Jimin es el jefe de un gran clan mafioso llamados "JinGom!. Yoongi es un policía de alto nivel que investiga al clan de Jimin mientras que busca a su ex amigo por una culpa guardada de años.
-Señor, llegaron las nuevas cajas y ya estan listas para que usted elija su destino- Jimin asintió y peino sus cabellos.
-¿Hay puras?- preguntó poniéndose de pie.
-Cuatro, señor.- dijo abriendo la puerta de su jefe.
-Pedí que trajeran específicamente a dos personas. Quiero verlas, la niña en mi oficina y a la basura ya sabes donde- el hombre habló por su comunicador dando la orden.
Las puertas se abrieron para Jimin y entró viendo a aproximadamente diez personas, jovenes y adolescentes.
-¿Quien irá directo con la policía si lo liberamos?- preguntó mirando a todos.
-No me hagas daño, por favor.- habló una muchacha.
-¿Siquiera sabes por que estas aquí?- preguntó mirando a la chica. -No, no lo sabes. ¡Oh! ¡Mi pedido llegó antes de tiempo!- dijo acariciando los cabellos de la castaña.
-Tengo un bebé, por favor déjame libre. No diré nada a la policía- dijo llorando y totalmente asustada.
-El pequeño MinHo. Sí, tu hermano lo lleva los lunes y jueves a su escuela. ¡Se ven tan tiernos jugando!- la muchacha negó llorando ante las palabras de Jimin- Ya que hablamos de tu hermano ¡Que feo que trabaja! Llevo llamando su atención un año y nada, no me atrapa, yo me aburro estando así.- dijo mostrando sus manos libres. -¡Tranquilos, tranquilos! Nadie morirá, al menos no ustedes. Solo quiero llamar la atención- se quedó mirando a todos y luego llamó a uno de sus hombres. -A los mismos destinos que antes.- dijo sin mucha importancia y luego se dirigió hacia el lugar donde su nueva víctima lo esperaba.
Jimin entró y negó cuando le ofrecieron una máscara.
-Buenos días, Hong- saludó en la oscuridad de la habitación.
-¿Quien habla?- preguntó el hombre mirando hacia todos lados.
-Eso no importa.- dijo acariciando la cabeza de su mascota. -Lo que importa es tu vida. A mi no me importa pero a ti seguramente sí- dijo poniéndose de pie.
-¿Que quieres? Yo no le debo dinero a nadie, no le hecho mal a nadie- Jimin soltó un poco la cadena de su "Bebé" y este se acercó al hombre saliendo de la oscuridad. -¡Oh mierda! ¡No!- el castaño llamó a su mascota y esta se detuvo gruñendo al hombre.
-Siempre pensé en que a los violadores se le debería de cortar los testículos sin anestesia alguna y destrozarles el ano a penetradas con algo que los lastime y mucho. Pero contigo será diferente. Hoy no tengo ganas de jugar y mi bebé tiene hambre- dijo acariciando la cabeza de su tigre. -Abusaste sexualmente de dos niñas, tus hijas.- el hombre negó y Jimin salió de la oscuridad asintiendo y sonriendo. -Lo hiciste, Hong. Abusaste de ellas así como abusabas de tu esposa y nadie te culpó. La policía no actuó debidamente. Yo no soy la policía, ni por cerca pero tengo algo que ellos no- dijo mirando a los ojos a aquel... error de la vida.
-¡Estas loco!-gritó sintiendo miedo.
-No, locura no es. Tampoco paciencia- dijo sacando el seguro en la correa de su tigre. -Luego lo llevan a mi habitación- le ordenó a sus hombres y estos asintieron.
-¡No! ¡Por favor, no! ¡NO!- gritó Hong viendo el tigre acercarse sigilosamente.
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