pobre de mamá. William, a ti también te odio, te di mi confianza, y incluso te amé y eres otro falso con disfraz de tío bueno en este mundo. Ojalá que te pudras solo, espera, te pudrirás solo, porque no tienes padres que te quieren, ya que te abandonaron- dije totalmente poseída por la ira. Tenía ganas de matar a cualquiera de los presentes.
-Bueno, y con esas últimas palabras espero que ya puedas morir tranquila...-dijo mi padre apretando el gatillo de la pistola.
A William le tenía agarrado otro hombre y tenía las manos atadas. Estaba a punto de morir cuando...
Narra William
Me estaba muriendo por dentro. Todo lo que había dicho Elisabeth me había dolido y mucho. No podía dejar que la matasen. En un brusco movimiento de brazo conseguí que me Tom me soltase y le di una buena patada en los huevos de la que se acordaría toda la vida. Le di unas buenas patadas y codazos a Jonh y Ed, que agarraban a Elisa mientras su supuesto padre disparaba con la pistola al vacío, parecía que se había vuelto loco. Joe intentó cogerme pero no lo consiguió, también lo derribé. Encontré una especie de cuchillo, lo cogí en la boca y se lo di a Elisabeth, que estaba tirada en el suelo ya que habían dejado de aguantarla, para que me cortase la cuerda. Le costó algo, pero lo consiguió. La cogí en brazos y nos íbamos a escapar pero su padre nos apuntó con la pistola y dijo:
-Como os movais disparo.
Me detuve ¿Que podía hacer? Tenía la puerta a escasos centímetros de mi. Pensé y llegué a la conclusión de que si nos quedábamos moriríamos de todas formas asi que abría la puerta con un rápido gesto y corrí lo máximo que pude. El padre de Elisa nos persiguió, y escuché el sonido del gatillo de la pistola.
-¡Mierda!- exclamó el padre de Elisabeth.
Giré la cabeza sin parar de correr. La pistola se había quedado sin balas ¿demasiada suerte, no? Seguí corriendo hasta que llegó un punto que decidí que ya estábamos lo suficientemente lejos y ya me quedaba sin aire. Senté a Elisa en el suelo contra la pared de un edificio y luego yo me senté al lado de ella. La miré. Ella miraba hacia el claro cielo. Pude ver como sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas.
-¿Con que no lo sabías, eh?- dijo entre sollozos.
-Elisabeth ¿Tú de verdad cres que sabía algo? ¿Si de verdad supiese que eras tu, cres que te hubiese salvado esas veces que estuvieron a punto de matarte?- dije yo también comenzando a llorar.
-Da igual, William. Estabas intentando matar a una persona. Y si que eras consciente de eso.
-¡¿Y que cojones quieres que haga?! No tengo ni un duro, de algo tendré que vivir.
-¡Pues puedes trabajar en algo como una persona normal, digo yo!
-¡Pero es que no sirvo para nada, para NADA!- dije empezando a sollozar. Yo nunca lloraba así, pero es que no aguantaba más.
Elisabeth me miró.
-Lo siento, William. Pero mi vida está jodida por tu culpa. Aunque lo siento por ti no te podré perdonar, porque el hecho de que me falte una pierna es culpa tuya. Ahora déjame en paz.
-¿Y que quieres, que te deje aquí tirada en medio de la calle?
Narra Elisabeth
Mierda, se me olvidaba que no tenía muletas.
-Llévame a casa- le dije.
-¿Y que quieres, seguir como si nada de esto pasase? ¿Que le dirás a tu madre? ¿Como vas a justificar que faltaste a clase? No es por nada, pero por ahora solo hemos conseguido despistar por un rato a tu padre y al resto de la panda. No tardarán en volver a buscarnos.
Medité. No tenía ni idea de que haría. William me cogió en sus brazos y me cargó en el hombro.
-¡¿Que haces?! Suéltame.
-Vamos a mi casa, nena.
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Holiwiiii. Dios William mode policía de pelis de acción on y Elisa mode mala hostia on ¿Que harán ahora? Seguid leyendo, y por enésima vez, votad, seguidme y comentad (soy aburrida, lo se, pero ¿que trabajo os cuesta?). El libro comienza a llegar a su fin, me quedan dos capítulos más. Gracias por leer, baes, os quiero muchísimo
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Egocéntrico ¿Me salvarás de la muerte?
Ficção Adolescente¿Que me pasa? Que me quieren matar, nada fuera de lo normal ¿Quien? No tengo ni idea ¿Por que? Eso me gustaría saber a mi, eso me gustaría ¿que he hecho esta vez mal? Me quieren matar, solo yo lo sé, asi que nadie me ayuda ¿Cual es mi sentimiento ah...