Sentada en la misma silla, en la misma esquina de la mesa, otra vez. Dándole vueltas a mis pensamientos, aunque sin arreglar nada, otra vez. Con mi libro favorito en la mano, otra vez. Esos eran mis interesantes recreos en el instituto desde aquel día. Mi futuro se fue a la mierda. Por lo menos mi padre conseguirá lo que siempre quiso. Como yo no puedo ser feliz ahora, por lo menos intentaré hacerle feliz a él (si no me pasa nada antes de ello, claro). Siempre supe que quería hacer algo relacionado con el deporte, lo que fuese. Mi padre es jefe de una importante empresa de electrónicas, y dice que con mis altas notas podría llegar a ocupar su lugar en la empresa o incluso más, que podría tener grandes trabajos. Y sí, tengo altas notas, voy un curso adelantada, estoy en mi último año de instituto. Pero yo no quiero ser de esas personas que se sientan en frente de un ordenador a las ocho de la mañana, paran para comer, vuelven a trabajar, llegan a las diez a casa, cenan, duermen, y al día siguiente la misma rutina. No, eso si que no. Pero creo que desde aquel día ese es mi destino.
Entra William Graham por la puerta de la biblioteca... espera... ¿Que narices hace ese aquí? ¿William Graham, el chico más popular, gilipollas, mujeriego y egocéntrico del instituto en una biblioteca? Venga ya, esto debe de ser una broma... Él entra con su actitud de siempre, con esa sonrisa de egocéntrico que hace que a casi todas las chicas de instituto se la caiga la baba. Pero su mirada va directamente a su destino, sin rodeos, Susan Golight, la que seguro que es su próxima presa. Es una chica muy guapa, rubita, de ojos miel, sonrisa bonita... y una chica muy lista y tranquila. No puede ser, por favor Susan dime que tú no estás también a la cola...
William se dirige hacia ella, que está sentada con otras tres chicas en otra mesa distinta a la mía. Ella le ve y sonríe timidamente. No puede ser, Susan, tú no... A la mierda todo William llega y le da un pico. Y así todos los días, cada día con una distinta. Creo que ha pasado su lengua por todas las tías guapas del instituto. ¿Como pueden ser tan tontas? Pfff... que gente...
Entra una chica negrita en la biblioteca, melena larga, negra y riza, labios gordos, pechos grandes, ni idea de como se llama. Se dirige hacia William con mala cara. Otra que ya ha sido presa y salió del cuento. Llega junto a William y le pega una bofetada, sin más rodeos.
-Gilipollas, ¿no era yo la única chica que había llegado a tu corazón?- le dice con desprecio.
-William, ¿que está pasando?- pregunta la pobre Susan confundida.
-Em... yo...- William intenta excusarse.
-Vete a la mierda William- le dice la chica negrita, le da otra bofetada y se va.
Susan se levanta, también le pega, y ella y su pandilla también se van, dejando a William con cara de gilipollas allí solo. Como estaba disfrutando.
Él se va a ir y pasa por delante de la mesa en la que estoy sentada, y no puedo evitar reírme y se me escapa la risa.
-¿De que te ríes tú?- me dice con mala cara.
-Em... de nada...- digo a carcajadas.
-Nena, se te va a borrar esa sonrisa de la cara.
-¿Por que me lo digas tú?
Y William me quita el libro que estaba leyendo de las manos.
-Devuélvemelo- digo con tono serio.
-¿Ahora no te ríes tanto, eh?
-Dámelo, por favor.
-Me lo voy a llevar...
-Dámelo ya.
Niega con la cabeza. Se acabó, ese libro es mío, solo mío, nadie me lo quita. Cojo las muletas que estaban apoyadas en el borde de la mesa y me levanto. William mira mi pierna. Mejor dicho: William mira la pierna que no tengo.
-No mires, por favor, y dámelo.
William me devuelve el libro diciendo:
-Te lo devuelvo, pero porque meterme con gente débil como tú sería demasiado.
William empieza a caminar perezosamente hacia la puerta. Y no lo puedo evitar, las lágrimas salen de mis ojos. "Te lo devuelvo porque meterme con gente débil como tú es demasiado", esas palabras resonaban en mi cabeza. William gira la cabeza, me mira. Se da la vuelta, camina hacia la mesa en la que estoy y se sienta en la silla que está a mi lado.
