Apenas se abalanzaron contra él, sus cuellos fueron cortados, Tanjiro dio un paso largo hacia atrás y cargó una postura.
Las gafas se adaptaron al entorno y le mostraron el caos que causaron los demonios. Había médicos y enfermeras, o lo que quedaba de ellos, tirados en el suelo, muchísima sangre se escurría por el piso y casi todo el piso de la habitación era rojo.
Una ira anormal en él lo invadió, cuando se dio cuenta de ello ya había decapitado a todos los demonios; aunque había marcas de su katana en la pared y suelo.
Suspiró, realmente los demonios eran débiles ¿Por qué preocuparse? Se dio la vuelta y subió al banco de sangre, al abrir la puerta vio a Nezuko decapitando uno de tres Demonios que se abalanzaron contra ella, él se encargó de los otros dos.
— Nii-chan — Miró a Tanjiro —¿Cuántos había abajo? — Vio a su hermano algo pensativo.
— Unos 8 o 11, no recuerdo bien cuantos — Rió —¿Y aquí? —.
Ahora caminaban subiendo las escaleras, pasaron los pisos y salieron por la puerta que les abrió el guardia.
— 4 o 5 y de esos tú mataste 2 — Lo miró con una sonrisa, o se supone que así era, ya que la máscara impedía verlo.
Salieron del hospital por la puerta trasera y continuaron corriendo, no sin antes hablar con el comando para enviar a los Kakushis.
—Tanjiro — Su padre hablaba por los auriculares — Ve con Nezuko a casa, parece que tu novia acaba de despertar — Se oyeron algunos gruñidos y otros y al parecer empezaron una pelea.
—Tu novia eh~ Nee~ Nee~ Nii-chan — Con un hablar pícaro Nezuko quería molestar a su hermano.
— Cállate —Al decir eso, solo causó que una risa descontrolada empezara a salir de la boca de Nezuko — Vamos —.
Obedeciendo órdenes, los dos jóvenes fueron hasta su casa; esta estaba diseñada para poder entrar por el techo (Con seguridad claro) y por ahí entraron.
Dejaron sus uniformes en las habitaciones de cada uno y bajaron a ver a la chica que Tanjiro había traído.
—Nee~ Kanao-Nee-san — Hanako que estaba de descanso la llamaba —¿Jugamos? —.
Ambas estaban sentadas en el sofá de la sala, al parecer Hanako había sido encargado de cuidar de la desmayada Kanao y ahora quería jugar algo.
Tanjiro solo sonrió — Hola —Kanao al oírlo lo miró y le devolvió el saludo —Al parecer te desmayaste ¿Por qué? —Sintió un olor dulce emanado de la chica - ¿Que sucede? —.
— Hanako — Llamó Nezuko —Ven, vamos a jugar — Su hermanita pequeña fue con ella, dejando a los dos jóvenes solos.
— So-Solo... me sentí un poco eufórica porque me estabas... abrazando — Hizo una reverencia — Siento que me hayas traído hasta aquí por eso —.
Tanjiro camino hasta estar a su lado y se sentó en el sofá — No te preocupes —al recostar su espalda en el sofá sintió un leve dolor en su espalda.
—¿Tanjiro? —Kanao pudo ver como él evitó hacer una cara de dolor, pero sus músculos faciales lo delataron — ¿Te duele la espalda? ¿Quieres que te ayude en algo? Tengo conocimientos de medicina y puedo hacer de terapeuta — Se sentó a su lado y le puso una mano en el hombro del chico.
— N-No es nada, solo un leve dolor — Mentía, si era leve el dolor, pero sabía que su espalda debería tener un color rojo o morado por todos los golpes que había sufrido en misiones.
Kanao lo miró preocupada — Déjame ayudarte, por favor — Puso su mano sobre la del chico, que la había dejado reposando en sus propias piernas —¿Si? —.
Tanjiro era de esas personas que no podían decir no, y peor aún si lo miraba con esos ojitos de cachorro, aún menos podía hacer.
— E-Esta bien, solo no preguntes nada ni digas nada de lo que verás — Tanjiro tomó la mano de esta y la guio hasta su habitación.
—¿T-T-Tu Ha-Habi-Habitación? —Tanjiro entró y cerró la puerta detrás de ellos.
— Por favor, no digas nada de lo que verás — Miró a Kanao, pidiendo que ella entendiera que no quería que nadie supiera sobre eso, ella entendió y asintió.
Tanjiro también era de esas personas que su ropa ocultaba la verdad, siempre usaba dos o tres camisas cuando iba al colegio para que sus músculos no fueran notables y en clases de deporte siempre pedía usar el sweater del colegio, así que nadie sabía de sus músculos.
Prosiguió a quitarse la camisa, su cuerpo muy bien definido fue un manjar para la excelente vista de la chica.
— Vaya... —miraba súper sorprendida, nunca se esperó que tuviera un cuerpo tan bien definido y peor, que no lo exhibiera como otros chicos de la academia -Tiene mucho más músculo que Inosuke y hasta más que el profe Himejima —Estaba realmente sorprendida, aclaró su voz con un "ujum" y habló — D-Déjame darte un masaje —.
Kanao le pidió al chico que se acostara en la cama boca abajo, al hacerlo pudo ver la espalda de este con un fuerte color rojo y morado ¿Por qué?
— Tienes la espalda roja y morada, Tanjiro — Tocó una de las superficies moradas, causando que el chico se sobresaltara y mordiera su lengua —¿Puedo preguntar por qué? —.
Tanjiro cerró los ojos y suspiró — Lo siento, sin permiso de Papá no puedo decir nada — Sintió como ella empezaba a darle masajes — Lo haces muy bie~n — Mordió la almohada que puso debajo de su cara para no soltar otro de esos quejidos raros (gemidos).
Kanao solo hacia su trabajo por instinto, ya que lo hacía siempre que sus hermanas llegaban de trabajar.
¿Por qué por instinto? Porque al tocar la espalda musculosa del chico, su mente había colapsado y no podía pensar en nada más que en el calor que la espalda del chico le generaba a sus manos.
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Kimetsu No Yaiba - Moderno
FanfictionAlgo inesperado para la mayoría sucedio: Los Demonios, que tuvieron que estar extintos volvieron a parecer. Sin embargo alguien ya había pensado que eso sucedería y estaba preparado para que sus descendientes estuvieran preparados. Su misión: Encont...