Había sido un completo error, un terrible error, es más, el peor error que en toda su vida jamás cometió, o eso aseguraba Jeongguk. Tal vez exageraba al pensar de aquella manera, o tal vez no, pero, fuera como fuese, él sabía que el enorme acto de imprudencia e irresponsabilidad que había llevado a cabo no estuvo para nada bien. No podía creer lo que había hecho, simplemente no podía, no le entraba en la cabeza el cómo logró haber sido capaz de efectuar aquel disparate, aquel descuido que ahora tanto lamentaba, ya que él más que nadie estaba al tanto de saber que no debía involucrarse de modo sentimental con Yoongi, es decir, sentimental dentro del contexto de una relación amorosa, lo cual significaba que no era algo prohibido encariñarse con él. Podía, si así lo deseaba, crear un lazo afectivo, siempre y cuando no ingresara a la zona restringida.
¿Y qué era lo que hacía? Daba el primer paso hacia aquella zona que tanto pretendía evadir.
Lo había besado, había saciado su sed de probar sus apetitosos labios y, al parecer, Yoongi lo había disfrutado tanto como él, algo que era verdaderamente preocupante para Jeongguk, pues no tendría que haberle gustado, tendría que haberle rechazado, haberle hecho entrar en razón diciéndole que era algo incorrecto. Pero, ¿Yoongi cómo podría haber hecho eso si él no conocía los riesgos que conllevaban involucrarse de modo sentimental con su tutor? ¿Cómo podría haberle rechazado aquel contacto entre sus labios si él soñaba con que Jeongguk le diera su tan esperado primer beso? Desde el día de su cumpleaños que llevaba aguardando con paciencia a que ese momento llegase, por lo que no existía motivo alguno para que pudiese rechazarlo o, peor aún, que no lo disfrutara.
Sin embargo, lo que no sabía el chico de ojos verdes era que habían dos principales razones por las que los superiores de Jeongguk le denegaban el hecho de siquiera intentar establecer una relación amorosa con él: 1) era menor que él, además de que apenas comenzaba a tener valentía; y 2) no debía caber posibilidad de que éste pudiese llegar a ser homosexual, no porque la sociedad estuviese en contra de la homosexualidad, sino porque el gobierno necesitaba que los de ojos verdes lograran reproducirse. Por lo tanto, a Yoongi no podía gustarle un chico, él debía enamorarse de alguna chica y en un futuro tener hijos.
A base de esto, Jeongguk se sentía como un completo idiota por haber intervenido en algo, que para él, era jodidamente serio. Es decir, no fue algo sin importancia lo que hizo, al contrario, besó a uno de los chicos que pronto sería responsable de salvar de la extinción a su propio color de ojos... Jeongguk tan solo esperaba el milagro de que el beso no le hubiese hecho sentir nada al rizado, esperaba que después de aquello siguiera prefiriendo a las chicas. No obstante, su espera iba a ser en vano, pues Yoongi ya había dejado de preferir a las chicas hacía mucho tiempo, inclusive antes de conocerlo. Pero, a causa de que el azabache desconocía aquel dato, éste aún conservaba la esperanza de que Yoongi encontrara a una chica a quien amar y sabía que nunca la encontraría si él continuaba estorbando en el medio.
Así que, en consecuencia de todo lo sucedido, estaba totalmente decidido a no seguir confundiendo al ojiverde. Ahora sí establecería sus reglas y las cumpliría al pie de la letra, ahora sí ya no habría lugar para errores, ahora sí ya no debía permitir que la situación se le saliera de control; ahora, más que nunca, debía ponerse firme.
Desde el preciso instante en el que Jeongguk decidió entablar aquella decisión la relación entre ellos dos comenzó a tomar un rumbo diferente, un camino que no se asemejaba en nada al anterior, pues este era un sendero mucho más oscuro y tenebroso. Mientras que el antiguo rumbo parecía guiarlos a un lugar bello en el cual reinaba la felicidad y la esperanza, este nuevo camino que Jeongguk había optado tomar le hacía creer a cualquiera que lo guiaría a un sitio siniestro y tétrico, en el cual nadie desearía permanecer mucho tiempo. En vez de estar yendo hacía el paraíso, ahora se estaban adentrando a la temible oscuridad de un bosque en plena madrugada con espantosos monstruos al acecho.
De este modo era como Yoongi lo sentía, puesto que él se imaginó que luego de aquel perfecto beso las cosas entre ellos dos mejorarían a grandes rasgos. Pensó que, ahora que el azabache se había animado a darle un beso, quizás le regalaría más de esos dulces besos. Yoongi, cegado por la ilusión, se había creado toda una película romántica dentro de su cabeza, en donde Jeongguk y él eran los protagonistas y, también, en donde su amor florecía con cada perfecta escena digna de una película de Hollywood que pasaba.
Sin embargo, fue un duro golpe cuando impactó contra la realidad y reparó en que nada de lo que se había imaginado con tanta ilusión sucedería. No podía evitar sentirse un completo tonto por haber pensado que Jeongguk lo quería de la misma forma que él. Y le dolía; le dolía que el chico de ojos azules lo tratara de aquella manera, tan indiferente, tan impasible, tan frío. ¿Y dónde había quedado todo el cariño que le solía dar? ¿Dónde habían quedado todos esos momentos de risas que compartían juntos? ¿Qué había pasado con la dulzura que Jeongguk emanaba de su ser? ¿Por qué ahora estaba tan apagado? ¿Dónde había dejado olvidado su bonita sonrisa?
Yoongi no entendía la razón por la cual el azabache actuaba de aquel modo, no lograba comprender por qué se desviaron del camino correcto que los llevaría hacia la felicidad, ni por qué ahora Jeongguk estaba decidió a ir por el sendero más siniestro, ¿acaso no se daba cuenta que era un rumbo horrible? ¿No se percataba de que Yoongi sufría caminando por allí?
Mientras el rizado se preguntaba que había hecho mal para merecerse eso, Jeongguk, por otro lado, pensaba y aseguraba que las medidas que se había implementado a el mismo con respecto al menor estaban más que bien. No quería que lo alejaran de él, no deseaba perderlo, porque sabía que si la gente de la corporación se enteraba de que había besado al chico que se encontraba bajo su cuidado, lo separarían de él de inmediato y... bueno, tal vez perdería su trabajo, pero eso no era tan irrelevante como Yoongi.
Por este motivo, Jeongguk se hallaba totalmente dispuesto a realizar lo que sea con tal de no continuar confundiendo al ojiverde con sus estupideces y así conseguir que no los separen el uno del otro, pues no soportaría vivir en completa soledad otra vez, sin la posibilidad de cuidar de alguien.
Sin embargo, existía un dato bastante importante que el susodicho ignoraba por pura desatención, y era el hecho de que la persona a la cual más anhelaba mantener a salvo de cualquier peligro, estaba sufriendo en silencio por culpa de sus obligadas actitudes.
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En peligro de extinción
Fanfic⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀[KOOKGI] ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀adaptación hecha ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀sin fines de lucro. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀TENGO PERMISO DE LA ⠀⠀⠀⠀⠀⠀AUTORA PARA REALIZAR ⠀⠀⠀⠀⠀⠀ESTA ADAPTACIÓN. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