Tower of god oneshot's (en español)

Todos quieren un poco de Baam - Primera parte

El día de veinticinco Baam había comenzado inusualmente peligroso, haciéndolo tener que tomar una pausa para respirar después de tanto huir.

Pero, ¿Por qué estaría huyendo Baam?. Él usualmente se paraba a pelear y poco rechistaba a la hora de tener que enfrentarse a un enemigo.

Solo que este día su problema no eran sus enemigos, eran sus amigos.

Pero comencemos desde el inicio.

Baam se había levantado como de costumbre, pensando en que destinaría su tiempo a entrenar su control de shinsu. Sin embargo, cuando se levantó a desayunar la cosa fue rara.

Habían estado hospedándose en un lugar destinado para regulares de alto nivel, donde el gasto era poco y la calidad muy alta. Perfecto para que un grupo como el de Baam estuviera allí.

Estaba alegre, pues todo su grupo estaba reunido, cosa muy poco usual y que normalmente tendrían que pasar años para cumplirse.

Pero no esa vez, ya que ese día estaban todos reunidos en la mesa de desayuno. Dichosamente, al entrar fue excelentemente recibido por todos.

Desde inseparables como Khun o Rak, hasta los que menos se habían relacionado con él como Ehwa.

Sin diferencias, cada quien estaba sentado a lo largo de una mesa acomodada por ellos. El puesto de uno de los lados estaba destinado para Baam, y lejos al otro lado estaba Khun, ya que ellos eran la principal razón de ser que todos estuvieran unidos.

Pero claro, si todo hubiera marchado así de bien el resto del día en este momento Baam no estaría tan alterado.

Una persona misteriosa y encapuchada entró haciendo escandalo y llamando la atención de todos los de la sala de comidas. Aquella persona misteriosa se lanzó hacia Baam, causando que todos en la mesa se pararan, pero al siguiente momento una luz brilló muy intensamente.

Al siguiente momento, la persona misteriosa no estaba. Y todo su grupo estaba impactado.

Baam se levantó, pues había sido derrumbado de su silla por el anónimo, para luego ver que todos lo miraban fijamente.

— ¿C-chicos? — preguntó. Pero igual de rápido a como la luz desapareció, todos se abalanzaron hacia él.

Por instinto Baam empezó a correr, alterado por el extraño comportamiento de todos sus perseguidores. Miró a sus espaldas, para poder notar varias caras.

En aquellas caras, la iris de sus ojos estaban raras. No eran azules o rojas, eran rosadas y con forma de corazón.

— ¡Baam! ¡Serás mío! — sonó una exclamación en medio de la revuelta. Era Anak Zahard, la chica lagarto hija de una princesa, de lejos la persona con menos probabilidad de pronunciar esas palabras.

— ¡¿Qué?! ¡Él será mi presa siempre, tortuga lagarto! — le refutó Rak WrathRaiser, lanzándose contra Anak, y llevándose a algunos tipos más con ellos.

Baam, sin ver otra opción, invocó sus alas negras y salió volando, dejando a todos lanzando maldiciones y esparciéndose por la zona. Baam respiró con alivio, después de haber pasado de un momento con tantísima presión como ser perseguido por sus amigos lo había sido.

Pero para su mala fortuna, su descanso duró poco, pues alguien se le acercó por la espalda. Era Xia Xia, que no se había rendido y lo había alcanzado en uno de sus cubos.

Baam la esquivó, pero otro intento de agarrarlo llegó, con Beta lanzándose hacia él, permitiéndole a Vespa agarrarlo de sus brazos. Sin embargo, Baam no se quedó pacientemente esperando a que lo secuestraran, siendo algo brusco con Vespa, se esfumó en el aire.