-Venga, nena, ahora no te pongas a llorar como una niña pequeña por una tontería como esa- dice con su mirada egocéntrica. Se dirige a acariciarme el pelo pero se lo prohibo:
-No me llames nena, y ni se te ocurra ponerme la mano encima- él baja la mano- no voy a ser otra más de tu lista, ni lo sueñes William.
Este echa una carcajada.
-¿En serio cres que tú llegarías a formar parte de una más de las de mi lista? Creo que la que sueñas eres tú, nena. Mírate, eres flacucha, ni pecho, ni cadera, débil... pero a ver, ¿tú cuantos años tienes, 13?
Esto si que era la gota que colmaba el vaso.
-Tengo 17 para tu información, y voy contigo a clase de francés por si no lo sabes.
-Para eso tendrías que tener 18, tendrías que estar en segundo de bachillerato.
-Voy un curso avanzada, no como tú que vas 4 atrasado, imbécil.
-Relájate, nena. Pero... ¿en serio que vienes conmigo a francés?
-Sí, pero tú no ves a los demás porque pasas el día peinándote.
-¿Tu nombre?
-Elisabeth, Elisabeth Collins.
-Vale, pues a la próxima vez que te vea en clase de francés tal vez puede que me acuerde de ti, Elisabeth Collins.
-Gilipollas- suelto por lo bajo.
-Nena, no hay por que insultar...
Suena el timbre. William se levanta y me da las muletas.
-Chao, nena- se despide con su sonrisa egocéntrica y no le respondo.
Me dirijo a clase al ritmo mas rápido que se puede ir cuando te falta una pierna y utilizas muletas. Menudo estúpido el William.
Narra William
Me dirijo a paso lento a clase. Menuda niña la superdotada esa. Me sonaba muchísimo. Esos ojos negros como la noche llenos de angustia cuando le quité el libro, esa piel blanca como la nieve, melena negra ondulada... Ni idea. Debo de estar delirando. Será porque me suena su cara de haberla visto alguna vez en la clase de francés, no se... da igual, ahora lo que debo de pensar es... ¿cual es mi próximo objetivo? A ver, hoy tengo que tachar en mi lista de tías buenas a Susan y a... como se llamaba la negrita esa... ¿Marie?
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Bueno, como empezar... HOLAAA, jajaja. Bueno, este es mi segundo libro en Wattpad y es la primera vez que se me da por escribir notas de autor al final de cada capítulo, y aunque probablemente estoy hablando sola me da igual, yo vivo happy. A los que ya leisteis mi anterior libro ( Cuando me choqué contigo), quiero darles las gracias por apoyarme, es muy importante para mi, y a los que empiezan ahora me gustaría darles también las gracias y recomendarles mi anterior libro; Cuando me choqué contigo, que creo que os gustará, a mi personalmente me ha gustado ( me siento orgullosa de mi misma por primera vez), pero para gustos colores.
También había escrito una fanfic de Abraham Mateo y de The Vamps, pero la despubliqué porque no me gustaba nada de nada, ya haré más. Muchísimas gracias a todos los lectores, si os gusta votad y seguidme, siempre hablo con mis seguidores nuevos, me hace ilusión conocer a gente nueva que le guste lo que hago. Bueno, llevaba bastante tiempo deseando que fuese navidad, no solo para que acabasen los exámenes, sino porque tenía muchas ganas de poder empezar a escribir este libro, asi que os deseo a todos feliz navidad, espero que tengais un gran 2015 y que tuvieseis un gran 2014. Besos bitches, con todo el lof de AnotherDreamerGirl.
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Egocéntrico ¿Me salvarás de la muerte?
Genç Kurgu¿Que me pasa? Que me quieren matar, nada fuera de lo normal ¿Quien? No tengo ni idea ¿Por que? Eso me gustaría saber a mi, eso me gustaría ¿que he hecho esta vez mal? Me quieren matar, solo yo lo sé, asi que nadie me ayuda ¿Cual es mi sentimiento ah...