Los médicos me hicieron muchas pruebas cuando supieron que había recuperado mi memoria, y cuando obtuvieron los resultados nos informaron que todo estaba en orden.
Todas las personas de mi alrededor estaban felices e impresionados, todo había salido demasiado bien.Hacía dos días que estaba en casa, mis puntos ya estaban retirados y ahora tenía una cicatriz en la frente que no estaba 100% curada.
La pierna... pues en dos semanas me harían otra radiografía, pero por el momento debía llevar muletas.-Vamos cariño, Billie ya está fuera. -me dijo mi madre entrando a la cocina.
-Un segundo. -contesté acabando mi café.
-Buenos días. -escuché a alguien entrar a la cocina.
Giré mi rostro en la silla y sonreí como una idiota cuando vi a Billie apoyada en el marco de la puerta.
-Eres impaciente eh. -le dije divertida.
-Antes que esperar en el coche prefiero ayudarte con la mochila. -dijo acercándose a mi y besando mi mejilla.
Me sonrojé y miré a mi madre, quien nos miraba con una sonrisa.
-Voy a prepararme para el trabajo, que vaya bien tu primer día amor. Y Billie, gracias. -dijo mamá.
Las dos sonreimos.
-Dame un beso, sinó no me levanto. -dije mirando a Billie desde abajo y cruzándome de brazos.
Rodó sus ojos con una sonrisa y se inclinó, acercando sus labios a los mios y fundiéndonos en un beso lleno de cariño.
-Oh, perdón. -dijo mi hermana entrando a la cocina.
Reimos en medio del beso y con la ayuda de Billie me levanté de la silla, cogí mis muletas y salí de casa junto a ellas dos.
Billie abrió la puerta del copiloto, me senté con cuidado y vi cómo dejaba mi mochila en la parte de atrás.-¡Thompson! -gritó Lauren cuando estacionamos frente a su casa. -Por fin de vuelta.
Bajé la ventanilla y Lauren besó mi mejilla.
-Qué guapa estás hoy Jauregui. -le dije.
Dió unas vueltas mientras reía para enseñarme su outfit y entró al coche.
Cuando Diego subió y estuvimos los cinco, Billie subió el volumen de la radio. Sonaba Highest in the room, la comenzamos a cantar los cinco juntos y me sentí la persona más feliz del mundo.De vuelta a mi vida normal, con mis amigos y mi novia, recordándolo todo y sintiéndome más viva que nunca.
Lo mejor de todo es que ahora sí que podríamos vivir tranquilas, David tenía una orden de alejamiento y sabía que si se acercaba, iría preso.
Mi llegada al instituto fué extraña, no me esperaba que gente a la que ni siquiera conocía se acercaran a mi y me preguntaran por mi estado y mi recuperación.
Vaya, en esta ciudad todo el mundo se entera de todo.Hasta Danielle vino a preguntarme como estaba, luego me pidió disculpas por aquella escenita en la entrada del instituto y acepté sus disculpas.
-Mira Lily, por ahí viene. -dijo Lauren.
Miré en la dirección en la que Lauren señaló mientras Billie me quitaba la mochila de la espalda y la cogía ella.
-¿Esa es Halsey? -pregunté mirando a mi hermana, quien sonrió y comenzó a caminar hacia ella.
Cuando llegó a Halsey, la abrazó y la chica la alzó en el aire, provocando que mi hermana riera.
Miré a Billie.
-¿Qué me he perdido? -pregunté.
Mi novia pasó su brazo por mis hombros y besó mi mejilla.
-Halsey ha estado visitando a Lily casi todos los días desde que te ingresaron. La ha ayudado mucho. -explicó.
Mi boca se abrió en una "o" y vi que las dos se acercaron a mi mientras sus manos estaban entrelazadas.
-¡Que bueno verte Beth! -dijo Halsey.
Besó mis dos mejillas en forma de saludo.
-Lo mismo digo. -contesté sonriente.
-Quiero que sepas que... si no he ido a visitarte es porque odio los hospitales... de verdad. Pero he estado visitando a Lily, preguntaba por tí y eso... -rascó su nuca y miró a mi hermana alzando sus cejas.
-Halsey quiere decirte que somos novias. -soltó Lily.
Me llevé la mano al pecho dramáticamente.
-¡Pero qué calladito te lo tenías! -dije dándole un toquecito en la pierna con mi muleta. -Wow, me alegro muchisimo por las dos.
-A mi me alegra que estés tan bien, de verdad. -dijo Halsey. -Estábamos todos muy preocupados.
-Gracias Halsey, oh y, tienes mi bendición. -dije guiñándole un ojo.
Me devolvió el guiño y sonrió.
-Te veo luego, debo ir a la uni. -le dijo a Lily.
Le dió un rápido beso en los labios y se fué despidiéndose con la mano y una sonrisa.
Qué chica más mona.-¡Pero bueno! -le dije a mi hermana.
-Quería decírtelo estando ella delante. -contestó con una sonrisa. Comenzamos a caminar hacia la entrada.
-Sois adorables, me alegro muchisimo por tí hermanita pero... ¡te lo dije!- reí.
-Ya, ya, ¡lo sé! -dijo ruborizándose. -Parece que veas el futuro.
Caminar con las muletas todo el rato era un horror, mis manos dolían. Pero tenía a Billie quien no se separaba de mi, me ayudaba con todo lo que podía y cuidaba de mi como si fuera a romperme en cualquier momento.
-Mi amor. -dije parándome casi al llegar a la entrada.
Billie, delante de mi, se detuvo con mi mochila en sus manos y se giró.
-¿Si?
-¿Me das un beso? -pedí haciendo un puchero.
Lauren y Diego rodaron sus ojos y Lily rió.
-Si me lo pides así... -contestó acercándose.
Me apoyé en las muletas y esperé a que esa preciosa chica se acercara, sonrió antes de besarme y me perdí en sus ojos y en sus hoyuelos.
Me sentía tan feliz y tan completa...-¿Así? -dijo separándose con media sonrisa.
-No. -contesté alzando una ceja.
Mordió su labio inferior y volvió a estampar sus labios con los mios, nos besamos con ganas sin importar quien nos viera, sentí su mano acunar mi mejilla y gracias a Dios que mis brazos aguantaban las muletas, porque mi pierna sana flaqueó.
Sus labios suaves y blanditos me volvían loca, y la manera en la que me besaba aún más.
-Bueno, bueno, se acabó la función de Romeo y Julieta. -dijo Lauren. -¡Llegamos tarde tórtolas!
Comenzamos a reir y retomamos el camino, a veces miraba a Billie y la pillaba mirándome con una sonrisa.
No me imagino lo difícil que habrá sido para ella asistir a clase con todo lo que estaba pasando. Pero ahora estaba aquí, a su lado, y no dejaría que volviera a sufrir de esa manera nunca más.
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Todo quedó escrito || Billie Eilish
FanfictionBeth siempre ha tenido un diario donde, desde pequeña, ha escrito cada día. En la mayoría de las páginas hablaba de Billie, su princesa rubia y de ojos azules, su novia a los cinco años y su mejor amiga desde que tiene memoria. Ahora, a sus diecioc...